Lecciones de biotecnología para la vida diaria
¿Y si te dijera que algunos de mis queridos hongos también pueden enfermarnos? Aunque son mis microorganismos favoritos, no todos son inofensivos: muchos de los hongos que se estudian con frecuencia se consideran patógenos, ya que pueden invadir a otros organismos y causarles enfermedades. Sí, así como Ophiocordyceps unilateralis (el infame hongo de “The Last of Us”), que en la vida real es un parásito de las hormigas.
¿Pero no habíamos dicho que los hongos, sin molestar a nadie, transforman el entorno en un lugar mejor? ¿Entonces sí molestan a alguien? ¿Qué lecciones nos dejan para la vida diaria estos hongos “molestosos” (patógenos)?
Esto es justo lo que quisiera que hoy discutiéramos: las lecciones que podemos aprender de los hongos patógenos. Como este es el nivel intermedio del modo hongo, vamos a intentar algo de complejidad intermedia: ser empáticos con los hongos patógenos y entenderlos.
Los biotecnólogos intentamos comprender cómo es la fisiología de estos hongos para poder aplicarla, y esa es la gran lección. Es muy común que se hayan descrito con claridad los mecanismos por los cuales los hongos entomopatógenos (que infectan insectos) actúan sobre sus hospederos, para luego desarrollar estrategias de biocontrol de plagas que no sean tan dañinas como los pesticidas químicos.
Por ejemplo, Beauveria bassiana es un hongo que causa muscardina blanca en orugas, termitas y moscas. Es decir, crece como un moho blanquecino-amarillento que lo invade y mata. Sus esporas se adhieren a la superficie del insecto y, al germinar, penetran su cutícula y forman hifas dentro del cuerpo, lo que lo mata en cuestión de horas. Si las condiciones ambientales le favorecen, del cadáver emergen nuevas esporas capaces de infectar a más insectos. Esta forma de “destruir” insectos es aprovechada por biotecnólogos en todo el mundo como una estrategia para el cuidado de plantas que son atacadas por plagas de insectos (biotecnología comúnmente llamada biocontrol o biopesticida).
Pero esta estrategia tiene un reto: el hongo puede salirse de control e infectar a insectos que no son plagas, como los polinizadores. Por eso, los biotecnólogos han ido más allá con la empatía: además de entender el mecanismo de infección, se han estudiado los metabolitos (micotoxinas) que produce este hongo para “destruir” a sus hospederos.
Una de ellas es la Beauvericina, una micotoxina muy potente: se trata de un hexapéptido no ribosomal que, además de su capacidad insecticida, ha mostrado propiedades antibióticas (inhibe bacterias), proapoptóticas (induce la muerte celular programada, crucial para evitar cáncer), antifúngicas (inhibe a otros hongos, o sea también podría ser un medicamento contra hongos patógenos) y antineoplásicas (impide el desarrollo de tumores malignos), entre otras.
¿Se entiende el punto? Cuando vamos más allá de solo la superficie y entendemos el fundamento fisiológico de la patogenicidad fúngica, siempre encontramos muchas posibilidades de un bien mayor.
Por fortuna, la mayoría de los hongos son inofensivos para los humanos. La mayoría crecen como saprófitos en la naturaleza, sobre material orgánico muerto, encargándose del reciclaje del carbono en el suelo y otros ambientes (esto lo detallaremos cuando hablemos del modo hongo nivel difícil en la próxima entrega).
Sin embargo, también se han descrito cerca de 50 especies de hongos que pueden causar enfermedades en humanos. En general, provocan micosis leves o superficiales como el pie de atleta. En algunos casos, sobre todo en personas con defensas bajas, pueden causar micosis sistémicas e incluso la muerte. Pero repito: de las cerca de 100 mil especies descritas, solo unas 50 son patógenas para los humanos.
Como vemos, es más productivo ser empáticos con los hongos patógenos que tenerles miedo. En nuestra vida diaria también, las dificultades o las “partes incómodas” pueden enseñarnos, transformarnos o movernos a actuar de forma diferente. La próxima vez que pienses en un "problema", recuerda: hasta los hongos que enferman pueden enseñarnos a curar. A veces, las respuestas más valiosas nacen de donde menos lo esperamos.
Cualquier cosa que quieras preguntarme de lo que escribo, dímelo: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.. En cuanto pueda te contestaré, y si no tengo la respuesta, sé que mis colegas de la Facultad de Biotecnología nos podrán ayudar. Sigo aquí, con las lecciones de biotecnología para la vida diaria.