La Transición Energética en México
28/04/2025
Autor: Dr. Juan Francisco Méndez Diaz
Cargo: Profesor Investigador Facultad de Ingeniería Ambiental

La transición energética en México es uno de los factores más importantes dentro de las metas globales que se marcan en el país, esto con el fin de obtener mayor aprovechamiento del recurso energético, principalmente de las energías limpias, para asegurar la sustentabilidad, disminuir la contaminación y hacer más eficiente el sector energético del país. El realizar la transición energética del país es un reto considerable pero no imposible, debido a que implica el cambio de manera continua de un modelo basado en la generación de energía mediante combustibles fósiles hacia uno basado en la generación de energía mediante fuentes limpias y renovables, esto con el fin de cumplir dos objetivos principales: el primero, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero para ayudar a mitigar la problemática del cambio climático; y el segundo, cumplir con los compromisos internacionales que se tienen tanto en la producción de energía mediante energías limpias y renovables como en la parte del cuidado y protección del medio ambiente.

Para esto, México debe contar con leyes que permitan la transición de manera más sencilla y rápida; un ejemplo de ello es el marco normativo que impulsa la transición energética, destacando la Ley de Transición Energética (LTE) y la Ley de la Industria Eléctrica (LIE). La LTE establece metas específicas para la participación de energías limpias en la generación eléctrica, con un objetivo del 35% para 2026. Este es un objetivo ambicioso, pero se puede alcanzar si se realiza de manera planeada y aprovechando todo el potencial energético que tiene el país. Otro factor predominante para realizar la transición energética son los acuerdos internacionales en los cuales México se ha comprometido, como lo es el Acuerdo de París, donde se vuelve necesario diversificar la matriz energética de la nación.

El país posee un gran potencial en energías renovables, especialmente en energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica. La región norte y sureste de México presentan condiciones idóneas para el desarrollo de parques solares y eólicos. En el caso de la energía solar, por ejemplo, México cuenta con una irradiación media anual de 6.36 kWh/m², es decir, se puede instalar un panel solar en cualquier parte del país y poder generar energía. En el caso de la energía eólica, en México se encuentran lugares con una velocidad del viento promedio de 12 m/s, cuando los parques eólicos buscan una velocidad promedio de 7 m/s a 9 m/s, es decir, también tenemos una gran capacidad de generación de energía. La generación distribuida también ha crecido significativamente, permitiendo a los usuarios producir su propia energía y contribuir a la reducción de la demanda en la red eléctrica.

Desafíos de la Transición Energética

A pesar de los avances, la transición energética en México enfrenta diversos retos:

  1. Infraestructura y Redes Eléctricas: La integración de energías renovables requiere modernizar y expandir la infraestructura de transmisión y distribución eléctrica.
  2. Regulación y Política Energética: Leyes más flexibles para el impulso de proyectos renovables.
  3. Financiamiento e Inversión: La transición requiere inversiones significativas en tecnología, capacitación e investigación, así como esquemas de financiamiento que faciliten la adopción de energías limpias.
  4. Dependencia de Combustibles Fósiles: Aún existe una alta dependencia del gas natural y otros combustibles fósiles, lo que dificulta la reducción de emisiones y la soberanía energética, por lo que la transición energética se realizará en un periodo largo de tiempo.

Ventajas:

La transición energética en México no solo representa un compromiso nacional e internacional, sino también una oportunidad para el desarrollo económico y social. Las ventajas que se presentan al realizar la transición energética son las siguientes:

  • Reducción de Costos Energéticos: La generación renovable permite disminuir los costos de electricidad en el mediano y largo plazo.
  • Crecimiento de Empleo Verde: La transición impulsa la creación de empleos en sectores como la instalación de paneles solares, mantenimiento de aerogeneradores y gestión de redes inteligentes.
  • Seguridad Energética: La diversificación de la matriz energética reduce la dependencia de importaciones de combustibles y mejora la resiliencia del sistema eléctrico.

Conclusión

México tiene un gran potencial para consolidar su transición energética y convertirse en un líder en energías renovables en América Latina y en el mundo. México es de los pocos países que son privilegiados geográficamente para generar energía tanto de manera convencional como en energías renovables, por lo que sería un error no seguir invirtiendo en la matriz energética. También, es fundamental que el gobierno, la industria, la academia y la sociedad trabajen en conjunto para superar los desafíos existentes y aprovechar las oportunidades que la transición ofrece. La modernización del sector energético es clave para garantizar un futuro sustentable y competitivo para el país.