Mtra. Claudia R. Gutiérrez Cardona
Orientación Psicológica – Facultad de Psicología Marzo de 2020Les comparto un resumen de este documento que fue tomado de la página Renuevo de Plenitud. Espero les sea muy útil.
1.- Deja de querer controlarlo todo
Si de verdad quieres ser feliz debes tratar de dejar querer controlarlo todo. Conozco personas que quieren tener el control de todo y, lo que hacen es amargarle la existencia a todo aquel le rodea y así mismo. Entiendo que lo que no quieres es que el otro fracase. Quizá sientes que tienes la responsabilidad de velar para que no le suceda al otro lo que te sucedió a ti, pero… entiende que algunas personas aprenden de su propia experiencia, no de la de los demás. Da tu consejo y deja que el otro sea libre de elegir lo que cree que más le conviene. Deja a los demás ser como son, verás que serás feliz.
2.- Deja de cargar con la responsabilidad de los demás
Esto es muy importante, cada uno tiene que aportar su grano de arena. He visto personas que cogen todo para ellos solos, y cargan con todo el peso de la responsabilidad. Luego, las personas se hacen los locos y te dejan todo a ti: en el trabajo, en la casa, en la universidad, en el colegio, en la iglesia. Deja que cada quien aporte su parte, aunque esta sea pequeña. TU NO TIENES que cargar con los compromisos del otro. Coopera, pero no cargues con la responsabilidad ajena: tú debes ser feliz.
3.- No siempre tienes la razón
Sé que es difícil dar tu brazo a torcer. Es probable que los demás no quieran o no están en la capacidad de entender tu punto de vista. Pero… déjalo ir, no vale la pena imponerte y lastimar a los que te rodean. Discutir y violentarte quitará años a tu vida. Si te enojas demasiado, cálmate y espera que las aguas vuelvan a su curso. Si estás en lo correcto, Dios te dará la razón. Tú mereces ser feliz.
4.- ¿Por qué te preocupa ser aceptado?
Para ser feliz, no finjas ser alguien que no eres sólo para lograr ser aceptado. ¿Qué sucederá cuando te quites la máscara y todos vean realmente cómo eres? No, debes ser tú mismo, eso es lo que te hace especial. Le caerás bien a algunos, le caerás muy mal a otros: No te preocupes.
5.-No te quejes tanto
«Al mal tiempo, buena cara», no sé quién lo dijo, pero de seguro que era bien sabio. Al ser humano les ocurren cosas malas todo el tiempo. Es aceptable que te quejes y sufras lo que te acontece, pero lo que no está bien es que vivas quejándote hasta de la más mínima cosa. No es fácil vivir con alguien que vive quejándose todo el tiempo de pequeñeces, cuando hay tanta gente sufriendo por cosas mayores. Cuando sientas la necesidad de quejarte, mira a tu alrededor, de seguro verás gente con problemas el triple de pesados que el tuyo y, quizá, hasta los veas felices.
6.-Deja de dar tantas excusas
Las excusas te limitan, te estancan y no te dejan vivir tu vida al máximo. Hoy vas a decir: Yo puedo, yo quiero y voy a salir adelante.
7.-Deja de criticar
No somos iguales, si fuera lo contrario, ¿este mundo sería sumamente aburrido? Pero… Sí, existe algo que compartimos todos: el deseo de ser felices.¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no ves la viga que está en el tuyo?
8.-No te resistas a los cambios
Los cambios son buenos. Nos ayudan a permanecer en movimiento. Los cambios mejoran nuestra vida y la de los demás. Dios sabe por qué pasan las cosas. ¿No te ha pasado que te cambian algo de repente y luego las cosas te salen mejor? Sé feliz y acepta el cambio… No te resistas, sigue la corriente.
9.- Deja ir el pasado
Para ser feliz es necesario que dejes ir el pasado, no es nada fácil. Sobre todo, si nuestro pasado fue mejor que nuestro presente. Pero, debes reconocer que el pasado ya pasó y solo te queda vivir el presente. No te quedes en el ayer lamentándote.
10.-No te apegues a nada
El hecho de que no seas apegado a una cosa, no quiere decir que no lo aprecias o no lo ames. Cuando sientes apego a alguna cosa quiere decir que tienes miedo de perderle. Nada es para siempre.
