^{Entre sus opciones estaban irse a España o Malasia, pero eligió Corea porque tiene una especial fascinación por los países asiáticos y quería enfrentarse a un nuevo reto.}

María Fernanda Rojas Andrade, estudiante de Diseño y Producción Publicitaria, cursó un semestre de intercambio en la Keimyung University ubicada en Corea del Sur, gracias a todos los apoyos que consiguió con la asesoría del Departamento de Internacionalización de la Dirección General de Vinculación e Internacionalización UPAEP.

Además de guiarla durante todo su proceso, tanto en el llenado de formularios y cartas para ser aceptada en la institución, le presentaron una gama de opciones con las que pudo solventar la mayoría de sus gastos en el país asiático, comenzando por su beca académica otorgada por UPAEP del 50%, es decir la mitad de su colegiatura ya estaba cubierta, las becas Complemento de 20 mil pesos y FEMSAC, a las cuáles se sumó la beca GSK que le otorgó el gobierno de Corea. 

“Dichas becas cubrieron en su totalidad el avión, colegiatura y manutención, fue mínimo lo que yo pagué. Es un proceso engorroso, mucho papeleo, estar al pendiente de las fechas de los correos, todo va por cuenta propia. Mis papás no me presionaron. Por ejemplo, tuve un ligero retraso con mi proceso de visado porque un correo se fue a spam, no me di cuenta sino hasta que me llamaron que hacía falta un documento que debía enviar de inmediato por paquetería, estuve a punto de quedarme sin visa, pero logré solucionarlo”, confesó María Fernanda Rojas.

No obstante de estos pequeños detalles que son parte del proceso de intercambio, la estudiante de Estrategia y Creación Publicitaria, llegó a Corea con actitud positiva y sin contratiempos debido a que tenía un amigo que le enseñó a moverse dentro de Seúl desde el día 1. 

Detalló que si bien su intercambio fue en Corea, todo el tiempo se desarrolló en un ambiente internacional, ya que, en los dormitorios había gente de todos lados. Además, sus clases fueron impartidas en inglés y tomó clases con un profesor estadounidense, un filipino y solo un coreano. 

De su inmersión académica en la Universidad de Keimyung, María Fernanda Rojas Andrade compartió que cursó materias de Emprendimiento, Video, y Producción Digital, siendo la de Video la que más le gustó debido a la dinámica de la clase.

“Esa materia, a pesar de que no era tan práctica, me gustó mucho porque nos dejaron hacer un proyecto en YouTube, nos enseñaron inclusive a ganar dinero en esta plataforma.  El maestro sabía mucho y entonces si tú te acercabas y preguntabas, él no tenia problema en compartir lo que sabía”, observó.

Entre las diferencias, indicó, está el tipo de clases que allá imparten pues son tipo conferencia, donde el profesor expone el tema, pero los estudiantes no necesariamente interactúan. “Es llegar, estar callado, escuchar al profesor y si tienes dudas levantas la mano, todo muy respetuoso”, expresó.

Entre los retos que tuvo que enfrentar en la Universidad, fue un poco la barrera del idioma. Dado que le tocó hacer equipo con puros coreanos, ella era la única extranjera. Así que tuvo que aplicar la creatividad mexicana para poderse dar a entender debido a que sus compañeros no hablaban bien inglés.

“Nuestro medio de comunicación era por medio del traductor de Google. Ellos escribían en el traductor y yo les trataba de contestar o incluso hablar un inglés muchísimo más lento para que me entendieran. En un principio me sentí como frustrada porque dije aquí no voy a poder aportar nada porque no voy a poder expresarme como yo quisiera, pero conforme fue pasando el tiempo y fuimos avanzando con el proyecto como que ellos también se fueron abriendo un poquito más y entonces eso al final hizo que me eligieran como la actriz del comercial que estábamos grabando”, compartió.

Por otro lado, Fernanda Rojas, inmersa en la cultura pudo darse cuenta que la vida no es como la pintan los K-Dramas, no existe ese mundo maravilloso y perfecto, sin embargo, pudo disfrutar las diferencias que encontró con su vida en México.

“Lo que más llamaban mi atención era explorar las cosas totalmente diferentes a las que yo estaba acostumbrada, por ejemplo ver cómo allá las ciudades se parecen entre sí. Aquí en México voy de un estado a otro y puedes cambiar hasta de ecosistema, y allá al ser un país pequeño, sentía que las ciudades eran muy parecidas, cómo sus construcciones antiguas las mezclan con las construcciones modernas, entonces tú puedes encontrar un templo budista en medio de la ciudad, y a un costado un gran edificio empresarial”, relató. 

Otro choque cultural que experimento, además del idioma, fue la calidez, pues al principio lugar al que entraba, lugar en el que saludaba pero como se dio cuenta que no allá no acostumbraban saludarse, dejó de hacerlo.

En  cuanto a la comida, compartió que sus platillos favoritos son el Chicken Mayo que es una base de arroz con pollo normal o empanizado aderezado con mostaza o salsa, y una especie de caldo de verduras preparado con cerdo, zanahoria y cebollín. No obstante, confesó que el Kimchi no fue de su agrado, ya que, a ella no le gusta la col.

Finalmente, Fernanda Rojas, invitó a todos los interesados en realizar un intercambio académico, acercarse a las oficinas de Internacionalización en el Edificio T, informarse de las opciones que tiene para su programa académico y también los apoyos económicos a los que pueden aplicar en caso de necesitarlo.

“Hay experiencias que no las vas a tener en tu país, aquellas que te dan por ejemplo el hecho de viajar sola o solo a un país totalmente diferente al tuyo, es toda una experiencia porque haces amistad con personas de todo el mundo”, acotó.