El valor del amor
09/02/2024
Autor: Arturo Villanueva González
Cargo: Director de la Facultad de Educación

¿Qué es el amor?

Nos dice Tomás Melendo:

Para iniciar el esclarecimiento del tan cercano y natural como asombroso y difícil misterio del amor acudiré a la escueta descripción que Aristóteles estampó en su Retórica. Nos dice allí el filósofo griego que amar es «querer el bien para otro en cuanto otro». (Melendo, 2014, p.18)

El amor es más que un sentimiento.

La definición anterior pudiese desilusionar a más de uno, ¿qué acaso el amor no es “el sentimiento más noble que existe en el ser humano”?, pues sí y no, es mucho más que eso.

Se suele identificar al amor con el sentimiento placentero de agrado y hasta alegría que nos da la presencia del ser amado, y aunque eso no deja de ser cierto, imaginen ¿qué pasa cuando en la vida cotidiana, real el trato con las personas que queremos no deriva necesariamente en una situación agradable? ¿Qué pasa cuando se tiene un desencuentro con la novia o el novio, o con los hermanos, o con la esposa o esposo, o con los hijos, o con los estudiantes? Aunque uno “no sienta bonito”, sino, “más bien feo”, uno les quiere, les ama.

Es importante señalar que el amor es mucho más que un sentimiento.

El amor como valor y virtud.

El amor se nos presenta como algo valioso, algo que todos buscamos, que deseamos. El amor es también un valor, de los más importantes que al encarnarse en una persona, se convierte también en virtud.

La persona que ama, se convierte en amorosa, en una persona que es capaz de darse generosamente a otra persona, por puro amor. 

La persona amada, se convierte en el amable, aquél que facilita el ser amado por la otra persona.

Así se establece pues la relación entre dos personas que llamamos amor.

Así ejercemos el amor al entregarnos a las personas que amamos, les damos nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro interés. Todo esto lo realizamos a través de acciones, procurando el bien de los demás, comunicándonos con cuidado, con decoro, también con alegría. 

El amor como una relación comprometida.

Amor sin compromiso, no es amor. El amor es una relación entre dos personas que se dan el uno al otro libremente. Esta acción generosa debe ser necesariamente comprometida, pues al amor requiere de exclusividad y permanencia, es decir fidelidad. La fidelidad sólo se da con el compromiso. El amor comprometido de una madre o un padre para con sus hijos, los cuales necesitan ser amados para poder construir su propia personalidad y en su momento poder construir también sus amores. El amor comprometido de un esposo con su esposa, que a pesar del tiempo y las dificultades que son parte de la vida, permanezca la firme voluntad de seguir amándose mutuamente. El amor comprometido de un novio con su novia, a la que cuida y respeta, como alguien a quien ama especialmente. El amor del profesor por sus estudiantes, quienes genuinamente le preocupan y ocupan dentro y fuera del salón de clase. 

A manera de conclusión diremos; nunca te canses de amar, como San Agustín dijera:

«Ama y haz lo que quieras: si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor. Exista dentro de ti la raíz de la caridad; de dicha raíz no puede brotar sino el bien.» (Agustín, s/f)

Referencias.

Agustín, San. Epistolarium Joannis ad Parthos(Tr. VI I, 8)

Melendo, T. (2014)  Antropología del amor. Inédito.