Estudio CIIE-UPAEP–INSP asegura que reemplazar botanas ultraprocesadas por pistaches o mix de frutos secos reduce significativamente el consumo de azúcares añadidos y sodio, mientras aumenta la ingesta de fibra, grasas saludables y minerales esenciales.
UPAEP, a través del Centro de Investigación e Inteligencia Económica (CIE UPAEP), presentó los resultados de un estudio realizado en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad de Washington, que revela el impacto positivo que puede tener la incorporación del pistache y otras oleaginosas en la calidad de la dieta de los mexicanos.
La investigación se basó en los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012 y 2016, analizando patrones reales de consumo en miles de hogares mexicanos.
Durante la conferencia de prensa, participaron el Dr. Alfonso Mendoza Velázquez, Director del CIE UPAEP; la Dra. Sonia Rodríguez Ramírez, jefa del Departamento de Alimentación, Cultura y Ambiente del INSP; y la Mtra. Ana Elena Pérez Gómez, profesora del Departamento de Nutrición y colaboradora del CIIE-UPAEP.
Alfonso Mendoza explicó que el estudio analiza el posible efecto de sustituir botanas de alta densidad energética —como papas fritas, galletas y dulces— por pistaches o un mix de frutos secos.
De acuerdo con datos de ENSANUT. En 2012, las botanas procesadas representaban 22.7% de la energía diaria en niños y 16.6% en adultos. Para 2016, la reducción fue mínima: 19.8% en niños y 14.7% en adultos.
“Esto demuestra la persistencia de un patrón de consumo problemático”, advirtió Alfonso Mendoza. “Son productos calóricos, pobres en nutrientes y vinculados al aumento del sobrepeso y la obesidad en México”.
Agregó que, aunque existen impuestos y regulaciones que limitan el consumo de ultraprocesados desde 2014, su efecto ha sido insuficiente. Por ello, el estudio propone explorar estrategias que promuevan activamente snacks nutritivos, como los pistaches.
La Mtra. Ana Elena Pérez detalló la metodología empleada: Análisis de la frecuencia de consumo de más de 124 alimentos listados en ENSANUT. Identificación precisa de las kilocalorías provenientes de alimentos ultraprocesados.
Aplicación de tres modelos:
- Modelo 1 – Sustitución por pistaches. Las calorías consumidas en botanas procesadas se sustituyen por calorías equivalentes de pistache.
- Modelo 2 – Sustitución por mix de frutos secos. Se reemplazan las mismas calorías por cacahuates, semillas de calabaza o nueces, alimentos culturalmente aceptados y alineados con la Guía Alimentaria Mexicana.
- Modelo 3 – Adición de pistache. Sin sustituir otros alimentos, se agregan pequeñas porciones de pistache (entre 10 y 28 gramos según grupo de edad).
En todos los casos se aplicó el índice de calidad de la dieta NRF 9.3, reconocido internacionalmente, que evalúa el balance entre nutrientes recomendados y aquellos críticos como sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas.
Alfonso Mendoza destacó que los tres modelos mostraron beneficios medibles en todos los grupos de edad y niveles socioeconómicos.
Los niños y adolescentes fueron quienes mostraron mayor mejoría.
El consumo de pistaches reduce significativamente azúcares añadidos y sodio.
Mejora la ingestión de fibra, grasas saludables y minerales esenciales.
Agregar incluso pequeñas porciones de pistache no aumenta el consumo de azúcar o sodio y sí eleva la calidad del perfil nutricional.
“Esto respalda la idea de promover alternativas nutritivas como parte de políticas integrales de alimentación”, afirmó el investigador.
Sonia Rodríguez subrayó que el país enfrenta simultáneamente obesidad y deficiencia de micronutrientes, por lo que este tipo de sustituciones alimentarias pueden tener un impacto relevante.
“Reemplazar alimentos densos en energía y altos en sodio y azúcares por pistaches o mezclas de nueces ofrece una fuente importante de ácidos grasos saludables, vitaminas y minerales”, señaló.
La especialista celebró que México tenga actualmente políticas alimentarias alineadas: Impuesto a alimentos ultraprocesados. Etiquetado frontal de advertencia. Lineamientos para alimentos en escuelas.
Ana Elena Pérez invitó a la población a incorporar pistaches y otras semillas en su vida diaria. “A veces pensamos que mejorar la nutrición requiere cambios drásticos, pero pequeños ajustes como consumir más oleaginosas y menos ultraprocesados tienen un impacto enorme en la salud”.
Asimismo, destacó que las recomendaciones se basan en cantidades que la población mexicana puede asumir, tanto en hogares urbanos como rurales.
El estudio demuestra que sustituir o añadir pistaches en la dieta mexicana mejora la calidad nutricional, reduce el consumo de nutrientes críticos y ayuda a combatir la doble carga de malnutrición que enfrenta el país.
Los expertos coincidieron en que este tipo de evidencia debe aprovecharse para fortalecer estrategias nacionales de alimentación saludable, promover alternativas accesibles y orientar a la población a tomar decisiones informadas sobre su dieta.
















