El pasado 20 de mayo, diez senadores de E.U.A. enviaron una durísima carta al presidente Joe Biden para exigirle que tome medidas contra la política antiempresarial que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha emprendido en contra de las inversiones y operaciones en México de empresas estadounidenses. Les comparto parte del texto de la citada carta.
“…Le escribimos instando a priorizar y atender la reciente agresión del presidente Andrés Manuel López Obrador y su Administración hacia las empresas estadounidenses con inversiones y operaciones en México. Durante más de dos siglos, Estados Unidos y México han desarrollado profundas relaciones culturales, económicas y diplomáticas que han sido fundamentales para crear prosperidad en América del Norte. Un componente central de esta relación es la integración económica que fomenta la inversión que, en 2021, generó más de 661,100 millones de dólares en comercio total. Mientras el mundo emerge de la pandemia y reevalúa el reequilibrio global de las cadenas de suministro, América del Norte está en una posición única para reforzar su liderazgo como un centro de manufactura, ya que las empresas buscan deslocalizar sus cadenas de suministro desde Asia y el resto del mundo…”. Hasta ahí la carta señala una exitosa relación entre ambos países, sin embargo, más adelante el texto señala la gran inconformidad de los senadores hacia el gobierno de AMLO y destacan como ejemplo el caso de la empresa Vulcan Materials.
“…Sin embargo, las recientes acciones del presidente López Obrador y los funcionarios de su gobierno amenazan con socavar la confianza de las empresas estadounidenses en México como destino de sus inversiones. Durante más de treinta años, Vulcan Materials Company ha operado una cantera de piedra caliza en tres parcelas contiguas en Quintana Roo, México. Esta instalación ha traído inversiones y empleos bien remunerados a la región. Sin embargo, bajo el liderazgo del presidente López Obrador, el gobierno mexicano ha tomado numerosas acciones arbitrarias y punitivas contra Vulcan aplicando políticas cada vez más proteccionistas y anticompetitivas que hacen caso omiso del estado de derecho. En 2018, Vulcan inició un procedimiento de arbitraje del TLCAN contra México debido a las acciones arbitrarias y caprichosas que prohibieron a Vulcan operar en dos de las tres parcelas que posee en Quintana Roo. En enero de este año, el presidente López Obrador comenzó a escalar las hostilidades interfiriendo directamente con la capacidad de Vulcan para exportar materiales y haciendo numerosas declaraciones públicas en las que abogaba para que la empresa dejara de explotar las canteras. El 5 de mayo, el Gobierno mexicano, le ordenó a Vulcan el cese inmediato de todas las operaciones de extracción en su única parcela minera activa a pesar de que Vulcan es dueña de esta propiedad y tiene todos los permisos necesarios para operar. Un cierre continuo de las operaciones de Vulcan en México tendrá un impacto directo y negativo en los Estados Unidos, ya que la instalación de Vulcan en México es un componente crítico para la cadena de suministro del sector de la construcción en el sureste de Estados Unidos”.
La carta continúa señalando que este no es el único caso en que las empresas estadounidenses han sido acosadas por el actual gobierno. Desaprueban la retórica antiempresarial de AMLO y lo acusan de generar un ambiente de negocios poco favorable. Señalan como política proteccionista a la reciente aprobación en el Senado de México de un proyecto de ley para nacionalizar la minería y la extracción del litio. Con esta medida proteccionista, las empresas estatales mexicanas tendrán derechos exclusivos para la extracción de litio, que es un mineral crítico utilizado en las baterías de los coches eléctricos, así como para otras tecnologías de última generación. Tanto los congresistas republicanos como los demócratas han expresado su preocupación respecto de las violaciones del presidente López Obrador de las normas económicas y legales que rigen las relaciones entre México y Estados Unidos y su ataque al T-MEC. Si se permite que estas violaciones continúen, socavarán la crucial cooperación económica mutuamente benéfica entre nuestras naciones y alentarán a las empresas a buscar mercados más predecibles y adecuados en otras regiones el mundo. Pareciera que todo esto es intencional por parte del gobierno de AMLO para que E.U.A. decida terminar con una relación histórica y después se le eche la culpa de su fracaso. ¡Qué buen pretexto!