En un contexto universitario donde compartimos espacios, tiempo y experiencias, surge una responsabilidad que a menudo pasa desapercibida: el cuidado del entorno. Conscientes de esta necesidad, un grupo de estudiantes, junto con docentes y colaboradores de UPAEP, desarrollamos una campaña con un objetivo claro: motivar a la comunidad a tomar acción en favor de nuestra casa común. No se trata sólo de una iniciativa ecológica, sino de una llamada a la conciencia colectiva sobre pequeños actos que reflejan nuestro compromiso diario con los demás.
Un objetivo compartido
La campaña buscó resolver comportamientos comunes que afectan la vida universitaria cotidiana: tirar basura fuera de su lugar, dejar desorden en las aulas, ignorar las reglas básicas de convivencia como respetar las áreas peatonales. Lo que parecía mínimo, se convirtió en símbolo de algo mayor: la forma en que asumimos (o evitamos) nuestra responsabilidad compartida.
¿Soy un verdadero líder?
Esa fue la pregunta que guió toda la campaña. Bajo el concepto creativo “¿Soy un verdadero líder?”, buscamos invitar a la reflexión y cuestionamiento personal. Porque el liderazgo no siempre se expresa en grandes acciones visibles, sino en los pequeños actos de coherencia diaria. Así, el mensaje central fue: no se trata de señalar culpables, sino de hacernos cargo. Si todos compartimos el espacio, todos somos responsables de su cuidado.
Una construcción conjunta
Desde el inicio supimos que el mensaje no podía venir solo de un sector. Por eso, estudiantes, maestros y colaboradores nos unimos en la creación. El proceso comenzó con una conversación abierta sobre incidentes reales que hemos presenciado dentro de la universidad. De ahí surgió una lluvia de ideas que desembocó en el concepto final y en la estructura de la campaña, que dividimos en tres fases estratégicas:
- Cuestionamiento: Despertar la conciencia individual con mensajes provocadores.
- Evidenciar: Mostrar realidades que muchas veces normalizamos.
- Retos: Invitar a la acción concreta, promoviendo pequeñas metas comunitarias.
Utilizamos redes sociales y carteles dentro del campus como principales canales de difusión, asegurándonos de que el mensaje llegase a distintos públicos dentro de la comunidad universitaria.
Críticas, aprendizajes y convicciones
Como parte de la fase uno, uno de los copies que publicamos fue:
"Escuchamos, no juzgamos. El liderazgo transformador no es para cualquiera, es para los más valientes." Este mensaje buscaba enaltecer el valor de actuar con conciencia, nuestra intención fue reconocer que la valentía también está en quienes luchan día a día, incluso desde su propia vulnerabilidad. Quizás no todos lo comprendieron así, por eso valoramos el diálogo que se generó, pues entendimos que comunicar no es solo decir, sino también escuchar y ajustar.
La respuesta general ha sido positiva, y lo más valioso que descubrimos es que la campaña empezó a tener impacto desde su proceso de construcción. El trabajo colaborativo fortalece la empatía, el sentido de comunidad y el compromiso entre nosotros. Entendimos que un cambio real no inicia con los carteles, sino con el esfuerzo de escucharnos, entendernos y caminar juntos.
Conclusión
Esta campaña no tiene final. Porque cada día, cada pasillo, cada salón, nos vuelve a preguntar:
¿Soy un verdadero líder?
La respuesta no se da con palabras. Se demuestra en lo que eliges hacer, incluso cuando nadie está mirando. Porque la UPAEP no se cuida sola. La cuidamos tú, yo, todos. Y si lo hacemos juntos, podemos construir un entorno más limpio, más respetuoso, más nuestro. La campaña continuará ahora desde la muestra en imágenes, de realidades que a veces normalizamos y nos plantea nuevamente la pregunta ¿Soy un verdadero líder?