Las Voces de Ingenierías: Un mundo plagado de olores capturado por la química
31/10/2023
Autor: Mtra. Yvette Ollivier Palacios
Cargo: Profesora de la Escuela de Ingeniería Química Industrial

En los seres humanos, el olfato es un sentido muy importante, también denominado el sentido químico porque es capaz de detectar las sustancias químicas presentes en el ambiente a través de la nariz. Ahí se encuentran los receptores olfativos que activan impulsos nerviosos en nuestro cerebro, los cuales nos permiten detectar sensaciones de olor, tanto agradables como aversivas.

Hay fragancias en la naturaleza que son tan agradables, como los aromas que expiden las frutas y las flores, que los seres humanos hemos querido capturarlos y utilizarlos en nuestra vida diaria. El ejemplo más común lo vemos en la fabricación de perfumes (del latín  perfumare, “a través del humo”), los cuales utilizamos debido a los efectos positivos que generan en nosotros. Desde mejorar nuestro estado emocional y nuestra autoconfianza, los perfumes expresan nuestra personalidad e incluso evocan recuerdos. 

Pero el uso de fragancias no se restringe a la perfumería. También las encontramos en productos cosméticos, de cuidado personal, limpieza, y ambientadores, así como repelentes, alimentos y bebidas. Así, esta industria es una de las más importantes con un mercado mundial con un valor en torno a los 30 mil millones de dólares, dominado por cinco grandes compañías: las suizas Givaudan y Firmenich, la estadounidense International Flavours and Fragrances (IFF), la alemana Symrise y la japonesa Takasago. Diversos estudios indican que entre 2023 y 2028 este mercado crecerá de manera constante a un ritmo cercano al 5 % anual, lo que hace fundamental en ingeniería química tener en mente los procesos involucrados en la producción de fragancias.

Un método importante en la producción de fragancias es la destilación por arrastre de vapor. Este proceso industrial consiste en extraer los aceites esenciales de diferentes insumos de la naturaleza como las flores, cáscaras, maderas o hierbas. La elaboración inicial consiste en macerar la materia prima en un contenedor, mezcla que se pone en contacto con vapor de agua suministrado mediante ebullición. Esto realiza una transferencia de los componentes volátiles de los insumos hacia el vapor; el cual se enriquece y se lleva a un condensador. En este último, mediante la remoción de calor, cambia a estado líquido. Así, se obtienen los aceites esenciales naturales que son componentes fundamentales para dar olor a un perfume o producto industrial. Estos procedimientos de obtención se realizan e implementan en la industria de la perfumería dándonos una amplia variedad de fragancias para todos los gustos y precios.

La concentración y durabilidad del perfume depende directamente de la cantidad y calidad de los aceites esenciales que contenga y de su interacción con otros componentes, como el agua y alcohol. Sin duda, el olor que percibimos de las fragancias agradables del ambiente nos permite experimentar numerosas sensaciones y emociones, como alegría, paz y tranquilidad.