El Dr. Miguel Ángel Martínez, miembro de la directiva del Observatorio Hannah Arendt, del Comité Académico de Cedice, analizó la relación que existe entre Hispanoamérica y el legado hispano en donde muestra la dificultad y transformación que existió en los diferentes ambientes sociales, históricos y religiosos.
Uno de los elementos constitutivos de la humanidad es la idea de una frontera; la hispanidad gira siempre en torno a la idea de una frontera en donde el otro está enfrente y es una otredad difícil, amenazante, explicó el Dr. Miguel Ángel Martínez.
Esto lo mencionó al hacer alusión a la lucha que durante la época Medieval se dio en este territorio contra los musulmanes; "cuando hablamos de la confrontación entre pueblos cristianos y pueblos musulmanes, estamos hablando de dos sustratos de creencias muy diferentes y ambos confluyendo en esa frontera que se fue moviendo poco a poco, pero que concentraba una enorme tensión entre pueblos distintos y rivales".
Aseguró que, lo que en un futuro se conocerá como la Nación Española, encontró en la unicidad del catolicismo la fórmula política para la unidad de todos los pueblos peninsulares, eso le dio la cohesión política necesaria y en el momento en que necesitan expandir su territorio lejos de la región peninsular fundan pueblos y ciudades de hombres libres que tenían la posibilidad de decidir bajo qué régimen político acogerse, generando así una estructura política distinta que se trasladó a América.
El Dr. Miguel Ángel Martínez explicó que otro rasgo único de la conquista española era que durante el proceso la religión católica jugó un papel importante en la colonización. Más allá de la propia conquista se ve una alianza entre pueblos, con la finalidad de que ambos obtuvieran beneficios el uno del otro ya sea apoyo material (alimento) o ayuda para tomar otros pueblos. Con el tiempo América fue adoptando rasgos de origen español, sin embargo poseían vínculos que permitían una cierta libertad con respecto al poder del imperio de Habsburgo, es decir las sociedades americanas tenían organismos sociales que creaban un contrapeso al balance del poder. Existieron cuatro virreinatos que para finales del siglo XVIII habían surgido en América, el más importante fue el de la Nueva España.
Un dato interesante que destacó fue que durante la separación de España con América solo un 40% de la población hablaba castellano y el resto seguía hablando sus lenguas originarias, fue hasta después de la Independencia cuando el gobierno decide que el español será la lengua uniforme, al igual comenta que el surgimiento de los modernos estados nacionales en hispanoamérica tiene un relación directa con la ilustración.
La centralización del poder en Europa, causada por la independencia de las colonias estadounidenses de la gran Bretaña, comenzó a afectar proporcionalmente la influencia de los blancos criollos en América.
La separación de los americanos dividió a la sociedad y requirió de una nueva identidad nacional, ahora bajo la forma de nuevos estados nacionales, de igual forma sucedió una sustitución de monarquía por la república en sociedades que eran completamente heterogéneas.