Al estudiar un doctorado, tarde o temprano, debemos elegir el tema que deseamos desarrollar en nuestra tesis, uno de los productos principales en nuestros estudios y uno de nuestros primeros productos como investigadores. Para tomar una decisión acertada, la revisión de la literatura es un paso esencial en cualquier investigación pues ayuda a asegurar la calidad y relevancia del estudio, y permite a los investigadores conocer el estado actual del conocimiento en un área determinada al identificar los desafíos actuales, así como las oportunidades de investigación. Además, una revisión rigurosa y sistemática puede evitar la duplicación de esfuerzos e identifica la mejor evidencia disponible para responder a una pregunta de investigación. Desde luego, el tema debe apasionar al doctorante y ser importante en el área de estudio. En mi caso, elegí las energías renovables cuya amplitud implicó enfocarlo a las energías aplicadas a la innovación y toma de decisiones.
Para encontrar el enfoque particular, es recomendable una búsqueda general del tema en Google Académico, Elsevier, Mendeley, entre otros, por medio de bibliometrías y mapeos sistemáticos. Al tener las ideas iniciales, el investigador puede optar por hacer una revisión sistemática de la literatura, la cual consiste en una recopilación, análisis crítico y síntesis de múltiples estudios o trabajos de investigación. Dicho proceso busca resumir y sintetizar la evidencia disponible de manera objetiva y rigurosa teniendo como objetivo hacer un resumen exhaustivo de la literatura disponible, pertinente a una o varias preguntas de investigación.
Las técnicas de mapeo de la literatura son útiles pues generan una tormenta de ideas y contextualizan el problema para completar la revisión. Entre los resultados de un mapeo destacan las palabras, frases y tópicos relacionados con el tema principal, como si fuera un libro, para recopilar conceptos y temas clave. Estos también resumen los hallazgos clave de revistas, libros y documentos de trabajo para crear mapas conceptuales. Los objetivos para hacer un mapeo son:
- Alcanzar un conocimiento más profundo del campo de conocimiento.
- Sentar las bases del estado del arte.
- Obtener información sobre las tendencias actuales y los desafíos futuros.
- Identificar los autores más importantes.
Algunas de las herramientas que se usan para realizar el mapeo sistemático son Parsifal, Mendeley y Scholarcy. Con ellas detectamos a los autores clave en el tema de investigación, las lagunas de conocimiento (gaps) y el área de oportunidad.
Otro método utilizado en las revisiones sistemáticas es la bibliometría, que es la aplicación de las matemáticas y métodos estadísticos a toda fuente escrita que esté basada en las facetas de la comunicación y que considere los elementos tales como autores, título de la publicación, tipo de documento, idioma, resumen y palabras claves o descriptores. En cuanto a herramientas, Covidence, Rayyan, EndNote, Mendeley y Zotero pueden ayudar a los investigadores a gestionar la revisión de la literatura, la extracción de datos y el análisis. Para la bibliometría, se pueden utilizar herramientas como Web of Science, Scopus, Google Scholar y Bibliometrix, que permiten analizar la producción científica de autores, instituciones, revistas y países, para lo que se necesita tener conocimientos de Microsoft Excel, Microsoft Word y Biblioshiny – Bibliometrix, esta última una biblioteca del lenguaje de programación R.