Deniz Caen Esen, estudiante de Economía en la Universidad de Bremen, vivió un semestre en UPAEP, donde descubrió la riqueza cultural, la calidez mexicana y una perspectiva única sobre los retos sociales y económicos.
Movido por su interés de mejorar su español, explorar el mundo y vivir una experiencia cultural diferente, Deniz Caen Esen, estudiante de la licenciatura en Economía en la Universidad de Bremen en Alemania, llegó a UPAEP donde cursó un semestre de intercambio con materias como Español, Project Management, International Advance Economics y Economía de la Innovación.
Gracias a sus raíces turcas, sus costumbres y gastronomía, Deniz encajó perfectamente en México sin sorprenderle la comida picante, las bellezas naturales, ni mucho menos la calidez de las personas.
“Existen muchas similitudes entre Turquía y México como en los índices de pobreza y criminalidad, por hablar de problemas sociales, pero también las hay en la gastronomía, la comida al igual que en México es muy condimentada, y en el aspecto cultural las personas también son cálidas, aquí en UPAEP siempre hubo quien trataba de explicarme si había algo que yo no entendía, todos fueron muy amigables”, compartió.
En México, Deniz hizo grandes amigos pues compartió casa con estudiantes mexicanos, lo mismo que sus clases, a excepción de la de Español que cursó con estudiantes extranjeros, lo que le permitió vivir al 100% su experiencia de intercambio en UPAEP y mejorar su fluidez en el idioma.
Sin embargo, durante su estancia en UPAEP, Deniz tuvo la oportunidad también de experimentar algunos choques culturales, como por ejemplo la relación entre profesores y estudiantes. “En Alemania uno se sienta y escucha al profesor, no hay oportunidad de dialogar. Aquí como estudiante puedes compartir tu punto de vista” expresó
Por otro lado, Deniz destacó algunos momentos únicos de su estancia, como sus clases de Español, donde los errores lingüísticos de él y sus compañeros eran motivo de risas compartidas, así como los viajes que pudo realizar durante su estancia a Teotihuacán, Cancún, Oaxaca y Puerto Escondido.
De esta experiencia, confesó, si bien su viaje a Cancún fue memorable por el hecho de que su mamá vino de visita y pudieron disfrutar del mar y la arena, su lugar favorito sin duda fue Puerto Escondido en Oaxaca por el hecho de ofrecer un ambiente más mexicano.
“Oaxaca me pareció increíble, mucho más auténtico que Cancún. La comida, las tradiciones y la calidez de la gente hacen que valga más la pena visitarlo. Además, es más accesible y conserva su esencia sin estar americanizado”, observó.
En cuanto a la vida cotidiana, vivir con mexicanos le permitió integrarse completamente a la cultura local. “Mis amigos me llevaban a lugares típicos, no a los sitios turísticos, sino a spots comunes en la Juárez y otros barrios. Fue una experiencia genuina que me hizo sentir bienvenido”.
Finalmente, Deniz invitó a sus compañeros interesados en cursar un intercambio, elegir México sin dudarlo, pues aseguró es necesario experimentar una realidad distinta a la europea.
“Estudiar aquí te abre los ojos a diferentes perspectivas. No todo el mundo es como Alemania; es enriquecedor ver cómo las personas enfrentan desafíos en contextos distintos. Además, México tiene un clima único, una riqueza cultural incomparable y una sociedad vibrante que vale la pena conocer”.