Esperamos que estos consejos te ayuden a ser feliz, de una buena vez y para siempre.Fuente: Beliefnet, tomado de https://renuevo.com/10-cosas-que-no-dejan-ser-feliz.html
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Por: Nelson Gómes
RIGUROSA CON LA SALUD
Por: Paco Rubín
(Paco Rubín)
Funambulista.
Pero el corazón le pesó tanto por querer tanto a una mujer que le cambió la vida tanto.
Y mientras tanto, perdió el equilibrio.
Y no importó.
Porque la caída fue a sus brazos.
Vive
bajo cien tejas oscuras de cien años, bajo un árbol paraíso, donde se mecen, tal como en el tiempo los vientos, el sereno; a flor de tierra, flor de madrugada, mi abuela Magdalena.
Amanece en su casa a las primeras palpitaciones de la luz. Sonoras se vuelven de tan diáfanas, las almas de las cosas que en ese instante trovan la mañana llovida, su joroba de estática existencia.
Y la casa de mi abuela Magdalena, entonces, el fogón, ara piadosa de no ostentosa leña, cortejada por hacha alguna, mas de varas, breñas, barañas maduradas en la rama.
El maíz vuelto fruta, blanco atole de bolita, la toquere, las gordas, la tortilla, tiempo que se extiende, buen hijo, entre las manos, canción de siglos y eco de sí mismo; la tortilla se extiende de cocina en cocina, ovación intermitente que no apaga en el fuego su blancura, multiplicación de no prohibida fruta.
En su casa, en su tronco montada, la tinaja, foco de agua atrayendo las abejas sonámbulas, sedientas del néctar rezumado del barro enverdecido de musgo; las abejas prófugas del enjambre, de la campana incandescente de Mama María.
Su casa en la infancia aletargada.
Humilde arroyo, humildes piedras hubo, lo recuerdo. Olía a charamascas nuevas, alimento de otras charamascas instantáneas también; a adelfas pálidas. Olía a tiempos de aguas.
Peregrinas frutas de coyoles y de nanches, de mangos y de ilamas retoñan, huelen, cantan, como balsas, en su dulce cabeza, camelina enorme, sin espinas, blanca.
En sus manos prosigue su camino un arriero, los pies no derrotados, que recorre estas líneas palmo a palmo, veredeando también las de mi mano; no detiene su marcha, no descansa, no se vuelve. Por mis caminos anda. Silbando.
La Sierra, abrupta flor, se anega en luz en su mirada. ¡La mirada —remanso iridiscente, simulado reposo de las aguas nunca quietas— de mi abuela Magdalena!
Publicación a cargo de la Lic. Yolanda Jaimes Vidal, Coordinadora de Comunicación InternaGrecia Juárez Ojeda, DirectoraCristhian Adal García Hernández, Subdirector, Jefe de InformaciónJesús Del Pozo Sotomayor, Jefe de FotografíaEric Contreras Santos, Jefe de Fotografía DeportivaArlette Sánchez Santos, Editora
ReporterosDafne Ixchel Agüero Medina, Jefa de Sección/CulturaGibsy Sagrario Gonzalez Garcia, Reportera de Proyectos de Impacto Social
OpiniónGrecia Juárez Ojeda, ColaboradoraCarolina Méndez, ColaboradorItzel Reyes Camargo, ColaboradoraRoberto Carlos Pérez Hernández, ColaboradorCristhian Adal García Hernández, ColaboradorJesús Del Pozo Sotomayor, ColaboradorRocio García González, ColaboradoraDiego Efrén Torres Fernández, Colaborador
Diseño y Edición GráficaMa. Fernanda Bretón Vega, CoordinadoraMayra Renne Beltrán Garay, Jefa de DiseñoAmanda Jimenez Cardenas, Jefa de DiseñoMaria Teresa de Jesus Guendulain, Jefa de DiseñoAzalea Hernandez Morales, DiseñadorAzalea Hernandez Morales, Maria Jose Guitierrez Arcega, Miguel Lopez Rosete, Aldo Arturo Gonzalez Ávalos, Rose Mary Susana Figaredo Ilustradores
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