UPAEP presenta investigación sobre la “cruda realidad” de los menores migrantes
23/06/2025
Autor: Juan Méndez
Foto: Juan Méndez

Proyecto ganador de la Convocatoria ODUCAL-CELAM 2024. Menores migrantes por México rumbo a Estados Unidos: visibilizando la peligrosidad del tránsito, las estrategias de sobrevivencia y los sueños de un continente.

UPAEP presentó los resultados de una investigación que visibiliza la cruda realidad de los menores migrantes que atraviesan México rumbo a Estados Unidos. El proyecto, titulado "Menores migrantes por México con destino a Estados Unidos: visibilizando la peligrosidad del tránsito, las estrategias de sobrevivencia y los sueños de un continente", fue uno de los seleccionados en la Convocatoria de Investigación 2024 de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL) y la Conferencia Episcopal Latinoamericana y Caribeña (CELAM), dirigida a beneficiar a “los más excluidos entre los excluidos”.

En la rueda de prensa, estuvieron presentes María de Lourdes Rosas López, profesora de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP; José Luis Ávila Valdez, profesor investigador del Departamento de Matemáticas; y José Pablo Rodríguez Morales, coordinador del Departamento de Multimedia, ambos también de UPAEP, quienes compartieron los hallazgos de una investigación profunda, empática y comprometida con la dignidad humana.

“Nos propusimos visibilizar la peligrosidad del tránsito, las estrategias de sobrevivencia de los menores migrantes y sus familias, y los sueños que los impulsan a migrar”, explicó Lourdes Rosas al iniciar la presentación. “Se trata de menores centroamericanos, sudamericanos, caribeños e incluso de otras regiones, que cruzan México con la esperanza de llegar a Estados Unidos, en condiciones extremadamente adversas.”

Rosas López puntualizó que la migración de menores no es un fenómeno aislado ni homogéneo. Muchas veces los menores viajan con sus madres, padres, hermanos o incluso con miembros de la familia extendida. En otros casos, emprenden el camino completamente solos. “Nuestro foco fueron los menores de edad, menores de 18 años, y sus acompañantes familiares, en lo que se conoce como grupos familiares migrantes”, explicó.

José Luis Ávila ofreció una perspectiva cuantitativa del fenómeno, señalando que tan solo en los primeros seis meses de 2024, cerca de un millón de personas migrantes cruzaron territorio mexicano. De ese total, alrededor del 20% eran menores de edad, una proporción que se ha mantenido constante durante la última década. “De esos menores, más del 80% viaja con algún familiar o tutor, mientras que el 20% lo hace solo”, precisó el investigador.

Además de ser un tránsito transnacional y muchas veces intercontinental, este fenómeno implica enfrentar múltiples políticas migratorias, redes de trata y explotación, e incluso grupos del crimen organizado que controlan regiones clave del paso migrante. Uno de los puntos más críticos es la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, considerada una de las más peligrosas del mundo. “Los migrantes narran haber visto cadáveres, sufrir extorsiones, deshidratación y violencia en el camino”, relató José Luis Ávila, con base en testimonios recogidos en albergues a lo largo del país.

El proyecto incluye 60 entrevistas semiestructuradas realizadas en 10 albergues a lo largo de México, desde la frontera sur hasta la frontera norte. A partir de ese material, el Lic. José Pablo Rodríguez Morales elaboró el documental “Sueños Migrando”, disponible en Upress Media UPAEP y YouTube, donde los propios menores y sus familias narran sus experiencias, miedos, anhelos y estrategias de supervivencia.

“El documental es un producto audiovisual de 15 minutos que recoge las voces reales de quienes han vivido este tránsito. Su valor es que son ellos mismos quienes nos cuentan su historia, no hay ficción ni interpretación, solo la verdad de quienes han arriesgado todo por un futuro”, explicó Rodríguez Morales.

