El Mtro. José Antonio Luna Alarcón cuenta con 13 años de experiencia impartiendo materias en el departamento de Formación Humanista a través de las cuales comparte toda su experiencia y pasión por la cultura y el conocimiento a sus alumnos.
Amante del arte taurino, llega en 2008 a UPAEP para presidir el Círculo de Estudios Taurinos y descubre, a través de estas charlas, su pasión por ser docente para más tarde encontrar también su gusto por las materias de Formación Humanista, las cuáles empezó a impartir desde 2012 como profesor de tiempo completo, labor que le ha valido para ser premiado con el reconocimiento al Mérito Docente.
El Mtro. José Antonio Luna Alarcón, relató que llegó a UPAEP después de 25 años de trayectoria en Sección Amarilla, donde desempeñó diferentes cargos, entre ellos el Gerente Regional para los estados de Tlaxcala, Puebla y Veracruz. Sin embargo, confiesa que su pasión por el estudio y el conocimiento le obligaban a regresar a la universidad a tomar cursos e incluso pedir permiso en sus trabajos para poder asistir a algunas conferencias.
Así, cuando fue invitado en UPAEP para presidir el Círculo de Estudios Taurinos y después para impartir materias de Formación Humanista, es cuando descubre que le gusta dar clases.
“Lo vine a descubrir tarde, pero a través de estas materias me di cuenta que me gusta el trato con los alumnos. Cuando empecé a trabajar con ellos me di cuenta que me gusta comunicar, transmitir mi pasión por la vida, por el conocimiento por la formación humanista y el arte”, expresó.
Recordó que cuando inició las clases muchos de sus estudiantes no sabían nada de toros, e incluso tuvo una estudiante que al finalizar el semestre le dijo valientemente ‘No me gustan los toros y nunca me van a gustar, pero con esta materia me empecé a enamorar por el arte’.
Y es que a través de la materia que se llamaba “La Cultura al Servicio del Pueblo”, el profesor José Antonio Luna, les mostraba la relación del toreo con las artes: pintura, escultura, música, literatura y cine.
“Se piensa que el toreo es únicamente, en el caso de la música, paso doble y flamenco y no; hay rock, pop, música ranchera, corridos, hay diversos géneros. Entonces Iban aprendiendo y les encantaba y yo me sentía contento de poderlos ir enamorando y que se acercaran cada vez al arte”, confesó.
Compartió que su gusto por los toros comenzó desde pequeño, pues su papá y abuelo paterno eran empresarios taurinos, a quienes acompañaba a las ganaderías a comprar los novillos y a las corridas de toros, además, muchos de los toreos llegaban a su casa a comer lo que le abrió el camino y gusto por la tauromaquia.
La segunda de sus pasiones, dijo, es la Literatura, y gracias a la UPAEP, ha tenido la oportunidad de desarrollarse plenamente en esta área de estudio a través del doctorado donde podrá, una vez más, reunir sus dos pasiones: la literatura y el arte taurino.
“Toda mi vida mi vida ha estado relacionada con la literatura y el toreo. Cita que me encontraba, del mundo del toreo, cita que apuntaba. Creé una columna, que es más bien un artículo de fondo hablo de la vida a través de los toros y lo hago de una manera irreverente, mi columna es controversial. He transmitido narrado también corridas en radio y televisión y a raíz de esto, he recibido invitaciones de los ganaderos e incluso toreros me han invitado cuando se visten, lo que es un gran honor en el mundo del arte taurino”.
Agregó que lo que más le gusta es transmitir esa pasión que siente por la vida del toreo y la formación humanista y es que estar en contacto con los alumnos es lo que más disfruta. “Los estudiantes me contagian el entusiasmo de la juventud”, comentó el Mtro. José Antonio.
Por otro lado, comentó que cuando iniciaron las clases en línea debido a la pandemia, pensó que esta relación estrecha que tenía con los estudiantes se perdería debido a la tecnología, sin embargo, dijo, no ha sido un obstáculo pues se ha llegado a encariñar con los estudiantes aún a la distancia.
Destacó que parte de esta relación tan estrecha que llega a formar con sus estudiantes se debe a dos aprendizajes que adquirió del filósofo Carlos Díaz y su esposa.
Del primero es que el conocimiento se obtiene mejor a través de la risa y de su esposa, el entregarse a sus estudiantes. “Siempre estoy disponible para ellos sin importar la hora, he llegado a hacer exámenes a las 11 de la noche porque no tienen problemas con su Internet. No me cuesta, me siento contento de estar con ellos y para ellos”, destacó.
En este sentido, aconsejó a sus colegas a amar sus alumnos incluyendo a los que no prestan atención o no entregan actividades o tareas, pues asegura, “todo alumno tiene algo que ofrecer”.
Finalmente, expresó la gran satisfacción y orgullo que siente al ser premiado, el enorme agradecimiento que siente por los comentarios y palabras recibidas por parte de sus alumnos, ya que, es la primera vez que es reconocido como Merito Docente.