La jubilación es un cambio en la vida del individuo que implica la confrontación de emociones, sensaciones, procesos, desde las diferentes esferas del ser humano: social, económica, espiritual, física y psicológica (Velasco-López y Rodríguez-Vázquez, 2017). El objetivo del presente trabajo es analizar la experiencia de un jubilado a partir de la mirada del agradecimiento de la psicología positiva con la finalidad de que personas que pasan por la jubilación reciban un granito de la semilla que sembraron durante todos los años de servicio en una empresa o institución. El proceso que seguiremos será abordar algunos términos desde la psicología positiva e integrarlos con la experiencia de la jubilada, se realizó una entrevista semiestructurad, se obtuvo el consentimiento informado.
En primer lugar, revisaremos la gratitud desde la psicología positiva, que implica el reconocer aspectos pasados, presentes que han dado significado desde una asociación positiva con “conductas prosociales, emociones positivas, satisfacción con la vida, optimismo, esperanza, vitalidad y percepción subjetiva de felicidad”, como refiere Moyano (2010. p. 104). Es decir, los estudios desde la psicología positiva muestran la capacidad del ser humano de desarrollarse y progresar al “ser una fortaleza humana que permite manifestar la virtud de la trascendencia” (Méndez, Desfilis, Barradas y Valero, 2014, p. 280), que da un sentido a la vida. Considerando la propuesta de Fredrickson y Losada (2005), si la gratitud es una emoción positiva, podemos ver cómo evitará caer en languidez, es decir no tener un significado en la vida, así como propiciar nuestra adaptación, creatividad, intuición e incidir en nuestro estado anímico, siendo una estrategia de afrontamiento ante las demandas que el entorno cambiante nos exige y un mapa cognitivo de lo bueno para cultivar nuestra resiliencia.
La persona jubilada enfatiza que la jubilación es una etapa de la vida que necesita mucha preparación, ya que esta puede tener un gran impacto en la salud y en todo lo que ella conlleva. También menciona que debe existir esa seguridad en uno mismo, poder tomar la decisión para hacer válidos sus derechos, para no perder lo que ha ganado después de años de trabajo. Uno de los puntos que mencionó fue que la cultura ha influido bastante en este tema ya que en nuestro país no hay suficiente, por lo que durante su proceso de jubilación consideró necesario cinco años para irse despidiendo poco a poco de ambos trabajos, para poder lograr cerrar el ciclo, saber que ha concluido y que lo ha hecho con gusto, ya que tiene presente el hecho de que dio todo y eso da cierta satisfacción: “el haber hecho muchas cosas, el ir dejando huella en cada lugar, en cada proyecto, en cada parte de lo que fue su trabajo, el dar más de lo que se debía dar para finalmente retirarse y es ahí en donde las emociones salen y se presentan una tras otra, pero te vas con el mismo gusto que cuando ingresaste. El otro término que vale la pena aclarar es la jubilación, que algunos autores como Chiesa y Sarchielli (2008) consideran una transición laboral que tiene implícita un cambio de rol, así como una reestructura personal. Algunos autores como Segura, Aguilar y Lorenzo (2011) lo relacionan con el envejecimiento activo que implica pasar por el momento de vida de forma saludable, la jubilación es el cese del trabajo, pero no de actividades. Desde la postura del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la jubilación es un trámite al cumplir 60 años. Desde la perspectiva de la persona jubilada es cumplir una etapa de la vida, a la cual llegas con alegría. Para el presente trabajo se considera el enfoque Velasco-López y Rodríguez-Vázquez (2017), y Ahued, Santibáñez, Serrano, Aguilar, Sánchez, Pardo, Pacheco, De los Ríos, Yarce y Ríos (2019), quienes abordan la jubilación desde la parte física-psicológica. Es importante para el ser humano fortalecer el autocuidado mental y físico que a lo largo de un período de tiempo se ha desarrollado, para seguir trabajando en ello sobre todo desde el bienestar y experiencias de plenitud. Así también lo expresa la persona jubilada a través de su experiencia aclarando: “que no es irse cuando estás enfermo, es irse cuando sea el momento preciso, para que esto no afecte y puedas seguir disfrutando de la vida”. Es importante recordar que el agradecimiento es fundamental, desde la esfera social; como lo refiere la jubilada, dentro de lo espiritual es saber que Dios sabe por qué, “te pone las cosas en cada momento, en cada etapa, ser agradecida por tener todo en el momento y así poder hacer cosas que en otras etapas no podías realizar”, finalmente el aspecto económico: es relevante contar con acciones preventivas para un sustento saludable. Desde su experiencia la persona jubilada comparte que otro factor esencial es lo económico, si bien el pago que reciben como “pensión” no es el mismo que recibían mientras trabajaban, pero se debe saber equilibrar, esto le lleva a reorganizarse para que no exista una repercusión ni emocional, ni económica.
Es decir, la jubilación no es un proceso aislado sino un momento de vida y está integrado por diferentes esferas que requiere preparación y sobretodo agradecimiento ya que la persona que ha desarrollado cada una de las esferas acotadas, ha tocado vidas, así como redes de colaboración. Por ello hacemos la invitación a darle el espacio que se merece no solo en una ceremonia de reconocimiento sino en acciones a lo largo de un año en donde el adulto tardío o, como algunos prefieren llamarle, adulto mayor pueda todavía continuar laborando, reconocer todos los frutos, así como generar un retiro pleno.
Referencias
Ahued Ortega A., Santibáñez Romellón J., Serrano Vargas A., Aguilar Acevedo Y., Sánchez Pérez M., Pardo García M., Pacheco Chavarría A., De los Ríos Torres A.,Yarce Alfaro E.E. y Ríos M. (2019). Ser Grande. Guía para lograr un envejecimiento exitoso. México: Grijalbo.
Chiesa, R. y Sarchielli, G. (2008). Prepararse para la jubilación: el papel del apoyo social en la gestión de la ansiedad. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 24 (3), 365-388. Recuperado de https://scielo.isciii.es/pdf/rpto/v24n3/v24n3a06.pdf
Fredrickson, B. y Losada M.F. (2005). Positive Affect and Complex Dynamics of Human Flourishing. American Psychologist, 60 (7), 678-686. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3126111/pdf/nihms305179.pdf
Méndez, A. G., Desfilis, E. S., Barradas, M. L. M., & Valero, M. G. B. (2014). Gratitud existencial y bienestar psicológico en personas mayores. Psicología y salud, 24(2), 279-286. Recuperado de https://psicologiaysalud.uv.mx/index.php/psicysalud/article/viewFile/931/1717
Moyano, N. C. (2010). Gratitud en la psicología positiva. Psicodebate. Psicología, Cultura y Sociedad, (10), 103-118.
Segura, S., Aguilar, J. M., y Lorenzo, J. J. (2011). Envejecimiento activo y psicología positiva de la vida. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 4(1), 127-132.
Velasco-López, Xochitl y Rodríguez-Vázquez, Carolina (2017). La preparación para la jubilación en México desde los factores psicosociales. Cuarto capítulo Libro Factores Psicosociales: Temáticas emergentes en el trabajo. (1 - 126). Pearson - UPAEP.