Al digitalizar documentos, transformamos su versión física en una imagen digital que se puede almacenar y distribuir fácilmente. Con ello, los usuarios pueden encontrar rápidamente documentos de interés, hecho que no sólo ha impactado positivamente los procesos de producción sino también los de aprendizaje. En esto último, la digitalización de contenido tiene un significado más amplio pues las tecnologías de información y comunicación permiten transformar recursos pedagógicos en imágenes, pero también en entornos virtuales más complejos. Por ejemplo, presentaciones interactivas, exámenes que se califican en automático, o cursos donde la interacción profesor-estudiante no es simultánea.
Dada la naturaleza abstracta de las matemáticas, la digitalización de contenido matemático representa un reto importante para todas las universidades. Al ser un lenguaje simbólico y formal, su comunicación virtual debe ser accesible para quienes quieran utilizar este tipo de recursos pues la experiencia de aprendizaje se vuelve personalizada. En este sentido, la digitalización de las matemáticas debe cuidar la gestión del tiempo y de los espacios virtuales que se utilicen. Por un lado, la evidencia empírica señala que los estudiantes dedican 25 minutos en promedio a estudiar matemáticas por día, y pierden la concentración en videos matemáticos que sobrepasen los 5 minutos. Entonces, se recomienda digitalizar contenido matemático considerando una cognición distribuida; es decir, utilizar diferentes herramientas, aplicaciones, lenguajes tecnológicos y entornos para generar conocimiento matemático. Por ejemplo, uso de presentaciones con Genially y evaluaciones provenientes de Khan Academy, respaldadas por notas de clase y videos.
Es importante resaltar que la digitalización de contenido matemático debe tener un objetivo claro. Por ejemplo, generar en los estudiantes la capacidad de matematizar, lo cual implica desarrollar en los estudiantes la capacidad de establecer modelos matemáticos para resolver un problema. Es decir, las matemáticas deben orientarse a la contextualización, generación de interrogantes, y a la relación entre el lenguaje simbólico y formal, para generar representaciones abstractas de un problema que ayuden a su resolución y a su generalización.
Desde antes de la pandemia, el Área de Matemáticas de la UPAEP ha dedicado esfuerzos para generar y digitalizar contenido matemático. Esto ha facilitado la transición hacia las modalidades de educación remota e híbrida. Por ejemplo, se creó un taller digital autogestionable donde los estudiantes pueden revisar conceptos básicos de matemáticas en el momento que quieran y las veces que quieren. Considerando este tipo de experiencias, también el área participa en un proyecto interinstitucional con FIMPES para la generación de un curso nivelatorio dada la necesidad de mejorar y perfeccionar tanto el diseño como la estructura de los cursos digitales.