“El poder del liderazgo: Transformando equipos, inspirando resultados”
15/10/2024
Autor: Dra. Eva María Pérez Castrejón
Cargo: Jefa de promoción de Posgrados y Modalidades a Distancia

Muchas veces las crisis de los grupos de trabajo no se solucionan invirtiendo grandes cantidades de dinero, sino en las personas que colaboran y por supuesto en los tipos de liderazgo que son detonantes fundamentales para las transformaciones organizacionales y el cumplimento de las metas. 

En primer lugar, tener una comunicación efectiva, no por la cantidad de narrativas o largos discursos que los líderes transmiten por diferentes herramientas de comunicación, sino porque el mensaje cumpla su objetivo. La comunicación debe ser clara y empática con las necesidades de las personas en las que casi nunca se piensa. 

Debido a que la dinámica laboral difícilmente da la posibilidad de hacer pausas para reflexionar si la forma de liderar es efectiva o solo se está viendo una parte de las funciones, acciones y necesidades de los equipos, es forzosa una visión de 360 grados que posibilite una transición exitosa, para percibir las necesidades reales que no dependen solo del dinero.

Frente a esto, pareciera que aún no se ha alcanzado a entender la evolución del tipo de liderazgo que necesita la sociedad en este mundo cambiante y globalizado. Da la impresión de que seguimos inmersos en liderazgos del pasado, lineales y autoritarios, solo que ahora están disfrazados de “transformadores” y “colaborativos” sin tomar en cuenta las decisiones y propuestas de los equipos de trabajo, quienes viven el día a día, enfrentan los grandes desafíos, y además saben las condiciones reales.

El poder del liderazgo es la clave para la transformación de los colaboradores y el logro de resultados, el líder inspira a quienes integran su equipo, se convierte en ejemplo de vida y enseña con cada una de sus acciones cómo ser mejores colaboradores, pese a los cambios que se presenten en el entorno inmediato y en el ecosistema. La productividad está relacionada con la calidad de los liderazgos. 

Esto valida la necesidad de líderes reales que sean transformadores, que estén al pendiente de los equipos de trabajo con propuestas y respuestas a las necesidades de sus áreas, y a las necesidades personales que llegan a bloquear el logro de las metas. Si esto se hace posible, seguramente provocará un ambiente organizacional sano y transformador que potencializará las habilidades y competencias de los talentos que son parte de la organización, y que además responderán a las necesidades del mercado.

Líderes, pongamos en práctica con los equipos de trabajo la capacidad de escucha, de observación, de adaptación y flexibilidad, y una transformación que responda a los objetivos organizacionales.