El lado oscuro del mundial: Qatar y la violación de derechos humanos
27/10/2022
Autor: Monica Esquivel Rodríguez
Cargo: Estudiante de Relaciones Internacionales

Estamos a poco tiempo de que inicie uno de los eventos deportivos a nivel internacional más importantes, con mayor afición y que es transmitido en distintas partes del mundo con amplia cobertura, este es el mundial de futbol soccer.

Millones de personas apasionadas del futbol están entusiasmadas por el mundial que tendrá lugar desde principios de noviembre en el país árabe de Qatar. La realización del evento beneficia a los aficionados porque pueden disfrutar de ver a sus selecciones favoritas en acción, y también beneficia al país anfitrión porque aumenta el número de turistas, el flujo económico incrementa y sirve como herramienta para la proyección del país, ya que las miradas se concentran en la sede.

Sin embargo, no todos gozan de los beneficios de la realización de la Copa del mundo 2022, en especial los trabajadores migrantes en Qatar quienes parten de países como Bangladesh, India, Nepal por distintas razones como la pobreza o desempleo, pero siempre con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida, de tener un trabajo, poder generar dinero y ser capaces de ayudar a sus familias. También, es prudente mencionar que la mayoría de los trabajadores migrantes han sido empleados principalmente para las obras realizadas en el estadio Khalifa o Jalifa, pero también para otros sectores como el hotelero (Amnistía Internacional, 2022).

Tristemente los migrantes que son alrededor de 1.7 millones (aproximadamente el 90% de la mano de obra), no logran cumplir ninguno de sus objetivos, pues de acuerdo con reportes de Amnistía Internacional como “Qatar, la copa de la vergüenza”, estas personas son sometidas a un sistema de abusos y explotación, con un salario reducido al que originalmente se les había planteado (como por ejemplo el caso de un trabajador originario de Nepal al que debían pagarle 300 dólares al mes, terminó recibiendo solo 190 dólares por mes), también hay retrasos en los pagos; incluso, los migrantes tienen que pagar a agencias para poder conseguir un trabajo. Aunado a ello, terminan estando en campamentos con condiciones deplorables (en habitaciones para 4 personas con más de 8, con poca higiene y ventilación); y en estos campamentos los empleadores les retienen los pasaportes y como los trabajadores no cuentan con el estatus de residente, estos son obligados a quedarse en la zona de trabajo, imposibilitados de poder salir o regresar a su país de origen hasta que los empleadores lo decidan (Amnistía Internacional, 2016).

La explotación de trabajadores y en general la violación de derechos humanos son temas aparentemente ampliamente conocidos y reconocidos por las distintas sociedades, sin embargo, Qatar es un claro ejemplo de que este tipo de problemáticas no son precisamente del dominio público. De hecho, se puede decir que hace falta identificarlas, reconocerlas y exponerlas, con el objetivo de hacer consientes a las personas para que ejerzan presión a los países, así como a los organizadores, para que busquen soluciones conjuntas a este tipo de problemáticas o en su caso para incentivar a la mejora en este tipo de temas.

Por último, es pertinente llamar a la reflexión de los lectores y de los fanáticos de este deporte a cuestionarse que sistemas y prácticas se están apoyando indirectamente al ver o asistir a esta copa del mundo, pues en teoría este evento debería impulsar la unión y celebración, pero en la práctica lo que se ha conseguido es la explotación de personas que buscan mejora en su calidad de vida. 

 

Referencias

Internacional, A. (31 de marzo de 2016). Qatar, la copa de la vergüenza. Obtenido de Amnistía Internacional: https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2016/03/qatar-world-cup-of-shame/

Internacional, A. (07 de abril de 2022). Qatar: “Creen que somos máquinas”: Trabajo forzoso y otros abusos contra la población trabajadora migrante en el sector de la seguridad privada en Qatar: Resumen ejecutivo y recomendaciones. Obtenido de Amnistía Internacional: https://www.amnesty.org/es/documents/mde22/5388/2022/es/