¿Estamos listos para otra pandemia?
27/07/2021
Autor: José Antonio Bravo Méndez

Son en este momento las 12:07 horas, una hora todavía adecuada para poder iniciar por lo menos esta cuartilla, sin embargo, las horas ahora casi no marcan un tiempo real pues está demostrado que lo que estamos pasando psicológicamente es contrario a nuestra vida normal, derivado de un problema mundial de salud.

Algunas de estas reflexiones son derivadas de la plática amena y a veces catártica de mis queridos alumnos, a quienes no he podido conocer en persona pues aún no ha llegado el momento –según los expertos-, de vernos en el campus universitario.

Como en muchos casos se ha dicho, es importante que de esto podamos observar mejor la vida, la que pasa frente a nuestros ojos y si no estamos preparados perderemos mucho de su belleza tratando de corregir a alguien, tratando de ser mejores a veces sin saber para qué o para quién, buscando comprensión sin saber que necesitamos primero comprendernos a nosotros mismos, tarea nada fácil pero tampoco imposible; la posibilidad de un análisis es tan infinita que podríamos –entre todos los que lleguen a leereste artículo-, publicar una enciclopedia, pero he ahí otra reflexión que hago en forma de pregunta: ¿atenderíamos ahora sí lo que dice para responder adecuadamente a una contingencia igual?

Yo esperaría de inicio, igual que tú, que no hubiera algo similar nuevamente, pero qué tal que sucede algo atemorizante como la noticia que corrió en las redes sociales un sábado 30 de mayo (2020): “Varios monos se escapan con muestras del virus Covid-19 tras atacar a un técnico de laboratorio en la India”; parecía que estábamos ya en la recta final y no, ahora sucedía esto. Eso implicaba que no en todos los laboratorios del mundo estaban listos para hacer frente a la contención del virus para poder estudiarlo.

Estamos ya en el 2021 y seguimos con el análisis, tanto en los medios como en las clases de cada uno de los profesores, de qué sucedió para que llegáramos a este punto; las estadísticas hacen notar altibajos, en un día puede suceder que baje el número de contagios y al otro sube al doble o triple, qué más podemos pensar acerca de esto, qué podemos obtener de aprendizaje.

HUERTOS FAMILIARES. Afortunadamente no soy el único que ha pensado en esto, y lo comentaba con mis estudiantes haciendo una pregunta, ¿se han dado cuenta que ahora que estamos en medio de una pandemia, sin poder salir mucho, sólo cuando es necesario comprar víveres, que podríamos haber trabajado más en cultivar “nuestra propia comida”?; hace algunas décadas empezaba el concepto de ciudades verdes para prevenir la deforestación en general, siguió a esto el concepto de crear huertos familiares que pudieran proporcionar sustento;pocos eran los que se percataban de la falta de árboles que pudieran dar sombra, proteger de los vientos, proporcionar oxígeno, etcétera, esto porque cada vez más el concreto invadía los camellones, las plazas, los parques, y en realidad el concreto por sí mismo no es malo más bien nosotros no hemos sabido darle el uso adecuado y derramarlo en el sitio en que debe estar. Llegaron poco después los jardines en las azoteas, los muros verdes que –incluso sintéticos- daban la idea de la naturaleza en convivencia con el ser humano, lamentablemente fue sólo una moda más que una idea sólida de cultivar nuestra comida en casa.

Lo importante es que no dejemos la idea de lado, que siga la lucha por desarrollarla, por ejemplo,en casa logramos sembrar papas, jitomate, un árbol de aguacate que ha crecido bastante y esperamos pronto poder ver los frutos; a la par, no necesariamente en el concepto de sembrar comestibles cambiamos de sitio un árbol de la especie ficus, una bugambilia y algunas plantas más, es decir, reestructuramos el jardín y la forma de ver la naturaleza en Familia.

MÚSICA DE ANTAÑO.“Gracias” -si entrecomillado- a la pandemia, la Familia ha podido descubrir algunos recuerdos de papá o de mamá, en este caso comparto que tenía ya un buen rato que no escuchábamos los discos LP de artistas variados, por ejemplo, de música clásica, regional, tríos, etcétera. La experiencia a la vez que interesante y en ocasiones melancólica también fue de descubrimiento para la siguiente generación, de sorprenderse por unos discos tan grandes, en color negro o rojo e incluso amarillo transparente.

“Recordar es vivir”, dice el dicho, y es cierto, regresar a la época en que nuestros padres escuchaban la radio y después compraban algún LP con la música que más les gustaba implica recordar cómo era el visitar la tienda de discos, recorrer los pasillos, revisar cada portada de acuerdo a la sección que más te gustara.

EDUCACIÓN. Un pensamiento que me ha robado mucho tiempo en este momento, es el que se refiere a la educación; generaciones atrás se ha oído decir que la juventud estaba perdida y no hay nada que hacer, o incluso, que corremos peligro si caemos en sus manos, recordé la cita que había leído hace tiempo de una persona que reflexionaba sobre su época, sobre la juventud y decía:

«La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros» ,sorprendido quedé la primera vez que lo leí porque ignoraba que son palabras que se han adjudicado a Sócrates (470 a.C.-399 a.C.); esto viene a colación porque mi pensamiento iba a eso, en muchas ocasiones nos quejamos de que nuestros alumnos no nos comprenden, no logran concentrarse en los temas impartidos, etcétera, y ahora, tomando clases a distancia o en línea, el problema iba a ser mayor, el contacto personal que existía en el aula era importante, más aún cuando las clases son el área de las Humanidades, sin menospreciar a las demás disciplinas, pero considero que estas son las que apoyan en mucho la Formación de la Persona.

