En la actualidad, paradigmas como la Industria 4.0 o la Sociedad 5.0 reconocen la importancia de impulsar y mejorar la educación en las disciplinas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, por sus siglas en inglés). Lo anterior se debe a los beneficios y retos que han generado los rápidos cambios tecnológicos de los últimos años. Por un lado, los paradigmas anteriores han promovido la digitalización de actividades que van desde la producción hasta la comunicación, con lo cual se ha mejorado la eficiencia de los procesos asociados. Sin embargo, la digitalización también ha incrementado la complejidad de nuestras interacciones al introducir diferentes plataformas donde se genera una gran cantidad de datos. Así, es necesario coordinar plataformas y analizar datos.
Dentro de las disciplinas STEAM, las matemáticas proporcionan herramientas para desarrollar un pensamiento estructurado y crítico respecto a los retos de coordinación y análisis que enfrentamos en la actualidad. Sin embargo, en países como México, el acercamiento a las matemáticas es un reto adicional. Lo anterior se explica por factores que van desde lo económico hasta lo social. Curiosamente, es fácil lidiar con los factores económicos pues lápiz y papel son suficientes para hacer matemáticas. Sin embargo, lidiar con las barreras sociales en torno a las matemáticas suele ser más complicado. Particularmente, la idea de que las matemáticas son una disciplina árida y difícil de entender está bastante extendida en la sociedad.
En los últimos años, se han hecho esfuerzos para acercar las matemáticas desde una perspectiva lúdica. Por medio de juegos, pláticas o películas, se ha buscado que los niños pierdan el miedo y se interesen en los conceptos matemáticos. Es decir, promover una vocación matemática desde la infancia. Aunque todavía la divulgación matemática está lejos de tener un impacto masivo, hay ejemplos donde este tipo de actividades han logrado consolidar trayectorias profesionales. Por ejemplo, la del matemático Terence Tao.
En 2006, Tao recibió la Medalla Fields por demostrar que es posible construir progresiones aritméticas infinitas sólo con números primos. Por ejemplo, 2, 7, 12, 17, … es una progresión infinita que se obtiene al sumar 5 a cada número. Sin embargo, el 12 no es un número primo pues es dividido por 3 y 2, que son primos. Dada la arbitrariedad de los números primos y la simpleza de las progresiones aritméticas, la intuición nos indica que eventualmente obtendremos números no primos al ejercer alguna operación básica sobre un número previo. Tao demostró lo contrario: siempre es posible generar un primo.
Tao también es reconocido por su participación en competencias y congresos divulgativos desde muy niño. Quizá, actualmente, sea más reconocido por su foto a los 10 años con Paul Erdös, de 72 en el año 1985. Este último es recordado por su colaboración con más de 5,000 matemáticos y sus múltiples aportaciones matemáticas. A pesar de la fama y la importancia de Erdös en el momento de la foto, ésta los muestra concentrados en la resolución de un problema matemático en un ambiente informal. Por ello, Erdös también recibió el premio Wolf por promover el pensamiento matemático internacional, tal como lo muestra la consolidación de Tao como uno de los matemáticos más importantes de la actualidad.