Egresada de Ingeniería Ambiental realiza su Doctorado en la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos, donde trabaja en métodos sustentables para el tratamiento de agua.
Como hija de investigadora, Ángela Abarca Pérez, tuvo desde temprana edad una conexión muy cercana con la ciencia, razón por la cual nunca dudó en adentrarse en este mundo de manera profesional.
Su travesía inició en UPAEP, gracias a que resultó beneficiada con una beca de investigación y al apoyo que le brindó Dra. Genoveva Rosano Ortega así como sus asesores para la realización de estudios enfocados en el uso de las nanopartículas de cromo, tema que le ayudó a expandir su curiosidad por saber cómo funcionaba el mundo.
Dichos proyectos, le valieron para participar en ExpoCiencias tanto a nivel regional como nacional, así como para titularse en 2018 con el estudio de las nanopartículas de cromo, un proyecto sustentable que usaba el Lirio Acuático -especie que abunda en el dren de Valsequillo y que representaba un serio problema ambiental debido a su fácil propagación- y de la cual se obtienen nanopartículas de cromo.
“Las Nanopartículas de Cromo se usan para el revestimiento de acero, tal como lo vemos en el método tradicional, pero usando Lirio Acuático, es una capa brillosa pero es hecho de forma sustentable, económica y menos tóxico para el medio ambiente”, explicó Ángela Abarca, al detallar que gracias a esta investigación encontró su gustó por la Ciencia de los Materiales, lo que la llevó a buscar estancias de investigación con la Universidad de Notre Dame ubicada en Estados Unidos, institución en la que cursó un año de intercambio durante su licenciatura y un Verano de Investigación.
Allí, se relacionó con investigadores que le abrieron la puerta para hoy cursar el doctorado en Ciencia de los Materiales e Ingeniería Ambiental, meta que tardó en cumplir debido a problemas de papeleo y de salud, pero que supo aprovechar como profesora de bachillerato en Prepas UPAEP.
“En mi estancia de investigación de Verano trabajé con nanopartículas de titanio para saber cómo se transportan en ríos, lagos, etc. Esto debido a que estas partículas están presentes en demasiados productos (bloqueadores, pilas, curitas, lentes solares, etc.). El objetivo era conocer su impacto en el ambiente y su comportamiento de absorción en la materia orgánica: suelo y agua residuales”, comentó.
Agregó que actualmente investiga sobre algunas membranas a las que se les añade paladio en nanopartículas que actúan como catalizadores para remover contaminantes oxidados (nitrato, nitrito, cloro, perclorato, bromo, etc.), que no se quitan con tratamientos convencionales aunque siguen la línea de los materiales y tratamientos de agua bajo procedimientos sustentables.
Reveló que si bien le ha costado llegar hasta donde está, entre los retos que ha enfrentado por cumplir sus metas han sido mínimos gracias al apoyo que se le ha brindado no solo a ella, sino en general a los científicos en México así como a los convenios con que UPAEP cuenta para que ella pudiera relacionarse.
“Fue un proceso muy largo, noches de no parar de escribir, pero ha valido la pena; lo único es que por la ubicación de la Universidad el clima es muy frío y también está el reto de acoplarse al idioma. Fue también difícil dejar de ser profesora y volver a ser estudiante, ha sido un cambio pesado, pero gracias a Dios aquí andamos. Lo más importante y que siempre voy a decir es que mi mamá es científica, y desde que tengo memoria nos ha inculcado este gusto por el área de las ciencias, las matemáticas, la ingeniería. Nunca dudé que quería estudiar Ingeniería, solo era cuestión de elegir cuál”, expresó al hablar sobre su gusto por su área de estudio.
Para Ángela, lo más importante de todo este camino que ha recorrido es proveer agua de buena calidad a países como el nuestro, que no cuentan ni con equipo ni con presupuesto para eliminar los contaminantes que a futuro desencadenan problemas de salud en los consumidores.
“Estos contaminantes no los vemos, no los rastreamos y, a largo plazo, nos quitan años de vida. La idea de estas investigaciones es hacer tratamientos de agua que sean alternativos, mejores, menos costosos y que se puedan hacer en pequeña escala”, indicó.
Al saberse reconocida por todo lo que ha logrado a su corta edad, Ángela dijo sentirse orgullosa de ser mexicana y poblana de poder realizar investigación en otro país, en otra universidad, en un área tan demandante como en la que se encuentra y siendo mujer dentro de la ciencia.
“Hoy en día todavía existe una brecha gigantesca en el mundo de la ciencia. Se sigue viendo como un mundo solo para hombres, y por ser aún tan pocas, siempre tenemos que dar más de nosotras y trabajar aún más en comparación con los ingenieros. Es complicado porque esta brecha sigue siendo grande porque también afecta la confianza que tenemos en nosotras mismas, pero por suerte vamos mejorando, poco a poco la brecha se hace más pequeña”, observó.
Para reducir un poco las estadísticas, Ángela y otras investigadoras de la Universidad de Notre Dame, impulsan, a través de la Society of Women Engineers, actividades como conferencias y/o talleres, que faciliten su incursión en el mundo de la ciencia.
En este sentido, Ángela Abarca recomendó a estudiantes que apenas inician sus estudios a proyectar su futuro como “en una investigación, como en la vida. A la primera no va a salir, ni a la segunda, ni a la tercera. Hay que seguir intentando y reconocer cuando no se puede. Hay que buscar alternativas, sobre todo porque UPAEP tiene muchos convenios que pueden aprovechar. Va a ser muy difícil, pero sí se puede”, finalizó