Sí no se da esa transición energética, el país va a generar la mayor cantidad de energía a partir de los ciclos combinados o a partir de la quema de combustóleo o a partir del hollín, que en realidad son combustibles provenientes de fuentes fósiles pero que también generan cierta cantidad de contaminación para el medio ambiente.
Los arbitrajes o controversias en materia de energías renovables con México por parte de Estados Unidos y Canadá comenzaron en el mes de julio de 2022, por incumplimiento en algunos puntos contemplados en el Tratado Comercial del T-MEC, acordado entre estas tres naciones.
Algunas empresas extranjeras se percataron de que se estaba poniendo en riesgo las inversiones que se están haciendo en materia energética al interior del país y en consecuencia está provocando que se presente un análisis al respecto tanto desde la expectativa de Canadá como de Estados Unidos de manera local para ver cuál es la realidad, señaló Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP.
Agregó que este análisis local de esas dos naciones se dio para identificar si hay un incumplimiento dentro de lo que comprende el tratado del T-MEC con respecto a las políticas energéticas que está llevando adelante México.
Dijo que esta situación de las controversias, están generando una problemática muy grande, en el sentido de “que se convertirá en algo limitativo para ciertos productos y determinadas empresas que estén generando energía desde fuentes renovables en el país”.
Apuntó que actualmente la Ley de la Industria Eléctrica otorga permisos a industrias para generar cierta cantidad de su energía, el excedente lo pueden subministrar a la línea de transmisión y la CFE se la paga de acuerdo a un costo o precio del mercado eléctrico nacional.
Manifestó que estos precios los establecía el CENACE (Centro Nacional de Control de Energía) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, agregó que actualmente el CENACE ha quedado un poco más relegado, ya no ha tenido tanta incidencia sobre la parte de facturación y predicción de costos de la energía eléctrica. Ahora la que se está encargando en su mayoría es la Comisión Reguladora de la Energía.
Comentó que el CENACE ahora se ha encargado más a la parte del monitoreo, control y distribución de la carga eléctrica. Pero a la vez se ha hecho una propuesta dentro de la nueva ley de la Industria Eléctrica, y también dentro de las perspectivas que se tienen con respecto a la reforma eléctrica de pensar que el costo de la energía o el costo del kilowatt hora suministrado a la línea de transmisión nacional se disminuya de manera sustancial.
Expresó que hay que recordar que desde la primera Reforma Energética que se echó para atrás en la Cámara de Diputados, ya se tenía pensado cobrar un impuesto por la generación de energía desde una fuente renovable, aspecto que es importante considerar porque muchas de las empresas transnacionales se van a ver afectadas y por consecuencia van a solicitar el apoyo de sus respectivos gobiernos, tanto de Estados Unidos como de Canadá. “Para generar cierta medida de presión para el gobierno de México y se puedan respetar estos acuerdos que se firmaron y que el Presidente de México junto con su gabinete, sabían lo que se estaba firmando, no era desconocido para ellos”.
Sánchez Ruiz advirtió qué, si se preveía que para el 2030 se podía tener entre 30 y 40% de energía proveniente de fuentes renovables, México está muy lejos de alcanzar ese porcentaje por las medidas que está llevando adelante y además estamos muy lejos en caso de que se amplíe este plazo hasta el 2050.
Refirió que México de seguir con este tipo de políticas hacia el sector energético, no está generando las vías necesarias para que esa transición energética se dé.
Además, comentó que, desde el punto de vista ambiental, también es un impacto significativo, porque si no se da esa transición energética, el país va a generar la mayor cantidad de energía a partir de los ciclos combinados, a partir de la quema de combustóleo o a partir del hollín, que en realidad son combustibles provenientes de fuentes fósiles pero que también generan cierta cantidad de contaminación.
Agregó, “es una cadena que si se rompe una parte de ésta, no sólo se afectará un área, sino que serán bastantes áreas que corresponden a la parte política, la parte ambiental, energética y principalmente a la parte social, por las sobrecargas que se puedan presentar en el sistema eléctrico nacional o en el sistema de distribuido, que pueden provocar la presencia de una mayor cantidad de apagones, mayor pérdida de carga o comenzar a colapsar en ciertas zonas de las líneas de distribución, ya que el sistema interconectado mexicano es muy antiguo y ha tenido poco mantenimiento y por ello se corre el riesgo de que los hogares tengan intermitencia en el sistema de energía”.
Acotó que se vislumbra que la mayoría de las controversias o arbitrajes que se presentaron tanto en Estados Unidos como en Canadá van a salir favorables para las empresas, y serán presentadas ante el gobierno mexicano y señalaron que hay un incumplimiento y, por lo tanto, México tendrá que pagar ciertas multas y perder el tratado comercial por lo que es necesario revisar sus procedimientos para evitar esas sanciones.