El cambio hacia la transición energética es un camino largo y complejo para cualquier nación del mundo, de acuerdo a su definición la transición energética es el cambio de manera paulatina y ordenada de las energías mediante combustibles fósiles, hacia las energías limpias y renovables, al tener esto como base, la transición energética necesita de bases sólidas, como inversión tanto nacional como extranjera, investigación y apoyo gubernamental de nuevas leyes que faciliten mas los pasos para llevarlo a cabo.
En México el panorama en esta transición se puede volver más difícil, si no contamos a partir de ahora con mecanismos fuertes de apoyo hacia la generación de energía mediante energías renovables y limpias, siendo que México cuenta con alto potencial de generación en esta rama.
México en los últimos años a presentado avances poco tangibles, de acuerdo a la SENER en el año 2021 el 24.9 % de la producción de electricidad de la nación venía de fuentes renovables y limpias lo que era un excelente paso, pero para el año 2023 la cantidad de generación disminuyo al 21.5 %, marcando un retroceso significativo, esto debido a las nueva políticas y al no apoyo en el sector, no llegando al objetivo el cual era del 35 % de generación limpia y renovable para 2024 establecida en la Ley de Transición Energética. Pero de acuerdo a la planeación que menciona “Energías renovables: el camino hacia la seguridad energética en México. 2024”, Mexico podría llegar a obtener entre 36 % y 45 % de generación eléctrica limpia y renovable para el 2030, esto depende directamente de la inversión directa, externa, investigación y a la mejora de las políticas públicas que puedan facilitar el camino para llegar al objetivo de manera certera.
En la parte de las energías renovables, la energía solar se ha consolidado como una de las tecnologías más dinámicas y con mayor potencial de crecimiento no solo en México si no a nivel mundial con un aumento constante en la instalación de parques fotovoltaicos y al incremento del desarrollo tecnológico haciendo más eficiente la generación de energía. México por su parte cuenta con una franja solar envidiable a nivel mundial teniendo un promedio de 5.5 a 6 horas solares pico ubicando al país entre los mejores del mundo en irradiación solar, es decir sin ningún problema se puede instalar paneles en cualquier punto de la república y estos generarían energía sin ningún inconveniente en el aspecto de la radiación, y como siempre menciono se podría tener un SOLMEX y un PEMEX y aportar más libertad energética en la nación.
Para diciembre de 2024, México llego 12.6 GW de capacidad solar fotovoltaica instalada, de los cuales 8.2 GW corresponden a generación a gran escala y 4.4 GW a generación distribuida (sistemas menores a 0.5 MW).
“Energías renovables: el camino hacia la seguridad energética en México. 2024” Menciona que en términos de producción, la energía solar aportó alrededor de 27.5 TWh en 2024, lo que representa un 7.6 % de la generación eléctrica nacional. Combinada con la energía eólica, ambas tecnologías cubrieron cerca del 25 % de la demanda eléctrica, lo que ha permitido disminuir la dependencia del gas natural importado.
El crecimiento de esta industria también ha tenido un impacto económico importante. La Asociación Mexicana de Energía Solar (ASOLMEX) reporta que la inversión acumulada en el sector supera los 13 000 millones de dólares y ha generado más de 115 000 empleos a lo largo de la cadena de valor, asimismo, el 60 % de la capacidad solar a gran escala se concentra en Sonora, Aguascalientes, Chihuahua y Coahuila, mientras que los estados líderes en generación distribuida son Jalisco, Nuevo León, Chihuahua y Guanajuato.
Mirando hacia 2030, el potencial es aún mayor: se estima que la capacidad fotovoltaica instalada podría alcanzar los 30 GW, con una proporción cercana al 60 % en proyectos de gran escala y 40 % en generación distribuida de acuerdo a la información de mercado de energía solar en México 2024. Esto significaría casi triplicar la capacidad actual y garantizar que la energía solar sea un pilar fundamental en el cumplimiento de los compromisos de México en materia de mitigación de emisiones de CO₂ y transición energética, pero como se mencionó con anterioridad este se podrá lograr siempre y cuando el Plan México en la parte Energética se realice de manera objetiva
Para que México avance en su transición energética de manera sostenida, la expansión de la energía solar tanto en gran escala como en generación distribuida es estratégica. No obstante, será necesario seguir invirtiendo en la modernización de la red eléctrica nacional, establecer mecanismos de financiamiento accesibles y lo más importante desde mi perspectiva tener un marco regulatorio que incentive la inversión privada y la innovación tecnológica. La energía solar no es solo una alternativa; es una pieza esencial para garantizar un sistema energético sostenible, confiable y competitivo para las próximas décadas.