La Facultad de Arquitectura revive los recuerdos de su fundación en 1973 a través de un panel con estudiantes y profesores fundadores.
“Los profesores de la recién creada facultad de Arquitectura nos dieron la confianza necesaria para creer y apostarle a UPAEP, aprendiendo e innovando con fe y humanismo”.
La facultad de Arquitectura da inicio a los festejos del 50 Aniversario de la UPAEP con el panel “Generaciones 1973 a 1979”, en donde como una de las escuelas fundadoras -junto con la de Administración de Empresas-, lograron sacar adelante el proyecto de una nueva institución de educación superior, que fuera una opción diferente en Puebla.
Para inaugurar el evento se contó con la participación del Dr. Juan Martín López Calva, Decano de Artes y Humanidades, del Mtro. Jorge Rosete Espinosa, Secretario Académico del Decanato de Artes y Humanidades, y del Mtro. Marco Antonio Fernández Casas, catedrático de la facultad de Arquitectura.
El Mtro. Rosete Espinosa comentó los logros y experiencias de la facultad como las acreditaciones obtenidas de COMAEA, el AMPADEH, hechos que la colocan como un referente a nivel nacional, en donde se forman excelentes estudiantes, y, sobre todo, egresados de excelencia.
El Dr. López Calva, por su parte, agradeció la asistencia, y comentó que siempre ha pensado “…que más que unos conocimientos y habilidades para el mercado laboral, lo que una licenciatura deja para sus estudiantes es una huella en su esquema mental, en su manera de pararse en el mundo, de interpretarlo, de valorarlo y de vivir en él…”, agradeció la confianza depositada en una universidad humanista, de identidad católica como es la UPAEP.
El panel estuvo integrado por el Mtro. Rafael Ruíz Martínez (Generación 1973); el Mtro. Jaime Toriz Álvarez (Generación 1975); el Mtro. Rafael Herrera Vélez (Generación 1976); el Arq. Víctor Manuel Hidalgo Ezquerra (Generación 1975); el Arq. Enrique Acuña Jiménez (Generación 1976); el moderador fue el Mtro. Fernández Casas.
El Mtro. Rafael Ruíz Martínez platicó sobre la UPAEP como la nueva opción de universidad en Puebla; ubicada en La Noria, siendo un camino largo, se encontraron con un salón en donde ninguna banca era igual, pues cada una había sido la donación de distintas personas; “eran prestados los espacios para tomar clase, pero fue una mística universitaria la que los unió”.
Consideró que fue un voto de fe el inscribirse pues no había referencias de UPAEP, los catedráticos compartían todo, e incluso no cobraban por impartir sus clases. En cuanto a sus inicios del Mtro. Ruíz Martínez en la arquitectura, se definieron por una gran curiosidad por la Arqueología y culminaron en dirección hacia la Restauración, posteriormente impartió cátedra en la Universidad de las Américas, dedicándose de lleno a la docencia, en otras instituciones más incluida por supuesto la UPAEP.
Exhortó a los estudiantes a no sentirse desubicados, y que conozcan las opciones dentro de esta disciplina; a que hagan un trabajo de introspección, pues esta es una disciplina con una gran responsabilidad social, capaz de modificar la conducta humana, los años de pandemia dieron la pauta para analizar profundamente los diseños arquitectónicos y saber si eran los adecuados para enfrentarla: “Necesitamos más arquitectura humanista”.
El Mtro. Jaime Toriz Álvarez afirmó que las grandes obras las generan grandes hombres, recordando que sus profesores compartían todos sus conocimientos, y confirmando que ellos aprendían de los mejores catedráticos que en ese momento existían no sólo en Puebla sino a nivel nacional, lo que les dejó el aprecio por el arte, por tomar en cuenta al ser humano y su espiritualidad.
Sobre su experiencia profesional, compartió que desde antes de graduarse el director de la facultad lo invitó a trabajar en realizar proyectos arquitectónicos; años después, ya en su despacho tuvo la oportunidad de desarrollar obra privada e incluso llegó a ganar el concurso de un proyecto de cambio de la fisonomía del zócalo de Zacatlán, Pue.; su trabajo profesional se basa en poner al hombre como eje de cada proyecto.
Su mensaje para los estudiantes fue, “sean felices”, la arquitectura produce felicidad, recomendó apartarse de la arquitectura que sólo produce beneficios económicos; “amen su carrera”, busquen hacer arquitectura que trascienda y nunca les va a faltar trabajo.
Por su parte, el Mtro. Rafael Herrera Vélez recordó como estudiante, que era una nueva aventura, que los estudios de UPAEP no estaban reconocidos, además, la visita de grandes arquitectos como Pedro Ramírez Vázquez, Agustín Hernández, Teodoro González de León, en las llamadas Semanas de la Arquitectura, muestra de la generosidad de muchos profesionales.
Agradece a Dios la oportunidad de seguir con orgullo en la profesión. Comentó que, además, fue alumno fundador de la Preparatoria UPAEP y compartió que nunca ha tenido que llenar una solicitud de trabajo, pues siempre ha tenido la oportunidad de trabajar tanto en obra civil como pública. El mensaje para los estudiantes es que no vayan solos, está el Colegio, sus maestros, y lo principal es unirse con el gremio, “si se puede, sólo es importante organizarse”.
Durante su participación, el Arq. Enrique Acuña Jiménez mencionó que ama su carrera, agradeció también la oportunidad de aprender con grandes arquitectos y la oportunidad de seguir participando con la institución.
Él, por su parte recuerda que tuvo la oportunidad de iniciar en el séptimo semestre su contacto con la vida profesional, aprendió mucho de sus profesores e incluso con sus clientes, sigue aprendiendo, pues considera que ha podido expresar su creatividad en la arquitectura logrando incluso reconocimientos, estuvo también en la docencia. El mensaje para los estudiantes es que tienen que estar pensando todo el tiempo en la arquitectura, “desde que amanece hasta que anochece” para lograrla.
El Arq. Víctor Manuel Hidalgo Ezquerra, consideró que recibieron un gran ejemplo de los profesores, tuvieron fe en la misión de los fundadores y los contagiaron de ese entusiasmo. Sugirió a los alumnos que se crean el hecho de estudiar y ser arquitectos.
Expresó que la vocación de arquitecto lleva al profesional a servir. Los inicios profesionales del Arq. Hidalgo se dan en el Colegio de Arquitectos como Gerente, en donde consideró que confirmó su vocación de servir, de ayudar a los demás.
El mensaje es que todos somos hijos de Dios, tenemos inteligencia y voluntad y debemos plantearnos un reto, pues vivimos momentos difíciles, señaló que “la arquitectura es una vocación excelsa que está al servicio del bien común”, tratar de ser un buen ser humano, hacer una arquitectura con filosofía, trascendente.
Finalmente, las autoridades y organizadores agradecieron y entregaron a cada uno de los panelistas un Reconocimiento a nombre de la institución, no sin antes invitar al siguiente evento, el próximo miércoles 22 de febrero a las 5:00 pm, en donde compartirán sus experiencias las generaciones de 1980 a 1989.