La cumbre entre los líderes de Estados Unidos, México y Canadá – fuertes socios comerciales - consistió solo en promesas de inversiones, debates estériles sobre nuestra contrarreforma eléctrica, y la promesa de crear grupos de trabajo sobre una multitud de temas en el futuro. De esa manera buscaron Biden, López Obrador y Trudeau una relación trilateral que ha tenido en los últimos tres años muchas tensiones innecesarias. Biden y López Obrador, por ejemplo, acordaron crear un grupo de trabajo sobre el tráfico de armas y otro grupo para discutir los delitos relacionados con la trata de personas y la seguridad fronteriza y otro grupo más para discutir la lucha contra el crimen organizado, de acuerdo a un informe de la Casa Blanca dos días después del cierre de la cumbre del 18 de noviembre de 2021. Asimismo, anunciaron sus buenas intenciones de invertir en forma conjunta – no definida – para abordar las causas de la migración de centroamericanos y mexicanos. Este último asunto generó este año una crisis que impactó en ambos gobiernos.
Así tanto Estados Unidos como México se vieron forzados a endurecer sus políticas, pero sin establecer los detalles, fundamentalmente ante las enormes caravanas migratorias de este año. También, se comprometieron a firmar un memorándum de cooperación en el futuro en materia de salud mental, trastornos por uso de sustancias nocivas y adicciones. El colmo de indefinición en esta cumbre fue que López Obrador señaló lo siguiente: “Con el presidente de Estados Unidos expresamos el ánimo de fortalecer la integración económica de América del Norte y nuestro reconocimiento a la iniciativa con dimensión social para regularizar a migrantes que viven y trabajan en ese país (EUA)”. Asimismo, expresaron su disponibilidad de discutir una revitalización de las relaciones diplomáticas después del frio periodo de Donald Trump al frente del gobierno de E.U.A.
Ante esa avalancha de bla, bla, bla, AMLO aseguró que la IX Cumbre de Líderes de América del Norte fue de muchas coincidencias. “Fue una muy buena visita a Washington, un encuentro de muchas coincidencias, y ellos dirían que ningún problema, ninguna diferencia de fondo, yo llegué a decirles que era una conferencia, un encuentro progresista, usé el termino Cumbre Progresista por las coincidencias.” Continuó diciendo: “Espero que no hayamos cometido alguna imprudencia que se sintiera que actuamos de manera arrogante, si lo hicimos, les ofrecemos disculpa. Pero debía darse un trato respetuoso a nuestros paisanos, que no era justo ni se podía permitir el maltrato a los mexicanos que trabajan y viven en Estados Unidos, que trabajen honradamente en Estados Unidos. Nuestros adversarios están esperando que nos regañen que nos jalen la oreja, pero muy colonialista, se mal acostumbraron. México es un país libre, independiente y soberano.”
AMLO también dio a conocer que expuso su polémica reforma eléctrica y reconoció que abordó el tema también con Justin Trudeau: “Le dije que habían usado (los canadienses y EUA) la bandera de las energías limpias para hacer negocios sucios.”
Ante esa alarmante actuación de López Obrador, nuestro entonces presidente Vicente Fox publicó su veredicto absolutamente devastador: “López, fuiste el mayor enemigo del tratado de libre comercio y de los gringos. Ahora eres el más adulador (de Biden) un verdadero “lamebotas”. reprochó el ex presidente.
Agregado a este, Julen Rementería, el coordinador del PAN en el Senado acusó que la 4T encabezada por López Obrador tiene un doble discurso, pues dice una cosa y hace otra. “Se compromete a impulsar el crecimiento e integración económica, pero ataca a empresarios extranjeros, cancela contratos y genera incertidumbre para la inversión privada.
Una vez más, López Obrador ha demostrado que no le interesan las relaciones exteriores, al menos con nuestros socios comerciales de la región de Norteamérica porque no fueran aquéllos países con regímenes autoritarios porque para ellos no sólo hay atención sino también recursos económicos.
