Crisis Económica, ¿recién empieza la ofensiva rusa?
21/07/2022
Autor: Pavel Monterroso
Cargo: Estudiante de Relaciones Internacionales

Europa se está preparando para una crisis económica muy seria y severa, quizás incluso pensar en una economía de guerra. Hay preocupaciones sobre lo que sucederá si Rusia decide dejar de exportar gas por completo. ¿Cuál es el plan de Putin? ¿Cuáles son las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania? ¿Qué hace Europa?

Europa se prepara para una gran tormenta económica, cuyos primeros efectos ya son visibles, pero parece que esto es solo el comienzo. En los últimos días el euro ha caído a su valor más bajo en 20 años. En los mercados europeos existen dudas y temores de que la eurozona caiga en una recesión prolongada, principalmente una recesión de la actividad económica.

Las razones de todo esto varían, pero al parecer en las causas geopolíticas parecen ser las más significativas.

En primer lugar, hay que recordar que se está saliendo de una pandemia que paralizó al mundo y aunque hoy parece más controlada, no se fue, no ha desaparecido por completo y llegó para quedarse. El conflicto entre Rusia y Ucrania comenzó después de la pandemia y que ha cobrado y está cobrando muchas vidas, eso es siempre lo más preocupante.

Las sanciones impuestas a Rusia, principalmente por parte de la Unión Europea y Estados Unidos fueron encaminadas a debilitar el flujo de capital hacia Rusia afectando, de esta manera, la economía e impidiendo su crecimiento. Por supuesto, las sanciones afectan a Rusia, pero también dando otros resultados no tan positivos para Europa.

La sanciones contra Rusia terminaron, en parte, convirtiéndose en un golpe para Europa. Se sabe que Rusia es un importante exportador de energía, gas, carbón y petróleo. Esto es vital no solo para calentar los hogares alemanes principalmente, sino también para las industrias clave europeas quienes se han visto en aprietos por de combustible.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), el 90% del gas que se consume anualmente en la Unión Europea se compra fuera de la esta, el cual procede de Rusia es del el 45%: 155.000 millones de metros cúbicos con una demanda total de unos 390.000 millones de metros cúbicos.

Rusia en su primera instancia empezando la guerra con Ucrania, como respuesta a las sanciones de la comunidad internacional, dijo que le pagaran el paso de gas en su propia moneda (los rublos) para fortalecerse económicamente. Entonces, Rusia ha decidido empezar a cerrar los gasoductos en muchos países europeos dado que no accedieron a la petición rusa. Primero Polonia y Bulgaria, luego Finlandia, Holanda y Dinamarca.

“Se vuelve a reducir el volumen máximo de suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream 1”, informaron noticieros europeos. También está cerrando parcialmente los gasoductos que van camino a Alemania, algo que indudablemente también afecta a Italia.

Es decir, se pasó de la idea de Europa sancionando a Rusia a una Rusia definiendo ella misma reducirle a Europa a sus exportaciones de gas.

“Rusia exporta 6.600 millones de metros cúbicos de gas por día, lo que representa alrededor del 43% del gas mundial. El 72% de estas exportaciones se destinan a los principales países europeos”, según Reuters.

El mandatario ruso también advirtió a Occidente que su plan de limitar los precios del petróleo ruso, como parte de sus sanciones por Ucrania, desestabilizará los mercados petroleros mundiales y elevará los precios.

Algo que afecta a Europa porque cambiar las fuentes de energía de un país de manera radical es algo difícil de hacer y más aún en poco tiempo. Ante esto, Europa se pregunta si las sanciones económicas a Rusia debieron ser más severas.

Así la tormenta se termina de configurar, la consecuencia económica del conflicto bélico fue la escases y aumento de los precios de la energía. Lo anterior impactó los precios de muchos productos y precisamente, porque todo lleva energía en algún momento del proceso de producción o de transporte. Cuando aumenta el precio de combustible y la energía, aumentan todos los demás costos, lo cual se suma a un proceso inflacionario mundial que surgió antes de la guerra.

Para empeorar la situación, tanto Rusia como Ucrania son grandes productores de trigo, por lo que los alimentos también aumentaron de precio y escasean. Los resultados se ven todos los días en las noticias del mundo. Hay bloqueo comercial a la importación de granos por parte de Europa. Pero, ya hay negociaciones entre Naciones Unidas para permitir que los granos salgan de la zona de conflicto.

“El pan es un artículo casi sagrado y asunto de Estado en la mayoría de los países del norte de África, la subida de precios de harina de trigo ha provocado revueltas sociales en Libia, Argelia y Marruecos, que compraban hasta ahora millones de toneladas a Ucrania y Rusia”, comenta el departamento de Cooperación Internacional de la Confederación Suiza.

Las complicaciones se agravan, Francia se prepara para una economía de guerra. Esto implica promulgar una ley que busca mantener el funcionamiento de las actividades económicas indispensables. Además, se menciona el reinicio de las actividades de una central de carbón, por ejemplo, que fue cerrada de forma definitiva en marzo del presente año. Es decir, el país quiere volver a usar una fuente de energía altamente contaminante para asegurarse el suministro energético.

En cuanto a Alemania, pasó a su segundo de tres estados de alarma, es decir, estaba en la primera “advertencia temprana” y ahora está en “alarma”. El tercer estado es “emergencia” y le daría al gobierno el control total sobre las reservas de gas natural del país.

Sin embargo, “la ofensiva militar lanzada por Rusia en Ucrania aún no ha empezado en serio”, afirmó el mandatario ruso Vladimir Putin. A pesar de ello, Putin reconoce de tener problemas internos.

Con respecto a el presidente ruso, parece mostrarse con paciencia y sin apuro, sabiendo que avanza a paso lento pero firme en Ucrania y que la sanciones no sólo golpean su economía sino también las de Europa y que los líderes europeos están sintiendo el desgaste y el malestar en sus economías nacionales. Esto podría cambiar el rumbo de las cosas.

El deterioro económico en Europa está tomando protagonismo en las negociaciones del conflicto internacional. Se ha comentado recientemente que Europa busca cambiar la conversación en torno a su rol con Ucrania.

Esto no significa dejar de ayudarla, pero sí orientar las discusiones a alcanzar algún tipo de paz y reconstrucción; más que a una victoria heroica de Ucrania en el campo de combate y a largo plazo. En un afán de frenar la crisis, ¿cuáles serán las futuras acciones del continente europeo? ¿Tendrán consecuencias positivas para la región? ¿Qué implicaciones habrá para México?