Cómo podemos ahora transmitir contenidos acerca de los valores personales aplicados a la sociedad, con vistas a lograr que cada pueblo, cada cultura pueda salir adelante, pueda lograr su plenitud.

Cabe entonces hacer una reflexión, cada persona logra su formación a través de lo que la familia le puede dar, sería un mensaje esperanzador pues quisiéramos que los jóvenes en las clases atendierany, sobre todo, de hacer suyos esos valores; es cierto, depende también del catedrático que imparte la asignatura, de qué forma logra mantener interesados a sus alumnos.

La tecnología por otro lado, nos dio la oportunidad de incluso entrar en los hogares, de estar siendo escuchados por algún miembro de la familia, como me lo comentó una alumna cuando le hice una pregunta directa, “bueno, estuve escuchando la clase y mi hermano hizo un comentario sobre lo que decía usted, dijo que lo que comentaba era lo mismo que había escuchado decir a mi abuelo”; ¿me puedo sentir halagado?, será mejor que lo vea así porque hablaba en ese momento de los valores trascendentes de la personaconcluyó diciendo que algunos conceptos-valores no han cambiado y los escuchamos de generación en generación.

Tuvimos muchos problemas para adaptar de improviso los contenidospara el trabajo en línea, sobre todo para los niños de escuelas oficiales, en la Primaria, Secundaria y de las demás áreas de Educación, tuvimos que recurrir a toda nuestra creatividad para sacar adelante cada clase; sólo los sistemas que de por si estaban dando el servicio en línea pudieron hacer más útil y eficiente estaexperiencia.

Se ha considerado por algunos expertos, que el alumnado que ha sufrido esta contingencia, cierre de sus escuelas, cancelación de talleres, actividades al aire libre, explicaciones directas sobre los temas a aprender, etcétera, sufrirán severas pérdidas, cuando haya que hacer el balance de sus conocimientos, en cada país se revelará la necesidad de algún recurso remedial, de atención psicológica necesaria, profesional, y debemos estar preparados como sociedad.

EL CICLO ESCOLAR 2020-2021. Llegaba el inicio de clases y por todos lados se percibía cierto miedo o incertidumbre por el nuevo ciclo; los padres de familia esperábamos los avisos para la compra de uniformes, los profesores, por otro lado, preparaban los sitios más adecuados en sus casas para la trasmisión de las clases; en este tema hubo un gobernador que se preguntaba en rueda de prensa si valía la pena incrementar los recursos a los maestros pues si estaban en sus casas ya no gastaban por ejemplo, en gasolina o en transporte público, esto requiere de otro análisis, las cosas han cambiado, hemos tenido más tiempo para reflexionar.

CONVIVENCIA FAMILIAR. La riqueza fue infinita, convivir con la Familia tuvo sus aprendizajes y también sus desencuentros, nada grave claro en la mayoría de los hogares, pero si importante de tomar en cuenta.

Salir a trabajar cada día, había creado una rutina que para nosotros había significado algo importante en cuanto a despertarse temprano, empezar a preparar los uniformes de los niños –si no se hacía la noche anterior-, tomar un rico desayuno que mamá había preparado, pero eso si siempre la Familia completa, y salir finalmente rumbo a la escuela, de ahí partir a la oficina y a veces siendo llevado por la esposa.

Ir por los niños a la escuela; al medio día todos nuevamente comiendo juntos; por la noche papá llegaba del trabajo y terminaba el día descansando viendo una película o jugando todos, con algún reto interesante como el famoso maratón, la lotería, etcétera.

Ahora, todo cambiaba, la rutina del despertador seguía en las primeras semanas y tal vez meses, sin embargo, conforme pasaban las semanas era cada vez menos importante en cuanto a vestimenta, para los niños claro que seguía siendo importante, sin embargo, el tener dos o tres días específicos para tomar clase, en las escuelas oficiales, hacía que no fuera determinante el uso del uniforme, para las escuelas particulares si había que respetar las horas de inicio y termino de la clase cada día.

Los días pasan -cuando se está confinado mucho tiempo-, más despacio, se notan más lentos, hay muchas actividades que hacer incluso en casa, apoyando todos en los deberes domésticos, una oportunidad para refrendar el apoyo.

En ocasiones ha habido quien cae en un letargo no tan agradable y a veces lleno de desesperación contenida, es ahí cuando hay que interactuar, pero, de qué forma, aquí es en donde vemos que incluso aprendimos algo sobre ser psicólogos aprendiendo de nuestras propias experiencias, a base de prueba y error. Cuando hablamos de salvar a uno de los miembros de la Familia del trauma del encierro en casa, debemos considerar al resto de la familia; cómo está pasando esto si no ha podido entablar conversación de igual forma con nadie más, el chat es utilizado como un medio de comunicación, pero realmente el trato personal no existe; alejarse de la problemática a través del cine o la música puede apoyarnos un poco pero definitivamente regresaremos a la posición anímica anterior, por eso deberíamos preguntarnos también si la otra persona está bien de vez en cuando. Lo malo en algunos casos es que nos guardamos las cosas para no provocar problemas aún mayores a los demás, para evitar entrar en pánico todos, alguien siempre tiene que controlar de forma adecuada el tema del “encierro”, de salir adelante anímica y espiritualmente.

Finalmente, no creo que estemos preparados para otra pandemia, sabríamos tal vez lo básico que hemos aprendido con esta pero nuevamente la teoría y la práctica son muy diferentes, un porcentaje pequeño estaría preparado y podría seguir, no sabemos de qué forma responderíamos si esto regresara, y tú, qué opinas desde tu perspectiva.

Artículo Publicado en El Heraldo de Puebla