Algunas personas podrían considerar que sus altos niveles de estrés no se podrían relacionar con sus bajos niveles de apoyo social recibido o con sus bajas posibilidades de obtenerlo. Incluso, podrían llegar a consumir medicamentos, hacer dietas o ejercicio físico con la finalidad de reducir su estrés, sin considerar si su situación de apoyo social ha cambiado en cantidad o calidad recientemente.
Esta correlación de tipo negativa entre estrés y apoyo social cobra mayor importancia cuando se sabe que al experimentar el apoyo social se logran obtener beneficios personales y sociales. Según García (2011) altos niveles de apoyo social en la persona han sido relacionados con niveles moderados o altos de salud mental y física; sobre todo, con la reducción del estrés, ansiedad, problemas cardíacos, depresión, adicciones o conductas de riesgo. Asimismo, a través del apoyo social se promueve la participación social, el bienestar, el sentido de pertenencia, el sentido de comunidad, la integración social, entre otros.
A continuación, se presenta de manera breve cada uno de los conceptos mencionados, con el fin de comprender la relación que mantienen.
El primer concepto a tratar es el apoyo social, el cual se define como el conjunto de provisiones expresivas o instrumentales, percibidas o recibidas, proporcionadas por la comunidad, las redes sociales y las relaciones íntimas y de confianza, y que pueden producirse en situaciones tanto cotidianas como de crisis a lo largo del ciclo vital (Lin, 1986). Estas provisiones pueden cubrir varias funciones (García, 2011): instrumental, para satisfacer necesidades materiales, tangibles o de ayuda práctica según requiera la persona (¿quiénes te podrían prestar dinero?); informacional, para orientar o guiar a la persona ante alguna duda que se tenga al tomar una decisión importante (¿a quién recurrirías para obtener un consejo?); y emocional, para contener o acompañar a la persona en el momento de expresar alguna emoción (¿con quién cuentas para tratar asuntos privados?). Adicionalmente, es necesario delimitar el concepto de red de apoyo social, ya que a través de este término se logra medir la cantidad y calidad de la ayuda proporcionada por otros. Cuando se utiliza la palabra “red” se refiere a la captura de las propiedades estructurales del apoyo social que posee alguna persona (Maya, 2022), es decir, a través del estudio de esta red se puede conocer la cantidad de personas que lo integran, el tipo de apoyo proporcionado por cada una ellas y la interconexión que guardan entre sí los miembros que la conforman. Con dicha información, se podría determinar la densidad de la red, la función principal que cubre (instrumental, informacional o emocional) y las características personales de cada miembro (edad, sexo, parentesco, hábitos, consumo de sustancias, conductas de riesgo, otros). Con lo anterior, se podría conocer científicamente la situación actual sobre el apoyo social de cualquier persona y determinar su cantidad y la calidad de la misma.
Como segundo concepto a abordar se encuentra el estrés. Según Selye (1936; 1971) es un síndrome general de adaptación o una respuesta no específica del organismo a cualquier requerimiento efectuado por éste. Dependiendo del nivel de respuesta dado por la persona ante episodios de estrés, se podría hablar de dos tipos: estrés y distrés. Se utiliza el concepto estrés cuando se presenta una activación adecuada del organismo para atender y resolver los retos de la vida cotidiana; por otro lado, se utiliza la palabra distrés cuando existe una respuesta exagerada de atención y reacción ante dichos retos. Cotidianamente, este último se reconoce socialmente como estrés, y se encuentra asociado a la ansiedad y angustia.
Con base en lo anterior, ¿cómo se relaciona el apoyo social y el estrés?. Como se ha dicho, el estrés se experimenta ante los retos que se presentan cotidianamente en la vida. Dependerá de los recursos con los que cuenta cada persona (autoestima, optimismo, manejo de emociones, entre otros) para superar dichos retos, con el fin de lograr la adaptación necesaria; de lo contrario, se podría convertir en distrés. En casos donde los recursos personales son inexistentes o limitados, los recursos sociales pueden surgir para ayudar a la persona en su proceso de adaptación; en este sentido, el apoyo social puede verse como un asistente para el afrontamiento (Thoits, 1982; Lazarus y Folkman, 1984; Turner, 1999).
Tomando en cuenta los conceptos de red de apoyo social y episodios de estrés en una persona, se pueden considerar los siguientes escenarios (Moos y Billings, 1982). Personas que cotidianamente realizan un afrontamiento centrado en la emoción ante algún estresor, tenderán a utilizar recursos de apoyo psicológico (función emocional del apoyo social) como: buscar estima y comprensión en personas pertenecientes a su red de apoyo social. Por otro lado, personas que utilizan estrategias centradas en el problema, es decir, en modificar o eliminar la fuente del estrés, preferirán utilizar sus recursos de apoyo instrumental (función instrumental del apoyo social) como: buscar información, apoyo material y práctico en las personas que conforman su red.
Como una invitación hacia la autoevaluación y concientización de cada uno con respecto a este tema, sería necesario plantearse las siguientes preguntas: ¿cotidianamente experimentas estrés o distrés? ¿cuentas con una red de apoyo que se pueda considerar como un recurso de asistencia en los momentos que se experimenta el estrés o distrés?, ¿qué función principal cubre tu red de apoyo social (instrumental, informacional o emocional)?, ¿crees que es suficiente esa función principal proporcionada por tu red de apoyo social para cubrir tus necesidades? y ¿cómo juzgarías tu red de apoyo en cuanto a cantidad y calidad?, es decir, ¿son pocos o muchas personas que la conforman?, ¿cuentan con características personales que promueven tu desarrollo personal o más bien, son personas que promueven el vicio y las conductas de riesgo en tu persona? Todas estas preguntas y sus correspondientes respuestas podrían ayudar a comprender un poco más tu situación actual ante el estrés o distrés que vives día con día.