^{Carlos Huizil, estudiante de Ingeniería Biónica trabaja en la creación de una prótesis neuroeléctrica como parte de su proyecto de beca de investigación.}

Carlos Huitzil Medina, junto su equipo, lleva apenas dos semestres trabajando en este proyecto, ya que durante su carrera ha colaborado con diferentes asesores y en diferentes trabajos para cumplir con su beca de investigación. Sin embargo, mientras más avanzaba se dio cuenta que también había asesores con proyectos más complejos e interesantes para él.

Pero lo más curioso es la manera en que la idea surgió, pues fue en una clase que, Carlos y su compañero de equipo, Marco Aurelio Garrido León, tuvieron que decidir el tema para el proyecto final de una clase.

“La maestra nos dijo que para un semestre, el proyecto era muy grande, así que nos propuso que para ese semestre nos enfocáramos en delimitar los objetivos, las metas como un primer avance”, comentó.

Desde el inicio de su carrera él así como la mayoría de sus compañeros entraron con el objetivo de poder crear una prótesis. Después, gracias a estar metido en la parte de experimental, se fueron enterando sobre creaciones de prótesis mioeléctricas y neroelectricas, mimsas que ya existen pero no son tan comunes.

Entonces lo que decidieron fue enfocarse no solo en la prótesis mecánica si no dar un paso más y hacer una neuroeléctrica, que abarca no solo la parte mecánica si no que engloba el procesamiento y la captación de señales, etc.

Así, para ellos, una de las etapas más importantes y en la que aún trabajan, fue la búsqueda de una base de datos en la cual pudiesen realizar el respectivo procesamiento y observación de señales, así como la elección de con cuál de dichas señales trabajarían para realizar el movimiento de su prótesis.

Esa fue una de sus primeras metas, pero también uno de sus primeros retos ya que durante la investigación se percataron que no existía una base datos específica para el tipo de señales que buscaban.

“Buscamos que el paciente no únicamente pueda realizar la apertura y cierre de la mano, si no que pueda mover de manera independiente cada uno de los dedo, entonces lo que necesitábamos es que mande señal al cerebro cuando una persona mueve un dedo, pero para cada dedo hay una señal diferente”, agregó.

Actualmente se encuentran en la fase donde una vez que ya observaron el procesamiento y las similitudes de las señales, y que determinaron cuáles pueden tomar, ahora van a buscar dichas señales en pacientes que en algún momento dado perdieron alguna de estas extremidades pero que aún mantienen estas señales registradas en el cerebro.

“Por el momento, y por las técnicas aplicadas en la prótesis sólo sería para uso específicamente en extremidades de la mano”, aclaró.

Otra de las difucultades a las que se han enfrentado, es debido a la pandemia, pues para la toma de señales en pacientes, que es una parte fundamental, tuvieron que comenzar tomándolas con ellos mismos.

Para la realización de este proyecto, Carlos y sus compañeros se han acercado a un grupo de profesores que trabajan también con prótesis para humanos y animales lo que les ha permitido tener un paciente real con quien poder hacer los análisis.

Realizar esta investigación, le ha dejado –a Carlos– una serie de aprendizajes, principalmente no perder la calma cuando no podía llegar a la meta en tiempo y forma, pues confiesa, llega a ser frustrante el no cumplir todo como se ha planeado. Asímismo, aprendió a mantenerse perseverante y esforzarse en cada una de los pasos que da.

“Es difícil por estas circunstancias que no se pueda continuar o avanzar con la rapidez planeada, pero he aprendido a no desesperarme, si no a esforzarme cada vez más, pues hay días en los que tengo que estar horas pegado a la computadora”, comentó.

Gracias a esta investigación, Carlos ha conseguido aprender de forma autodidacta, lo que le ha ayudado no solo en la carrera si no también a seguir en esta línea de la investigación y la motivación para participar en la próxima edición estatal de ExpoCiencias.

“Quiero participar en ExpoCioencias porque su impacto es social, no solo me beneficia a mí,  si no que involucra a muchas más personas.  Estos certámenes son enrriquecedores por la transmisión de información entre investigadores, y eso me agrada”, acotó.