La importancia de la energía
10/12/2024
Autor: Dr. Juan Francisco Méndez Díaz
Foto: Profesor Investigador Ingeniería Ambiental UPAEP

La producción, uso y distribución de la energía, se han convertido en uno de los principales problemas que se viven actualmente a nivel global, junto con su desarrollo tecnológico. Una de las problemáticas energéticas principales radica en el incremento de la demanda, provocado por el aumento tanto poblacional como industrial. Esto conlleva a una afectación directa en el medio ambiente, ya que la mayor parte de la energía que se produce, se utiliza y distribuye, proviene de los combustibles fósiles, afectando de manera sustancial a nuestros recursos naturales, los cuales se están acabando a un ritmo apresurado. Esto tiene como resultado una mayor cantidad de gases de efecto invernadero y mayor contaminación, lo que daña de manera grave a nuestro planeta, acelerando así el cambio climático, afectando nuestra calidad de vida y la de generación futuras.

Dentro de los energéticos más utilizados en todo el mundo y que ha causado mayor daño al medio ambiente está el petróleo, del cual obtenemos tanto energía como una gran variedad de productos. De acuerdo al World Energy Balances, las reservas de petróleo para el 2021 se encontraban estimadas en 1,729,546 millones de barriles, divididas a nivel mundial como lo muestra la gráfica número 1: 

Gráfica 1 (elaboración propia)

Como podemos observar en la gráfica, las reservas de petróleo, aunque cada vez son menores, aún seguirán siendo utilizadas, y seguirán contaminando. 

Una de las soluciones para esta problemática energética que existe de mucho tiempo atrás, se planteó en la declaración de Río en su tercer principio en el año de 1992, en la comisión mundial del medio ambiente y desarrollo de las naciones unidas de la asamblea de las naciones unidas. Esta hace alusión a un término que es primordial en esta coyuntura, la sostenibilidad. Este término se aplicó por primera vez en el informe Brundtland en 1987, y se define de manera general como el gestionar los recursos inteligentemente para satisfacer las necesidades actuales sin afectar los recursos en un futuro y poner en riesgo las necesidades de la generaciones posteriores, tomando en cuenta el progreso económico, social e industrial, considerando el cuidado inteligente del medio ambiente.

Por esto se vuelve necesario encontrar nuevos sistemas de generación de energía, así como técnicas para su gestión. Esta generación de energía debe ser tanto limpia como renovable, y trabajar en conjunto con las energías convencionales para ir disminuyendo esta problemática creciente tanto de contaminación como de producción, ya que las energías convencionales se seguirán utilizando.