Alas de la Memoria es un espacio de creación literaria de la Facultad de Humanidades a cargo del Dr. Noé Blancas. <s/sup>
Plácida,
sin anclas, sin amarras, a la orilla
tus barcas, amanecías. Frustrados,
pescadores, mis redes
ajenas al océano –vida y forma–,
se enfriaban, ya vacías
de tus oleajes, a tu partida,
huérfanas.
Heridas
amorfas, sin sus clavos, florecen
en mis manos, como en los troncos
truncos, los símbolos grabados
en el todavía carne tallo;
los bordes adversarios no se unen,
mas se huyen.
Antiguas, no cerradas sepulturas,
los días han abierto sus abismos.
A mi voz todo estalla, nada nombro
que no se vuelva sal. Inconcebidos,
los peces se oscurecen. Primitivo
es el mundo o imposible o violento
acantilado. Y sucio. Playa ausente.
Están, dioses coléricos,
naufragando los muelles. Te has marchado.
Ha nacido, a tu espalda, la frontera
donde el fuego y la tierra, donde el aire
y la piedra, donde nada y la guerra.
Te has marchado.
(Amanecías,
plácida.)
Pero antes, un jadeo,
un balanceo antes, un naufragio
antes, y fue el advenimiento
de las redes colmadas, de los frutos;
la roca vuelta brisa, fortaleza
más flor que cementerio; eclipse
de mar en la difusa orilla
–ni vacío ni carne; ni pupila
ni sombra; ni memoria
ni olvido– de tu piel,
que acaricia el abismo. Fue posible
el beso, en el oleaje de tus labios,
del Infierno y la Gloria.
Fue posible.