Exponer en una junta no es cuestión de claridad, diálogo ni mucho menos apertura. Se trata de blindar la propuesta, salir ovacionado y, de ser posible, hacer que el auditorio se sienta un poco indigno de modificar una sola coma de lo que usted ha preparado con un esfuerzo titánico. Para ello, este antimanual en ocho pasos le enseñará las mejores estrategias (o tretas, si somos sinceros) para lograr que su presentación sea aprobada sin resistencia.
Ahora bien, si usted es de los que aún cree en la nobleza del trabajo en equipo y la importancia de escuchar a los demás, también hemos incluido un manual en tres pasos para los optimistas incorregibles que piensan que el mérito y la preparación son suficientes. Usted decide qué camino tomar… aunque sabemos cuál funciona mejor.
Antimanual de ocho pasos para exponer en una junta …
- Comience diciendo que lo que se expondrá ha llevado muchísimas horas y esfuerzo y muchísimo trabajo. Al enfatizar esto se predispone al auditorio a que nos felicite, dulcifique su juicio o apruebe con más facilidad la propuesta.
- Haga la chillona en torno a las idas y venidas en la manufactura del borrador, al tremendo arte que supuso lograr el consenso que ahora se presentará, a la hábil gestión que usted tuvo que realizar para haber llegado al equilibrio armónico en todo el proceso. Un toque de martirio laboral siempre viene bien. De esta manera se evitará que le muevan a la propuesta y ésta sea aprobada tal cual, no sea que, por corregir una parte, se descuajaringue el todo.
- Meta alguna diapositiva que enfatice que lo que se expondrá ha encontrado una gran aprobación en la población (estudiantes, profesores, administrativos…), a través de algún sondeo o benchmarking interno o externo. Esto provoca que disminuyan las críticas, pues el que las haga se sentiría opositor al sentido común.
- Algo que ayuda mucho es que, si tiene la oportunidad, usted charolee. Diga que “en corto y de manera informal” se lo presentó a tal o cual persona de la Junta de Gobierno o de los fundadores y que “les encantó”. Esto también provoca que disminuyan las críticas, pues el que las haga se vería como un potencial opositor a la médula del poder o de la identidad.
- Pídale a un cuate que sea la primera mano levantada cuando sea el momento de preguntas y respuestas para que, por supuesto, le felicite con ferviente entusiasmo. Llevar porra siempre da ánimos al que expone y suaviza las siguientes participaciones, que siempre comenzarán diciendo: “me sumo a las felicitaciones que ya hizo fulano…”
- Ante alguna pregunta difícil o una observación crítica, esquive los “síes” y los “noes” lisos y llanos, mejor diga que “estamos frente a un problema multicausal”, el cual acepta diversidad de enfoques; que el que hizo la observación está viendo sólo una parte, pero que estamos frente a algo realmente “complejo y complicado” y que enfocarlo desde una perspectiva sería un acto temerario y simplista, pero que agradece su opinión y tomará en cuenta su participación. Así se da carpetazo a las objeciones.
- Use vocabulario que habrá de ser bien recibido según el auditorio. En nuestro caso, cite la Doctrina Social de la Iglesia, busque alguna frase pegadora del Papa, apéguese a la jerga institucional sobre gestión, principios, ideario, etc.
- Si usted es de la idea de no cambiar nada de lo presentado, aunque haya habido sugerencias, de todos modos, comente que agradece las observaciones y que buscará personalmente a cada uno para recibir la retroalimentación e ir puliendo la propuesta con las valiosísimas intervenciones. Aunque nunca los busque ni agende nada con ellos, decirlo, causa impresión de ser persona abierta, humilde y trabajadora.
Manual de tres pasos para exponer en una junta …
- Antes: Prepare el material a exponer de manera muy profesional y envíelo con anticipación para que los demás puedan estudiarlo y hacer la junta más ágil y provechosa.
- Durante: Al exponer, sea veraz, claro y conciso. Nunca sea adulador, pero tampoco sea hostil o esté a la defensiva; manténgase en el justo medio de la cortesía.
- Después: Sea autocrítico y reciba con sincera gratitud las propuestas y observaciones de los demás. No se tome las críticas de manera personal, más bien recuerde que “dos cabezas siempre piensan mejor que una”, y que todo ese feedback que le acaban de dar es para su bien. Por lo tanto, ponga verdaderamente manos a la obra y mejore su propuesta con las ideas que le regalaron. Sea agradecido.