La vocación docente: un llamado divino de transformación
16/05/2025
Autor: Dr. Jorge Rosete Espinosa
Cargo: Decano Ciencias Creativas

A continuación, compartimos el discurso completo pronunciado por el Dr. Jorge Rosete Espinosa, Decano de Ciencias Creativas de la UPAEP, durante la celebración del Día del Maestro. En estas emotivas palabras, el Dr. Rosete reflexiona profundamente sobre la vocación docente, el papel trascendental del profesor UPAEP y la importancia de la educación integral en nuestra institución.

  • Estimadas autoridades de la UPAEP, queridos colegas y amigos:

En este día tan especial, les extiendo un cálido saludo a todos los presentes. Es un verdadero honor estar aquí y contar con la oportunidad de dirigirme a ustedes en representación de la comunidad universitaria.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a las autoridades de la UPAEP por confiar en mí para transmitir este mensaje.

Esta celebración se trata de ti, es una ocasión para reconocer y valorar el esfuerzo y la dedicación que cada uno de ustedes pone en su labor diaria. Ustedes son el corazón de nuestra universidad, aquellos que, con su pasión y compromiso, transforman vidas y construyen futuros.

  • Habiendo cumplido el protocolo inicial… Si me lo permiten, dejaré de usar el plural en el resto de mi intervención, porque este mensaje no está dirigido al etéreo, al colectivo donde las ideas se diluyen, este mensaje es para ti Juan, para ti Aby, para ti Miguel.
  • La vocación

Si revisas tus redes sociales hoy, verás innumerables felicitaciones, muchas de ellas exaltando la "vocación docente". Seguramente responderás amablemente a esos mensajes**, pero, ¿alguna vez te has detenido a reflexionar profundamente… ¿qué hago aquí?**

Cada uno de nosotros tiene una historia única sobre cómo comenzó en la docencia. Algunos eligieron este camino por una decisión clara y consciente, mientras que otros llegamos a ella por diversas circunstancias de la vida. (anécdota)

Sin embargo, más allá de cómo llegamos aquí, tenemos algo en común, la vocación. que, en una interpretación libre del término, es un llamado, una inclinación profunda que nos impulsa a seguir un camino que resuena con nuestros valores, talentos y propósito personal.

La vocación es aquello que nos da sentido y dirección, es lo que nos hace levantarnos cada día con entusiasmo y determinación es algo que nos apasiona profundamente y nos permite encontrar nuestro lugar en el mundo

Descubrir y seguir nuestra vocación no siempre es fácil. A menudo requiere reflexión profunda, autoconocimiento y valentía para tomar decisiones que pueden no ser comprendidas por otros.

  • Cuando el llamado es trascendente, más que de una profesión, como lo es en el caso de la docencia, es el mismo Dios quien nos llama a cada uno de manera única y personal y nos hace una invitación divina a participar en Su obra, utilizando nuestros talentos y habilidades para servir a los demás y contribuir al bien común.

Para aquellos llamados a la docencia, la vocación se convierte en un medio para ser co-creadores con Dios en la formación de mentes y corazones. La enseñanza se transforma entonces en un acto de amor y servicio, donde el maestro no solo transmite conocimientos, sino que también inspira y guía a sus estudiantes hacia la verdad y el bien.

Responder al llamado de Dios en la vocación docente es un acto de fe y compromiso. Implica estar abierto a la guía divina, buscando constantemente crecer en sabiduría y amor, Es un camino de servicio y al mismo tiempo de realización personal, donde el maestro, se convierte en un verdadero agente de cambio en la vida de sus estudiantes y a través de ellos en la sociedad.

