Nutrir: el reto del siglo
29/02/2024
Autor: Giovanna Morales Caselin
Programa Académico: Estudiante Facultad de Nutrición

Hoy en día la nutrición ha tenido un gran impacto en la sociedad. Una de las necesidades fisiológicas del ser humano es comer, una acción básica necesaria para la supervivencia. Hay una búsqueda instintiva para satisfacerla, por lo que se cree que muchas de las elecciones de alimentos que hacemos a diario sólo tienen esa función.

¿Y qué si te digo que esta elección de alimentos tiene consecuencias para tu salud? El cuerpo del ser humano realiza gran cantidad de procesos químicos, fisiológicos, mecánicos y celulares todo el tiempo, tan solo para mantener funciones vitales. Para que tales procesos puedan efectuarse se necesita energía, y esta se obtiene gracias a los alimentos.

¿Importa entonces la calidad de alimentos que elegimos? Lo ideal siempre será tener una alimentación variada en todos los grupos de alimentos como frutas, cereales, verduras y alimentos de origen animal. Esta variedad brinda diversos beneficios sobre la salud. La dieta prehispánica mexicana se basaba en semillas, verduras y cereales producto de la agricultura. Con el paso de los años, sufrió modificaciones y adaptaciones culturales, con la llegada de los españoles; la cultura mexicana tuvo influencia colonial y la primera incorporación de alimentos diferentes a su dieta habitual. Posteriormente el México independiente tuvo un gran auge gastronómico basado en la creación de platillos típicos que aún se conservan en su mayoría, creando una identidad cultural. Pero en el México moderno hay una gran dicotomía en la alimentación. La globalización en el último siglo se ha encargado de la diversificación de productos e incorporación de gran variedad de culturas a la nuestra.

Con ello, la industria alimentaria tuvo un crecimiento exponencial, es decir, la industria se vio obligada a satisfacer la demanda del consumidor. Para que esto sea posible, la industria alimentaria ha buscado hacer más sencillo “alimentarse”. Los productos de la agricultura, ganadería o pesca pasaron a segundo plano, fueron desplazados por alimentos industrializados o procesados. Estos alimentos procesados se caracterizan por haber sufrido una modificación o adición, contienen grandes cantidades de sodio, grasas trans, azúcar y conservadores para hacer posible una vida de anaquel larga.

Este tipo de alimentos son altos en cantidad energética pero pobres en cuanto a calidad nutricional. Y esto es un problema de gran impacto hoy en día. La calidad nutricional de los alimentos se refleja en todos los sistemas del cuerpo humano, si la dieta está basada principalmente en alimentos procesados o ultraprocesados, se está satisfaciendo el hambre pero nutricionalmente hay deficiencias.

Todo radica en la frecuencia de consumo, es decir, los hábitos. Si el consumo de estos alimentos prevalece con alta frecuencia, hay una mayor probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina, diabetes, síndrome metabólico, cardiopatías que hoy ocupan los primeros lugares en causas de muerte a nivel mundial. Así que sí, sí importa la calidad de alimentos que consumes. Diversifica tu alimentación, que sea rica en productos naturales.