El ecosistema Tesla y su impacto ambiental en México
08/03/2023
Autor: Dr. Francisco Javier Sánchez-Ruiz
Cargo: Profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable

La inversión anunciada por la compañía Tesla en México en el norte del país, generó una serie de cuestionamientos principalmente por tener la intención de instalarse en una zona geográfica que en los últimos años ha presentado sequías prolongadas, así como una disminución en las precipitaciones. Desde la perspectiva de los climatólogos el norte del país puede seguir presentando este tipo de cambios en el clima y en la atmósfera, aunado al cambio de temperatura que están sufriendo los mares y principalmente la superficie del país, cabe mencionar que este tipo de cambios no solo están presentes en nuestro país, sino que son a nivel mundial, por lo cual se debe atender mediante la búsqueda de alternativas viables en combustibles y generación de energía. 

Una de las características de la empresa que lidera el señor Musk busca precisamente la sostenibilidad energética, bajo diferentes líneas de producción (paneles fotovoltaicos, turbinas eólicas y de calor, baterías de almacenamiento de energía y principalmente autos eléctricos), lo que significa que una de sus metas para el 2050 es la mitigación de los denominados gases efecto invernadero (GEI) que en los últimos años han disminuido en algunas zonas del planeta y en otras más se ha visto incrementado (Evans, 2022), así como la transición energética no solo en los Estados Unidos de Norteamérica, sino en todo el mundo, en su presentación del 1 de marzo el CEO de Tesla mencionó “La Tierra puede pasar a una economía de energía sostenible y lo hará en el transcurso de sus vidas” pero también argumentó que esta economía sostenible se alcanzará sin el uso de combustibles fósiles, por eso mismo la importancia de buscar la transición energética con materiales y procesos más sostenibles de bajas o nulas emisiones de GEI.

Pero ¿será posible que esto se alcance? Una de las características de la nueva tecnología de generación de energía es minimizar la carga de producción de CO2, que significa esto; generalmente se puede considerar que un panel fotovoltaico no genera CO2 en la producción de energía y que esta es totalmente limpia, pero esto es parcialmente verdad, principalmente porque para producir un panel fotovoltaico se requiere de cierta cantidad de energía para la producción de los materiales que componen al mismo panel, es decir, se requiere de energía para producir un instrumento generador de energía limpia, pero estos procesos en la actualidad no son tan sostenibles por lo que continúan teniendo emisiones de GEI, y esto sucede para cada uno de los equipos usados para la producción de energía 100% limpia, por lo cual se buscan alternativas de producción que minimicen la producción de GEI, por lo cual Tesla en su modelo de negocio ha generado alternativas un poco más eficientes en la producción de paneles fotovoltaicos, además de ser más eficientes en la generación de energía, y  ¿por qué hablar de los paneles fotovoltaicos? Una de las razones principales es porque para la producción de autos eléctricos se requieren de paneles de generación de energía, cuáles son las diferencias de los paneles de Tesla con los comunes, esta diferenciación radica principalmente en sus propiedades y características del material, los cuales son provenientes de fuentes renovables, es decir, algunos de ellos se obtienen a partir de desechos o algunos otros mediante proceso de modificación de la estructura del material que los vuelve más eficientes, generando así una parte de lo que Tesla denomina como un ecosistema de producción. El ecosistema de producción del modelo de Tesla tiene la característica de reportar una disminución de 8,000 MTCO2e en cada uno de sus procesos productivos, lo que para el planeta desde la perspectiva ambiental genera un beneficio sustancial (Plötz et al., 2017).

La planta de producción de autos eléctricos que se implantará en nuestro país es parte de este ecosistema que la misma compañía ha creado, lo que significa que la producción de los vehículos con energía sustentable busca el no tener un impacto ambiental en donde se instaure el proceso, esto significa que la planta tendrá procesos de recuperación de energía, agua y cero emisiones al aire de GEI, esto se puede corroborar en las plantas implementadas en Norteamérica, pero cabe mencionar que México tiene un megaproyecto en Sonora para la producción de energía, el cual podría ser considerado el parque fotovoltaico más grande del país y de Latinoamérica, por lo cual Tesla ve a México como un socio comercial, además se tienen yacimientos de litio, por lo cual pueden ser un proveedor de dicho mineral para la fabricación de baterías; aunque en este aspecto se están buscando alternativas de materiales para el almacenamiento de energía, como las baterías poliméricas, grafeno, fularenos, perovskita y materiales inteligentes obtenidos de residuos, por lo que el impacto ambiental puede ser mínimo. 

Esto significa que los beneficios de este tipo de plantas que son parte de un ecosistema de producción son grandes, porque además de tener producción de productos sostenibles apoyan a la economía, al ambiente y a la sociedad, cumpliendo de esta manera el círculo de sostenibilidad. Lo que significa que México estará más cerca de la transición energética, electromovilidad y de un país más sostenible, además de un desarrollo económico más sustentable. 

El desarrollo tecnológico continuará en los próximos años, estaremos más cerca de la producción de H2 verde e H2 gris, que pueden subsanar la carencia de agua, y además propiciar la sustentabilidad energética en el nexo agua-energía-alimentos, pero esto será posible con inversiones y empresas comprometidas con el ambiente, así como con el planeta.



Referencias. 

 

Evans, T. (2022). COP27: Designing a work programme to scale up pre-2030 mitigation ambition and implementation for 1.5 C.

 

Plötz, P., Funke, S. A., Jochem, P., & Wietschel, M. (2017). CO2 mitigation potential of plug-in hybrid electric vehicles larger than expected. Scientific reports7(1), 1-6.