Uno de los testimonios más conmovedores es el de una niña colombiana, cuya familia fue amenazada de muerte en su país. Ella y su familia fueron protegidos por la ACNUR en México y, tras un proceso de reasentamiento en un tercer país seguro, fueron aceptados por la embajada de Canadá. “Esta historia muestra que hay alternativas cuando se respeta el derecho internacional y se protege la vida humana”, afirmó Lourdes Rosas.

Los investigadores destacaron que el proyecto no sólo busca comprender el fenómeno migratorio, sino también incidir en las políticas públicas y la sensibilidad social. “La migración de menores no puede seguir siendo una tragedia silenciosa. México debe asumir su papel como país de tránsito y proteger la integridad de quienes, siendo niños, se convierten en adultos de la noche a la mañana”, enfatizó la investigadora Rosas López.

Lourdes Rosas López explicó que muchos de estos niños viven un estrés traumático constante, no postraumático como se suele mencionar. “Estos menores no han salido del trauma; lo están viviendo. Primero en su país de origen, luego al atravesar regiones como la selva del Darién, y después durante su largo paso por México. Sufren un encierro necesario para su seguridad, pero al mismo tiempo, es una forma de privación de libertad que afecta profundamente su desarrollo emocional y educativo”, subrayó.

El concepto del descarte, planteado en la convocatoria de ODUCAL y CELAM, también fue central en el análisis. “El descarte es cuando socialmente decidimos que alguien no existe o que no importa. A los migrantes se les dice: ‘no existes porque eres ilegal, porque vienes a quitarnos trabajo, porque molestas’”, enfatizó la doctora.

Este proceso se acompaña de estigmatización, explicó: “Les atribuimos falsamente características para justificar su exclusión. Lo mismo hacemos con personas con discapacidad, con autismo, o con migrantes: los vemos como inferiores o como amenaza. Eso es parte del problema estructural”.

El equipo investigativo también denunció los abusos económicos que enfrentan los migrantes en su tránsito por México. “Hay toda una industria de la migración, tanto legal como ilegal. Desde venderles boletos de autobús al triple de su precio hasta el cobro de cuotas por criminales para permitirles avanzar. Les dicen: ‘o pagas o te mueres’. Hay testimonios de decapitaciones usadas como método de terror para asegurar el pago y someter al grupo”, reveló Lourdes Rosas.

Durante el cierre del encuentro, Rosas López hizo un llamado directo a los medios de comunicación: “Les pedimos su valiosa colaboración para difundir el documental ‘Sueños Migrando’. No se trata de un producto artístico cualquiera, es el resultado de una investigación rigurosa, con testimonios reales, con datos contundentes. Es una herramienta poderosa para generar conciencia, conocimiento y responsabilidad social”.

Las rutas migratorias son largas y tortuosas. En la investigación se documentaron trayectos que van desde cuatro semanas hasta catorce meses, cruzando hasta nueve países. Las razones de estas pausas son tan dramáticas como comunes, enfermedades, falta de dinero o necesidad de trabajar para seguir avanzando.

José Luis Ávila explicó también que muchos menores no migran solo por motivos económicos, sino para salvaguardar su vida, como en el caso de un adolescente nicaragüense de 16 años que participó en protestas contra el gobierno de su país y tuvo que huir junto a su padre tras recibir amenazas de muerte. “Ese joven nos dijo que el peor país en su tránsito había sido México, por la violencia vivida aquí. Eso nos debe interpelar como nación”.

Lourdes Rosas reafirmó el compromiso institucional de UPAEP: “Nuestra universidad está comprometida con transformar la sociedad desde abajo. No solo formamos profesionistas exitosos, sino líderes que, con responsabilidad social, busquen cambiar la vida de quienes más lo necesitan. Este proyecto refleja esa misión”.

Los integrantes del equipo manifestaron la necesidad de continuar investigando y acompañando a esta población vulnerable. El proyecto ha sido financiado con fondos internacionales, pero su impacto depende de la atención que gobiernos, organizaciones y sociedad civil le presten a esta realidad compleja, dolorosa y urgente.