Instan a un proceso de mejora constante en los libros de texto, tomando en cuenta la retroalimentación de los docentes y la comunidad educativa en general. Destacan la importancia de la excelencia y la equidad en la educación, evitando la repetición de errores y buscando la participación activa de todos los actores involucrados.
En medio del creciente debate en torno a los libros de texto utilizados en la educación para el ciclo escolar que está por iniciar, investigadores de la Facultad de Educación de la UPAEP, comparten su visión sobre la situación actual de los libros de texto y cómo factores históricos, políticos y sociales están influyendo en el debate.
El debate sobre los libros de texto no es nuevo, sino que ha sido una constante a lo largo de la historia de la educación en México. Desde la creación de la CONALITEG (Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos) en 1959, se ha debatido la calidad de los contenidos y cómo diferentes gobiernos han intentado imprimir su propia ideología en los libros. Sin embargo, el tono actual del debate se ha vuelto más tenso y confrontativo debido a la creciente polarización en la sociedad y la política, señaló Juan Martín López Calva, profesor de la Facultad de Educación de la UPAEP.
El académico señala que tres factores están exacerbando el debate en la actualidad. En primer lugar, la polarización ideológica y política en el país y en el mundo está impactando la discusión sobre los libros de texto. En segundo lugar, la proximidad de un ciclo escolar marcado por un período preelectoral está aumentando la atención y la participación en el debate educativo. Además, enfatiza que la participación de maestros, expertos en distintas disciplinas y diseñadores gráficos es crucial para crear materiales educativos de calidad.
López Calva lamenta que las posturas extremas y polarizadas están oscureciendo las críticas y análisis académicos que podrían contribuir a mejorar los libros de texto. Menciona que es necesario centrarse en el análisis pedagógico y escuchar a expertos en las diferentes disciplinas para lograr libros de mayor calidad y utilidad para los estudiantes.
Juan Martín López resalta la importancia de los libros de texto como herramienta educativa, especialmente en hogares vulnerables donde son a menudo el único material disponible para el aprendizaje. Destaca la participación valiosa de los maestros en el proceso de diseño, pero sugiere que también se debe incluir a expertos en educación y otras disciplinas para crear materiales más equilibrados y efectivos.
Señaló la necesidad de una política educativa a largo plazo que considere la evaluación y mejora continua de los libros de texto, así como otros aspectos del sistema educativo.
Resaltó la importancia de enfocarse en el bienestar de los estudiantes y la mejora constante de los materiales educativos.
En ese orden de ideas, Juan Martín López Calva y Rodolfo Cruz Vadillo, subrayan la importancia de un análisis académico en lugar de posturas meramente ideológicas o políticas en esta discusión.
A lo largo de la historia, los contenidos y la calidad de los libros han sido motivo de controversia, especialmente debido a la inevitable influencia política en la educación, refirió Juan Martín López.
Dijo que el debate se ha intensificado debido a la polarización social y política, además de estar en un ciclo escolar próximo a una época preelectoral. El Dr. López Calva hace un llamado a la prudencia, la despolitización del debate y la predominancia de análisis académicos basados en el conocimiento de especialistas en la materia.
Rodolfo Cruz Vadillo, también profesor de la Facultad de Educación de la UPAEP, por su parte, coincide con la necesidad de abordar este tema desde un enfoque más neutral y basado en la razón. Expresa su preocupación por la politización y polarización del debate, que resultan en posturas irreconciliables y perjudican el desarrollo de una educación equitativa y de calidad. Hace hincapié en que el diálogo es esencial y necesario en una sociedad democrática, pero también destaca la importancia de la inclusión de los especialistas, los padres de familia y los docentes en la discusión.
Ambos expertos coinciden en la importancia de considerar la accesibilidad y la inclusión en los materiales educativos. El Dr. Cruz Vadillo enfatiza la necesidad de enriquecer las experiencias curriculares con una variedad de recursos, especialmente en aquellos contextos donde los libros de texto son el principal material de estudio. Aboga por un enfoque equilibrado en el lenguaje inclusivo y su enseñanza.
En relación a los errores presentes en los libros de texto, los académicos reconocen su existencia, pero no abogan por desechar los libros. En cambio, instan a un proceso de mejora constante, tomando en cuenta la retroalimentación de los docentes y la comunidad educativa en general. Destacan la importancia de la excelencia y la equidad en la educación, evitando la repetición de errores y buscando la participación activa de todos los actores involucrados.
Juan Martín López Calva y Rodolfo Cruz Vadillo subrayan la importancia de abordar el debate sobre los libros de texto desde una perspectiva académica y con un enfoque de diálogo constructivo. Ambos hacen un llamado a la participación responsable y a la búsqueda de soluciones para garantizar una educación equitativa, inclusiva y de calidad para las generaciones futuras.
La reflexión sobre el diseño y contenido de los libros de texto se enmarca en la importancia de la interacción entre profesores y estudiantes como el corazón del proceso educativo. Más allá de los recursos y herramientas disponibles, es esta relación la que verdaderamente moldea la formación de individuos completos, enfatizó López Calva.
Dijo que, a pesar de las reformas y las condiciones cambiantes, la responsabilidad y el reto de los profesores actuales son fundamentales. Aunque algunos egresen con enfoques anteriores, la calidad de la educación radica en su compromiso con la formación integral de sus estudiantes. Los profesores desempeñan un papel decisivo al establecer un vínculo de confianza, fomentando el crecimiento y el desarrollo personal de cada estudiante.
Cruz Vadillo concuerda en que el acto educativo trasciende las cuestiones técnicas y metodológicas. Más allá de la precariedad o la abundancia de recursos, la excelencia educativa es una exigencia para la sociedad. Si bien reconoce la utilidad de los libros de texto y las propuestas interesantes que presentan, hace hincapié en la importancia de pedir más en términos de calidad y suficiencia de materiales.
En última instancia, ambos expertos instan a que la educación en México avance hacia la excelencia y la equidad. Los libros de texto son un componente vital, pero no el único, en la formación de individuos completos y ciudadanos informados. El llamado es a confiar en los maestros, a exigir una educación de calidad y a trabajar juntos para asegurar que los estudiantes reciban la mejor formación posible.
En este sentido, la educación no es solo un asunto gubernamental o de los profesionales, sino un compromiso colectivo que involucra a toda la sociedad. La juventud y la niñez mexicana merecen lo mejor en términos educativos, y es mediante la colaboración, el diálogo y la búsqueda constante de la excelencia que se puede lograr una educación verdaderamente transformadora.