El estudiante-deportista de futbol UPAEP relata sus inicios impulsados por su familia, su llegada inesperada al equipo universitario y su objetivo de ser un líder dentro y fuera de la cancha.
Fernando Serrano encontró en su familia el motor para iniciarse en el futbol. Inspirado por sus hermanos mayores (Sergio, José y Francisco) y su papá, desde pequeño se ilusionó con el balón en los recreos del kínder y en los partidos dominicales donde soñaba con jugar algún día junto a ellos. Su primer equipo se llamó Chivitas, y con ellos no sólo debutó, sino que también fue campeón y goleador del torneo.
“El futbol llegó a mí por influencia familiar. Siempre quise estar en un equipo como mis hermanos. En mi primer torneo fuimos campeones y eso marcó el inicio de mi camino en este deporte”, recuerda con orgullo.
Para Fernando, su familia ha sido el pilar que sostiene su carrera deportiva. “Siempre están presentes, apoyándome, motivándome y corrigiéndome cuando es necesario. Son mi impulso constante y el motor que me inspira a dar lo mejor cada vez que entro a la cancha”.
A lo largo de su trayectoria en el futbol, Fernando ha desarrollado valores fundamentales como el respeto, el compañerismo, la disciplina y el liderazgo. Este último, destaca, es el que más ha trabajado en su etapa como Águila, al convertirse en una referencia dentro del equipo. “Muchos compañeros se acercan a mí para pedirme consejos dentro y fuera del campo. Eso me impulsa a mejorar constantemente como persona y jugador”.
Su llegada a UPAEP fue inesperada. En un partido entre su preparatoria y el Centro de Formación de UPAEP, tuvo la oportunidad de entrar unos minutos al final del encuentro. Lo que parecía un simple cierre de partido, cambió su vida. Anotó cinco goles en apenas diez minutos, lo que llamó la atención del cuerpo técnico universitario. Luego de un proceso de visorias con más de 200 aspirantes, fue uno de los tres seleccionados para integrarse al equipo representativo.
“Decidí jugar en una posición que no era la mía (jugó de mediocampista) porque había demasiados delanteros. Aunque estaba nervioso, me fue bien. Me enfoqué en hacer lo que veía en los profesionales y fui avanzando en los filtros. Cuando me pidieron que me pasara al equipo universitario, no lo podía creer”.
El momento más significativo en su trayectoria como Águila fue la clasificación a la post temporada del 2024. “El partido de ida en la Prepa UPAEP fue inolvidable. Corrí, defendí y competí con todo el corazón (contra la UP Guadalajara). Todo el equipo lo hizo. Aunque la vuelta en Guadalajara fue complicada, lo dejamos todo en la cancha”.
De cara al futuro, Fernando se visualiza como un líder dentro de UPAEP, motivando a las nuevas generaciones y formándose como un profesional que pueda ayudar a su familia. “Quiero ser una inspiración para otros y retribuir todo lo que mi familia ha hecho por mí. Espero tener un buen equipo de trabajo en la vida y ayudar, sobre todo, a mis hermanos y a mi papá”.