Del sueño al legado: la historia de JuanMa en las Águilas
16/12/2025
Autor: Hugo Quintero
Foto: Misraim Álvarez

Fue parte del histórico ascenso de Segunda a Primera División y de la consolidación del equipo en la máxima categoría

Después de varios años de entrega, disciplina y pasión por los colores rojo y blanco, Juan Manuel Ugalde concluye su etapa como jugador del equipo de futbol de las Águilas UPAEP, cerrando un ciclo que representa fielmente los valores y la identidad que distinguen a la institución: liderazgo, compromiso, resiliencia y formación integral.

Juan Manuel llegó a UPAEP en agosto de 2020, en medio de la complejidad que trajo la pandemia. Aunque los entrenamientos presenciales comenzaron hasta agosto de 2021, su vínculo con el equipo venía de tiempo atrás, ya que desde 2018 formaba parte del centro de formación, etapa en la que tuvo la oportunidad de entrenar y disputar partidos amistosos con el representativo universitario. Su historia con las Águilas, prácticamente, estaba escrita desde antes de portar oficialmente el uniforme.

Para él, defender el escudo de UPAEP siempre fue motivo de orgullo, no solo por el significado personal, sino por la herencia familiar: “Significa un orgullo poder representar los colores de las Águilas, al igual que mi papá en su momento”, compartió.

En el plano deportivo, Juan Manuel fue parte de uno de los logros más importantes en la historia reciente del equipo: el ascenso de Segunda a Primera División de CONADEIP, así como la posterior consolidación del conjunto en la máxima categoría. “Ese ascenso y el mantenernos en Primera es el logro más importante de mi carrera universitaria”, afirmó.

Entre todas las temporadas que vivió, la 2024-2025 ocupa un lugar especial en su memoria. No solo por la despedida de grandes amigos dentro del equipo, sino por la adversidad deportiva que supieron transformar en fortaleza. Tras una primera vuelta complicada, donde incluso se hablaba de un posible descenso, las Águilas reaccionaron con carácter y lograron ganar todos sus partidos ante rivales poblanos en la segunda vuelta, asegurando la permanencia. “Fue un antes y un después para mí”, recordó.

Su crecimiento no solo fue futbolístico. A lo largo de su paso por la universidad, Juan Manuel reconoce que se convirtió en una persona más disciplinada, responsable y consciente del equilibrio entre lo académico y lo deportivo, especialmente al cursar una carrera tan exigente como Odontología. Compatibilizar entrenamientos, estudios, prácticas y tiempos de descanso fue uno de sus mayores retos, pero también una de sus mayores escuelas de vida.

En ese trayecto, las relaciones humanas marcaron profundamente su historia. Compañeros como Edson, Charly (Carlos Molina), Daniel Trejo, Braulio González, Xavier Martínez y Manuel Alejandro García, con quienes consiguió el ascenso, dejaron una huella imborrable. En su último semestre, también asumió un rol de guía y hermano mayor para jugadores más jóvenes como Manuel Carrasco, Axel Vargas, Antonio Montoya y Óscar Cancino, fortaleciendo así su perfil de liderazgo.

El deporte universitario le dejó aprendizajes que van más allá del marcador: respeto, resiliencia, trabajo en equipo y la capacidad de levantarse ante la adversidad. “He aprendido más de las derrotas que de las victorias”, expresó, reflejando una de las bases del modelo formativo UPAEP.

Ahora, al concluir su elegibilidad, Juan Manuel inicia una nueva etapa: realizará su servicio social, defenderá su tesis y buscará especializarse en cirugía bucal. Convencido de que su paso por UPAEP será una ventaja en su vida profesional, reconoce que el prestigio institucional, sumado a los valores vividos, marcarán su desempeño en el mundo laboral.

Para él, UPAEP representa una parte fundamental de su historia de vida. “Siempre estaré agradecido por el cariño y las oportunidades que me han brindado”, afirma. El valor que más hizo suyo fue el de la formación de líderes, convencido de que el ejemplo es la mejor manera de influir positivamente en los demás.

Juan Manuel se despide del futbol universitario llevándose recuerdos, fotografías, partidos, amistades y enseñanzas que formarán parte de su identidad para siempre. Su historia es reflejo de lo que significa ser Águila: crecer como deportista, como estudiante y, sobre todo, como ser humano.