El Rector de la UPAEP compartió sus puntos de vista sobre la situación que se vive en la UDLAP y un análisis respecto de la nueva Ley de Educación Superior en el Estado.
“Hemos manifestado y reiteramos nuestra solidaridad con la Comunidad universitaria de la UDLAP, confiando en que esto pueda ser solventado. Como sociedad debemos señalar que no podemos admitir este tipo de irrupción violenta que se tuvo en el campus universitario, porque afectó la vida de ese centro, de lo que son las dinámicas de espacios de estudio que no tienen nada que ver con una vertiente violenta, que no había razón para esperar que hubiese alguna contraparte o resistencia”, indicó el Dr. Emilio Baños Ardavín.
Durante su intervención cotidiana en el espacio informativo de Fernando Canales, transmitido hoy en Ultra Radio, reiteró que los espacios universitarios, son recintos sagrados que deben ser respetados y valorados, por eso lo ocurrido hace unos días (la toma de las instalaciones de la UDLAP) vulnera ese espacio educativo.
“Eso es lo que señalamos con insistencia: no estamos de acuerdo ni nos podemos acostumbrar a ese tipo de escenarios”, señaló; y precisó que la situación en esa universidad poblana deberá ser resuelto por los tribunales apegados al Estado de Derecho.
Asimismo, aprovechó el espacio radial para analizar la Ley de Educación Superior recientemente aprobada en el estado. Recordó que en meses anteriores se discutió la Ley de Educación Superior en el país, una Ley que tenía más de cuarenta años de no ser actualizada y que, después de un trabajo de consulta con todos los actores de la sociedad, empresarios, organizaciones sociales y desde luego la academia, se mandata que todos los Estados discutan y aterricen esta Ley Federal a la Ley Estatal; eso se dictaminó de manera a su parecer Favorable la semana pasada en Puebla.
“Sabemos que Puebla es una entidad eminentemente universitaria y esto es una fortaleza, un gran pilar del desarrollo de nuestra sociedad, pero hay que aceptar que aún tenemos mucho trecho que recorrer para asegurar que esto se dinamice al máximo y llegue a desarrollar todo el potencial”, estableció.
Valoró de manera favorable la participación de los diferentes sectores en la Ley, para que planifiquen en conjunto con la autoridad qué se espera de la educación superior.
Estarán sectores como el empresarial; pero también todo lo que es el aporte de la cultura, el cual considera al medio universitario como un foco para no solo recuperar y tener vigentes las vertientes culturales y tradiciones, sino potenciarlas; el sector social todo lo que tiene que ver con la política pública, etc.
Otro aspecto muy positivo -dijo- es lo que tiene que ver con un andamiaje que vele por la calidad educativa de las instituciones.
“Esto realmente es algo muy valioso que todavía se tiene que reglamentar y aterrizar en las reglas del juego específicas, pero hay que poner sobre la mesa que hubo una época de 20 años para acá donde con poco criterio se estuvieron autorizando muchísimas instituciones de Educación Superior o Universitaria, de más de 2 mil universidades privadas registradas en el país, apenas un 5% tienen una acreditación de calidad institucional formal, pero hay otra paradoja, ese 5% representa más del 60% de la matrícula del país”, apuntaló.
Otro aporte que celebró el académico es el tema de la gratuidad total de la educación impartida por el estado, sin embargo, considera que para las condiciones que guarda el país es una cuesta muy difícil de librar.
“Es un reto fenomenal, no está claro cómo se va a resolver, todos sabemos las necesidades que tenemos presupuestales en el país y en fin ahí está ese tema muy positivo en el aspecto de atender necesidades que tiene el país, pero con un reto descomunal a nivel presupuestal” reiteró.
Por otro lado, lamentó que no se incluyeran y capitalizaran los aprendizajes que la pandemia ha dejado en materia educativa; las digitalizaciones, trabajo a distancia, los estudios por cuenta de los chavos, las actividades síncronas, asíncronas, y la multimodalidad no se incorpora en esta Ley que de alguna forma se genera post pandemia; “creo que vamos un poco atrás para explorar nuevas modalidades”.
Otro tema que llamó la atención del Rector es sobre cómo se burocratiza el otorgamiento del Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (REVOE) para programas de las instituciones, “esto es malo y bueno porque obedece a un control que se quiere tener sobre la calidad de las instituciones, pero a nuestro gusto si es una carga burocrática tremenda la que se le carga a la SEP principalmente, porque tendrá que tramitar una cantidad brutal de trámites y esto podría generar el atraso de otros procesos a cargo de la Secretaría”.