La semana pasada escribí sobre los cambios en los sistemas de gobierno que han venido sucediendo a nivel mundial en los últimos años. Particularmente sobre el riesgo que representa para el mundo la caída de la democracia. Hoy en día vemos con especial atención como se hacen esfuerzos por parte de E.U.A. y la OTAN para evitar la desaparición de Ucrania como estado democrático (o, mejor dicho, como una democracia naciente y cuestionable) debido a la invasión rusa. Hemos sido espectadores del fracaso occidental en pro de la democracia, Irak y Afganistán son un claro ejemplo de los inútiles esfuerzos principalmente de E.U.A. que, por cierto, su democracia también ha sido cuestionada últimamente. No podemos olvidar tampoco los intentos de Rusia y China para desestabilizar el “orden” mundial que prevalecía después de la segunda guerra mundial, aunque a China probablemente no le convenga tanto ya que el declive económico de E.U.A. no le conviene ni al dragón asiático ni a nadie. Pero el caso ruso es diferente. El insaciable totalitarismo de Putin ha puesto en jaque a occidente a tal grado que la invasión de Ucrania ahora ya es considerada como un enfrentamiento entre E.U.A. y Rusia.
Putin amaga con iniciar la tercera guerra mundial si Ucrania se une a la OTAN y los recientes ataques con cientos de misiles a Kiev lo demuestran. Así mismo, es curioso como Corea del Norte ha intensificado recientemente el lanzamiento de misiles balísticos al mar de Japón. En los últimos veinte días han sido casi una decena con capacidad nuclear. Pero, no sólo eso, también ha habido ensayos con aviones militares y otros equipos para posibles ataques contra objetivos de E.U.A. y Corea del Sur. Aunque algunos afirman que no es más que una reacción a los simulacros navales conjuntos entre E.U.A., Corea del Sur y Japón, lo cierto es que Kim Jong-un ha hecho una demostración de su capacidad nuclear alertando a propios y extraños de su poderío. ¿Será que le está enviando un mensaje a Rusia para decirle que, en caso de ser necesario, Corea del Norte le puede ofrecer ayuda para enfrentar a occidente? Sólo hay que recordar que últimamente Rusia ha aumentado su agresividad hacia Ucrania utilizando cientos de misiles y no sabemos si su fuerza apenas comienza o se está diluyendo.
A este desorden internacional hay que agregarle otros elementos como por ejemplo la crisis energética global, la probable recesión mundial para 2023, la no-recuperada cadena global de suministros, el repunte de la COVID-19 en Europa y, a todo esto ¿cuál es el panorama para México derivado no sólo de tomar en cuenta los factores anteriores sino también los problemas internos? Pues, a decir verdad, el panorama no es nada alentador. Al borde de una tercera guerra mundial, seguimos cayendo en nuestra propia desgracia. La destrucción institucional nos ha llevado a la parálisis nacional. Es el signo de los tiempos, dónde la principal misión es destruir todo aquello que pueda generar riqueza. Hay que recordar que este país, hoy en día, se sostiene por su relación comercial con E.U.A. en gran medida gracias al T-MEC. Sin embargo, la institución encargada de la operación del tratado ha sido desmantelada recientemente, primero por la salida de la secretaria de Economía Tatiana Clouthier y también por la salida de Luz María de la Mora subsecretaria de comercio exterior quién llevaba las negociaciones en las consultas del T-MEC, también han dejado la secretaría Marcos Ávalos, jefe de la unidad de prácticas comerciales internacionales y Eduardo Montemayor, director general de normas. Es muy claro que Raquel Buenrostro llegó a la secretaría de Economía para cumplir los caprichos del Rey del Cash y no para defender los intereses nacionales. Como corolario nos damos cuenta que los gobiernos totalitarios tienen la consigna de destruir todo lo que esté a su alcance.
