El arte en cualquier forma existe desde el principio de los tiempos, incluso antes de que el ser humano dijera lo que era. Empieza desde los paisajes que la naturaleza nos regala todos los días de nuestras vidas, y no solo hablo de atardeceres, sino que también incluyo el canto de los pájaros, el ruido de las hojas cuando el viento sopla, el sonido del mar o incluso el de la lluvia y los relámpagos.
Después, viene todo aquel arte artificial, aquel hecho por el ser humano. Incluye a la pintura, la escultura, la música, la literatura, la arquitectura, la danza, etc. Y cada una de estas corrientes del arte tiene una forma de ejecución distinta, sin embargo, todas tienen el mismo fin: la catarsis. Cualquier buena obra de arte te provocará catarsis, te hará sentirte inmerso en lo que vivas y presencies, te enganchará y te identificarás con ella.
El arte es un aspecto de la vida humana particularmente bello, extraño y diverso que logra consolidar y unir a muchas personas aparentemente distintas. Por sí mismo, el arte es capaz de empatizar con cientos e incluso modificar o poner en duda muchas narrativas individuales o comunitarias, otras veces, simplemente las refuerza.
Hablar de arte, conocer de arte, y sensibilizarnos al arte es una capacidad que debe ser desarrollada durante toda nuestra vida, pues el arte, es este otro lado que usualmente consideramos contrario a lo que es o debería ser una persona exitosa, o plena; ya que si pensamos en estos dos adjetivos, visualizamos a alguien intelectualmente inteligente, poderoso, rico y probablemente con una vida social y familiar bastante buena, pero nos olvidamos del arte, que es mucho más allá de escuchar música famosa, mirar una pintura o escultura y decir “está bonita” o de presenciar un recital de baile o una obra teatral y solo ir y calentar el asiento. No, sensibilizarte con el arte, es entender qué es lo que lo hace ser tan especial, cuáles fueron las intenciones del autor para que así te pueda generar una catarsis a partir de la realidad en la que estás viviendo.
Es entonces que, a través del arte, nos permitimos alcanzar un nivel de plenitud mucho mayor que del que teníamos conocimiento, pues compartir, presenciar, crear e intercambiar arte es parte de las bellezas que la vida ofrece.
Como todo, hay personas que contemplan el arte y hay personas que crean el arte, y sin embargo considero que no es necesario tener algún talento o aptitud para ser cualquiera de estas personas, mientras vivas y hagas de la obra de arte parte del momento, serás auténtico en todos los sentidos.