Las remesas. ¿El pilar principal de la economía en México y de las familias mexicanas?
29/09/2021
Autor: Erwin Jiménez
Cargo: Estudiante de Relaciones Internacionales

El envío de dinero de un país a otro sigue siendo un tema interesante que continúa dando mucho de qué hablar en pleno 2021, pues se trata de un fenómeno que ha ido evolucionando al mismo ritmo que el fenómeno de la globalización, y México no se ha quedado atrás en dicho rubro. Así pues, sea sorprendente o no, de acuerdo con datos del Banco Mundial del 2019, México sigue siendo el 3er país a nivel mundial que más ingresa dinero por concepto de remesas, (Casi 36 mil millones de dólares en 2018) solamente por detrás de India (Casi 79 mil millones de dólares) y China (67 millones de dólares), cuyas diásporas masivas instaladas en países extranjeros han ayudado a que se ubiquen en el 1er y 2do puesto respectivamente.

En términos de economía, el envío de remesas desde Estados Unidos hacia México por parte de los trabajadores mexicanos, provoca efectos asimétricos en ambas naciones. En el caso de Estados Unidos, es quién obtiene los mayores beneficios por la migración y el envío de remesas, pues esto propicia que pueda presumir una fuerza laboral muy grande y flexible en su territorio, lo cual reduce los costos operativos y de mano de obra, para así aumentar las ganancias de capital, además en 2004 de acuerdo a Ruiz-Durán, los trabajadores mexicanos migrantes contribuyeron en casi el 1% del PIB (Producto Interno Bruto) del país del norte, aunque los mandatarios de la Casa Blanca reiteradamente se nieguen a reconocer la importancia de los migrantes mexicanos en la economía de su país.

En el caso de México, las remesas se ubican como la tercera fuente generadora de divisas más importante del país (en 2016 se generaron casi 27 millones de dólares) solo por detrás del sector agroalimentario y automotriz que generó 28 y 113 millones de dólares respectivamente, lo que demuestra la importancia de este fenómeno dentro de la economía mexicana, además son un remedio importante para aliviar la pobreza y la falta de recursos ante la falta de soluciones brindadas por el gobierno, pues el mayor porcentaje del capital que envían los paisanos es utilizado por sus familias para solventar gastos de salud, educación, alimentación y pago de servicios y deuda como luz, gas, internet etc. En algunos casos se destina a invertirlo en PYMES (pequeñas y medianas empresas) y solamente alrededor del 10% del capital recibido se destina al ahorro o la adquisición de patrimonio o bienes inmuebles, lo que nos indica que la gran mayoría de este dinero es utilizado como medio de subsistencia. 

Como podemos ver los beneficios de las remesas tienen efectos muy distintos en ambos países, y para la economía de nuestro país se ve reflejado primordialmente a nivel microeconómico, principalmente hacia las familias mexicanas, el cual representa un sustento que les permite tener una vida digna ante la falta de oportunidades ya sea laborales, profesionales o de educación que existe en múltiples regiones del país, pues se estima de acuerdo con la CONAPO que para 2005 existían 1.6 millones de hogares en México que recibían remesas y el 47% de ellos, dependían directamente de este capital,

Sin embargo, aunque definitivamente las remesas son un medio para aliviar la pobreza, no necesariamente la mayoría de los migrantes provienen de las regiones con mayores índices de pobreza y desarrollo que históricamente se han colocado en el sureste del país, por el contrario, los Estados que más expulsan su mano de obra al mercado laboral norteamericano son Michoacán, Jalisco y Guanajuato. (Puebla se encontró en 5to lugar para el 2016). Esto es aún más notorio si comparamos 4 Estados de la República Mexicana que en 2004 eran considerados con los niveles más bajos de desarrollo humano: Chiapas, Tabasco, Zacatecas y Tlaxcala, que apenas recibieron un porcentaje no mayor a 7% del total de las remesas, en comparación, los 4 Estados con las economías más grandes del país en 2004: Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Ciudad de México recibieron un total de 32% de este capital proveniente del país con la economía más grande del mundo, lo que nos hace pensar que son las clases medias las que tienden a migrar.

Pero sea cual sea el motivo por el que un paisano decida migrar, ya sea por necesidad, mejores sueldos, mayores oportunidades, ambición, deseo de aventura etc. no podemos negar el bien que el fruto de su trabajo le hace tanto a las familias mexicanas como a la economía del país, por lo que es necesario cambiar la etiqueta de “vendepatrias” con la que se estigmatiza a los paisanos que toman una decisión importante de dejar su país de origen para alcanzar sus sueños, hemos visto que la pobreza no necesariamente está ligada con la migración, pero este tema nos debiera poner a pensar a detalle qué condiciones no se están generando en el país para que este fenómeno de la migración y las remesas siga en constante crecimiento.