Hace algunos meses tuve el privilegio de dirigirme a los egresados de maestría y doctorado el día de su graduación en la última catedra, en ese mensaje les hacía ver lo complejo del contexto actual de nuestro país y el mundo, la violencia, la división social, los conflictos políticos, la indiferencia por el otro, la pérdida de valores, etc. Y les hacía un llamado a utilizar lo aprendido en el aula y ponerlo al servicio del otro, pero nadie puede dar lo que no tiene, y es justamente en tu aula donde lo obtiene. En ese sentido la misión del docente implica por supuesto preparar una gran clase, documentar los avances de sus alumnos y proponer metodologías de aprendizaje en la guía correspondiente, pero tal vez más importante sea sembrar las semillas de paz, justicia y amor … con valentía ante nuestro entorno, con coraje y con fe, de que a su tiempo florecerán y darán fruto. En muchas ocasiones escuché a uno de mis grandes maestros de vida, el Dr. Juan Martín López Calva decir que los profesores somos verdaderos trabajadores de la esperanza y ciertamente ante la realidad a veces oscura, el maestro inspira, cultiva la capacidad de soñar e infunden valores que permiten a sus estudiantes desarrollar una visión de un mundo más equitativo y compasivo.

  • El docente upaep

Parafraseando al Papa Francisco nos decía que la misión de la universidad no es solamente aprender cosas, no se trata de la erudición y que debemos formar a nuestros estudiantes en los tres lenguajes humanos, el de la cabeza, el del corazón y el de las manos y en la armonía de esos tres lenguajes se encuentra el verdadero desafío, el Papa Leon se pronuncia en el mismo sentido, “como universidad Católica hemos de ser un verdadero centro de estudios superiores donde se integren armónicamente el saber profesional, la investigación científica y la fe”

Querido colega, en esta misión que compartimos, ese llamado particular de Dios ha tomado forma en la UPAEP por una razón especial, quizá porque ese sentido formativo del cual nos hablaba el Papa, está claramente expresado en nuestro ideario cuando dice que la UPAEP busca “la formación integral de las personas que conforman la comunidad universitaria. Esto incluye una sólida preparación para el ejercicio de la profesión; prioritariamente el acompañamiento y guía para descubrir su vocación particular y el sentido de la vida, que es apertura a la trascendencia y a la plenitud.” Ahí están los tres lenguajes entrelazados.

Y es que responder al llamado trascendente de la docencia, ya de si es un reto, hacerlo en la UPAEP exige un compromiso mayor por los altos objetivos que persigue la institución no solo para con nuestros alumnos, sino que a través de ellos a la sociedad en su conjunto.

Se habla mucho de todo lo que ha crecido la institución en edificios, laboratorios, etc. Eso es lo que se ve, lo cuantitativo Pero ese crecimiento no se entendería sin lo cualitativo, si no sucedieran pequeños milagros cotidianos en el aula …. De los cuales tus alumnos y tú son protagonistas. Y es que como nos lo ha hecho saber nuestro Sr. Rector en repetidas ocasiones, es en esa interacción fecunda entre alumnos y profesores, en ese encuentro fraterno de almas que se da el verdadero sentido de esta Universidad.

Quisiera ir cerrando este mensaje con las debidas felicitaciones.

En primer lugar, al protagonista de la historia, a aquel que ha pasado días en el aula leyendo, reflexionando y esforzándose por convivir y construir el conocimiento, que ha pasado incontables horas fuera del salón tratando de sacar un tema…. mis más sentidas felicitaciones para todos tus alumnos…. Y es que tenerte como profesor es un verdadero lujo.

Felicito A la Universidad porque se ha propuesto construir un claustro académico ejemplar y eso nos dice que tiene la claridad de una visión y el corazón apostado en lo que verdaderamente vale la pena.

Y a ti querido colega y más que una felicitación quisiera agradecerte.

Gracias por escuchar el llamado y responderlo con contundencia.

Gracias por ese consejo que cambia vidas.

Gracias por creer en tus estudiantes y no rendirte nunca

Gracias por ser un héroe silencioso en la vida de muchos

Gracias por ser un arquitecto de sueños y un constructor de futuros

Gracias por iluminar el camino de tus estudiantes incluso en los momentos más oscuros

Gracias por enseñarnos que el verdadero éxito se mide por la cantidad de vidas y almas que impactamos

Gracias por sembrar semillas de esperanza

…. Gracias por enseñar más con tu vida que con la lección aprendida.

No sé si esta reflexión haya ayudado a responder la pregunta inicial ¿Qué hago aquí? Pero de verdad espero que ayude a responder una pregunta quizá más importante… para qué estoy aquí.

Muchas felicidades a todos, enhorabuena.