El domingo, 11 de julio de 2021, ocurrió algo inédito en las últimas seis décadas desde la revolución cubana: el país vivió y está todavía experimentando la mayor protesta masiva y espontánea de los cubanos. Gracias a las redes sociales, las manifestaciones que se iniciaron en las ciudades de La Habana, San Antonio de los Baños y en otras 40 ciudades y poblados en Cuba pudieron verse en todo el mundo y en directo. Cientos de miles de cubanos marcharon pacíficamente para pedir libertad, la caída del régimen dictatorial del gobierno y medicamentos para combatir el desastre de las medidas ineptas del gobierno de Miguel Díaz-Canel en la lucha contra el Covid 19 – fuera de control en la isla.
En pronunciamientos diarios el mandatario insiste histéricamente que en las protestas contra su gobierno están participando “delincuentes al servicio de los Estados Unidos con un comportamiento totalmente vulgar”. Ante la creciente magnitud de las protestas, Díaz-Canel está convocando a sus seguidores a salir a las calles a enfrentar a los manifestantes con estas palabras: “La orden de combate está dada: ¡A la calle los revolucionarios! En el transcurso de esta semana circularon en internet imágenes de detenciones brutales por parte de los órganos de seguridad, el uso de la fuerza indiscriminada incluso con armas de fuego contra periodistas. Un video publicado por Amnistía Internacional para las Américas, mostraba a varios policías en uniforme bajando de un coche oficial en Camagüey – en el centro-este de Cuba – abriendo fuego contra cientos de manifestantes pacíficos. Ya hay muertos y decenas de heridos – las fuerzas de seguridad no han distinguido entre ancianos, niños o mujeres en su represión violenta y hay cientos y cientos de manifestantes arrestados cuyo paradero se ignora y a los que se califica como desaparecidos.
Ante la creciente indignación de la comunidad internacional Díaz-Canel ha cortado el Internet, pero la 4T en México reclama, en palabras de nuestro presidente: “Cuba es un país libre y no debe de utilizarse la situación de salud del pueblo de Cuba con fines políticos, eso debe de quedar de lado, nada de politización, de campañas mediáticas, que ya se están dando a nivel mundial, hay muchos países con problemas…no es solo el caso de Cuba. No hay que politizar el asunto.”
¿Por qué el gobierno de López Obrador apoya a la dictadura cubana? Si como sabemos el presidente Díaz-Canel no es un mandatario legítimo, es el líder de una brutal dictadura y fue puesto en su posición a través de un dedazo de Raúl Castro. En Cuba no hay democracia ni elecciones multipartidistas. En las más de seis décadas desde la revolución de 1959 a los cubanos les han impuesto tres dictadores: Fidel y Raúl Castro y ahora Díaz-Canel. Es increíble que en este 2021 todavía haya gobiernos que se nieguen a calificar públicamente a Cuba como una dictadura. Como si no hubieran sido suficientes las ejecuciones brutales, los prisioneros políticos y el partido único que dirige los destinos de más de 11 millones de cubanos.
El argumento de AMLO siempre ha sido que no quería criticar a otros países para que luego ellos no se metan con nosotros. Pues, esa actitud pasiva ante las violaciones a los derechos humanos en otras naciones es siempre bienvenida por los dictadores.
En un gesto de solidaridad con el gobierno de Cuba, AMLO ha ofrecido donativos de medicamentos y alimentos, sin embargo, lo que el pueblo de Cuba quiere es su libertad y la destrucción de la dictadura.
¡Ahora es el momento para solidarizarnos con las aspiraciones del pueblo de Cuba y no con el gobierno de Díaz-Canel!