^{Este proyecto busca generar un sistema de monitoreo de la epidemia a partir de muestras no clínicas.}

Ante el inicio de la pandemia y observando los alcances que ésta estaba teniendo, pues, aunque es una enfermedad que se caracteriza por ser de origen respiratorio, tiene implicaciones en otros órganos y uno de ellos es el sistema gastrointestinal, a la Dra. Rocío Baños Lara y un grupo de investigación les surgió la hipótesis de si se podría encontrar material genético del SarsCov-2 en las aguas del río Atoyac, pues éste recibe la descarga de muchos municipios de Puebla.

Así, se generó la investigación titulada “Detección de SARS-CoV-2 en el río Atoyac, Puebla México”, la cual, recientemente fue galardonada con la medalla de plata en el ATAST-IFEST, Monastir Túnez, 2022 y el próximo año se presentará en Indonesia.

“Todo esto surgió con una simple curiosidad de saber si podíamos recuperar el material genético del virus en estas aguas del río Atoyac siguiendo esta lógica de que ahí van a dar las aguas de drenaje”, señaló la Dra. Rocío Baños Lara, Directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP.

La Dra. Baños Lara enfatizó que la investigación no se enfoca en determinar si lo que se encuentra es virus infeccioso, “lo que yo estoy recuperando de estas aguas solamente es el material genético, no puedo hacer un estudio para ver si es virus completo infeccioso”.

Actualmente el proyecto busca generar una propuesta de monitoreo epidemiológico, pero en muestras que no sean humanas, sino en muestras del agua, “estaríamos monitoreando con frecuencia el río Atoyac en diferentes puntos para saber en qué momento tenemos más material genético en el río y eso debería ser un reflejo de cuánta gente está enferma".

Señaló que, hasta el momento se ha realizado un muestreo de cinco fechas monitoreadas y están programadas para este año otro muestreo de 5 puntos del Atoyac y 2 dentro de la ciudad.

Indicó que en muchas de las muestras se ha encontrado carga genética y están en camino a correlacionarlos con los números de casos en la población, “lo que les puedo decir hasta ahora, es que somos capaces de detectar los genes del SarsCov-2 en el río Atoyac, que estamos seguros que es el virus, y que podemos amplificar material genético de cualquier otra cosa”.

La investigadora mencionó que la expectativa es ver que haya más carga genética cuando haya más números de casos en la población; por el momento se encuentran finalizando los resultados para conocer y poder ofrecer un sistema de monitoreo de la epidemia a través del agua. Destacó que en Países Bajos tienen todo un sistema de vigilancia en el que diariamente se está reportando la cantidad de material genético del virus que se encuentran en los cuerpos de agua de ese país.

Para llevar a cabo este proyecto, contó con el apoyo de la estudiante de Biotecnología Sofía Espinosa Hernández (BUAP), con quien inició el establecimiento de las condiciones para hacer las determinaciones y las PCR’s.

Además, señaló que tuvo la ayuda de la Dra. Estefanía Martínez Tavera, quien tenía los contactos adecuados para hacer muestreos en puntos específicos del río Atoyac y también contó con la ayuda de otro profesor de la Politécnica Metropolitana de Puebla, quien apoyó en elegir el microorganismo que se tenía que considerar como control de aislamiento de material genético.

“Tenemos que reconocer el financiamiento de la Universidad que me apoyó con un fondo para hacer esta investigación, obviamente Una Nueva Esperanza, porque todas las pruebas se hicieron en el Centro de Investigación Oncológica con Juan Carlos Rodríguez, mi asistente de investigación; entonces teniendo todos estos talentos y estas posibilidades fue que nos aventuramos a hacer este proyecto”, indicó.

En cuanto al premio en Túnez, la Dra. Baños expresó que este foro en el que se presentó la investigación es muy diferente a los que había participado, ya que es resultado de ExpoCiencias.

“El trabajo cobra otro sentido, porque fue desarrollado principalmente por las manos de una estudiante, en el que yo participo como mentora y el sentir es diferente (...) es un premio que deja un sabor de boca distinto, muy satisfactorio, de mucha felicidad”, expresó

Además, comentó que lo más bonito que experimentó fue el ver la bandera y escuchar el himno nacional en otro país, “es un sentimiento de felicidad adicional , porque estás representando a México y eso es padrísimo, es algo que todos deberíamos experimentar alguna vez en la vida”

Dijo que espera que esta investigación sea estimulante para las generaciones futuras que vean que es posible aspirar a estos proyectos y metas. “En nuestro caso tuvimos apoyos de distintos organismos como CONCYTEP y la misma Universidad para poder alcanzar este objetivo”.

Cabe señalar que, en este proyecto se encuentran trabajando la Dra. Estefanía Martínez Tavera (Facultad de Ingeniería Ambiental-UPAEP), el Dr. Pedro Francisco Rodríguez Espinosa (CIIEMAD-IPN), el Mtro. José María Cunill Flores (UPMP), el Biotecnólogo Juan Carlos Rodríguez Espinosa (Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP), la estudiante de Biotecnología Sofía Espinosa Hernández (BUAP) y la estudiante de Biotecnología Mariana Yañez Valdez (UPAEP)