La cultura tributaria en México no está muy arraigada y se ve más como una obligación que como una contribución voluntaria.
También los ciudadanos son responsables en la construcción de un país diferente, haciendo su declaración anual y cumpliendo con las obligaciones fiscales. Además de los señalamientos que hacen las autoridades correspondientes de que es una oportunidad para cooperar con el crecimiento y desarrollo de México.
México enfrenta dificultades para fomentar una cultura de cumplimiento fiscal entre su población. Los mexicanos tienen la oportunidad de contribuir al crecimiento y desarrollo del país, ya que los impuestos financian la infraestructura institucional y física que proporciona bienes y servicios, enfatizó Emmanuel Olivera Pérez, profesor del Decanato de Ingenierías de la UPAEP.
Dijo que los efectos redistributivos o distributivos de las contribuciones fiscales son importantes para conocer en qué se gastan los ingresos. Aunque se insiste en que pagar impuestos es una obligación ética y moral, la falta de conciencia sobre la importancia de la contribución fiscal y la sanción como incentivo son algunos de los principales desafíos.
Comentó que en México, más del 50% de los impuestos provienen del impuesto sobre la renta (ISR), y el 62% de los ingresos no petroleros son contribuciones fiscales. Además, el sistema de impuestos progresivos permite que aquellos que ganan más tengan una tasa más alta de impuestos, lo que permite una mayor igualdad social y efectos de distribución de ingresos.
Olivera Pérez destacó la necesidad de fomentar una cultura de cumplimiento fiscal y contribución consciente para fortalecer el crecimiento y desarrollo económico y social de México.
Indicó que en México, los ciudadanos disfrutan de una serie de bienes públicos, como semáforos, plazas comerciales y alumbrado público, entre otros servicios que son posibles gracias a la infraestructura generada por el sector público.
Esto es financiado a través de los impuestos que paga la ciudadanía, los cuales se encuentran entre los más altos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sin embargo, es importante considerar si estos impuestos se están utilizando adecuadamente en sectores prioritarios y estratégicos, refirió el académico.
El gobierno federal ha restringido el gasto excesivo para dirigir los recursos a estos sectores, y algunos ramos autónomos, como el Poder Judicial, han sido criticados por recibir una cantidad excesiva de recursos. Por ejemplo, el Poder Judicial recibió más en tecnología que el sector de tecnología en México. Esto ha llevado a un debate sobre la distribución y la priorización de los recursos, comentó Olivera.
Olivera Pérez destaca la necesidad de invertir y distribuir los recursos de manera estratégica para impulsar el crecimiento y el bienestar del país. Es importante que el gobierno determine cuáles son los sectores prioritarios y estratégicos para recibir recursos y hacer ajustes en el gasto en consecuencia. En resumen, la distribución estratégica de los recursos públicos es esencial para impulsar el desarrollo económico y social en México.
Comentó que la cultura tributaria en México no está muy arraigada y se ve más como una obligación que como una contribución voluntaria. Debido a esto, el SAT ha incrementado las sanciones por no declarar los ingresos en tiempo y forma, lo que perjudica la recaudación y dificulta el proceso de pago de contribuciones, pero también cuenta con programas que ayudan a los ciudadanos para realizar el pago de impuestos.
Sugiere que el camino a seguir en México es eliminar las sanciones y flexibilizar los tiempos de pago para que los contribuyentes vean la contribución como algo voluntario y no como una obligación con sanciones. Es importante destacar que esto debe ser acompañado por una mayor cultura tributaria en México, donde se vea el pago de impuestos como una contribución al crecimiento y desarrollo del país.