Los Nanosatélites representan hoy en día una de las más grandes oportunidades para que México se consolide en la carrera por el espacio.
En el marco del Primer Foro Aeroespacial Mexicano, desarrollado en UPAEP, se llevó a cabo la conferencia “Tecnología satelital para el mercado mexicano”. Dicha conferencia fue impartida por el Ing. Ángel García Hernández, Director del Laboratorio Espacial Colibrí de la Universidad Panamericana.
El Ing. García Hernández compartió su amplia experiencia como diseñador de satélites y su contribución en diversos proyectos, incluyendo el programa Pakal y el destacado proyecto AzTechSat. Durante su presentación, enfatizó la importancia de la colaboración interuniversitaria en este campo y señaló que proyectos como AzTechSat, que involucran a varias instituciones educativas, son fundamentales para brindar a los estudiantes oportunidades valiosas en el ámbito aeroespacial y para despertar el interés de empresas privadas en apoyar la formación de futuros ingenieros espaciales.
El especialista en diseño satelital, resaltó la relevancia de estos dispositivos en diversas aplicaciones globales, desde la logística y el seguimiento de aeronaves hasta la observación de lugares remotos. Explicó de manera concisa cómo funcionan los satélites y qué se necesita para ponerlos en órbita. Además, subrayó los desafíos técnicos y financieros que enfrenta cualquier país que aspire a establecer un programa aeroespacial.
En este sentido, mencionó que México se encuentra rezagado en comparación con otras naciones en el campo de la ingeniería espacial debido a los altos costos asociados. Sin embargo, señaló ejemplos de empresas privadas, como SpaceX, que han invertido significativamente en esta industria y han logrado avances notables a través de la experimentación y la innovación constante.
En sus palabras finales, Ángel García enfatizó la importancia de establecer relaciones sólidas entre el gobierno, las empresas y las universidades en México para impulsar la industria aeroespacial en el país. Destacó los múltiples beneficios que pueden derivarse de esta colaboración, desde avances tecnológicos hasta oportunidades de empleo y desarrollo económico.
Este evento no solo inspiró a los futuros ingenieros espaciales, sino que también subrayó la importancia de la educación superior y la colaboración en la búsqueda de avances científicos y tecnológicos en el campo aeroespacial.