La Declaración de Norteamérica (DNA) parte 1
17/01/2023
Autor: Dr. Juan Carlos Botello
Cargo: Profesor Facultad de Comercio Internacional y Logística

El 10 de enero de 2023 se llevó a cabo en la ciudad de México, la décima cumbre de líderes de Norteamérica. De acuerdo con el comunicado de la Casa Blanca, los líderes de México, Canadá y Estados Unidos de América acordaron fortalecer la seguridad, prosperidad, sustentabilidad e inclusión en la región a través del compromiso de seis pilares: 1) diversidad, equidad e inclusión, 2) cambio climático y medio ambiente, 3) competitividad, 4) migración y desarrollo, 5) salud y 6) seguridad regional.

La declaratoria afirma que, América del Norte comparte una historia y una cultura únicas que hacen hincapié en la innovación, el desarrollo equitativo y el comercio mutuamente benéfico para crear oportunidades económicas integradoras en beneficio de la región. No sólo somos vecinos y socios. Nuestros pueblos comparten lazos familiares y de amistad y valoran -por encima de todo- la libertad, la justicia, los derechos humanos, la igualdad y la democracia. Ese es el ADN de América del Norte.

En la columna de esta semana, sólo abordaré los tres primeros pilares. En cuanto al pilar número 1, los mandatarios reiteraron su compromiso conjunto de proteger los derechos civiles, promover la justicia racial, ampliar las protecciones para las personas LGBTQI+ y ofrecer resultados más equitativos para todos. En colaboración con los pueblos indígenas, se promoverán soluciones innovadoras y sostenibles que respeten los conocimientos tradicionales, fomenten el crecimiento dirigido por los indígenas e impulsen la creación de empleo.

Los compromisos de los tres países para el cumplimiento del pilar 2 son tomar medidas rápidas y coordinadas para hacer frente a la crisis climática y responder a sus consecuencias. Esto incluye alcanzar las respectivas contribuciones de cada país para 2030 en el marco del Acuerdo de París, y trabajar juntos y con otros países para mantener el límite de temperatura de 1,5 grados centígrados. Para promover la aceptación de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, los países se unirán para alinear los enfoques sobre la estimación del costo social que ello representa.

Se explorarán normas para desarrollar el hidrógeno como fuente regional de energía limpia, así como se acelerará la transición energética mediante el despliegue de soluciones energéticas limpias, el aumento de la producción y la adopción de vehículos de emisiones cero en Norteamérica y la transición a combustibles más limpios.

Por último, el compromiso relacionado con la competitividad se refiere a profundizar la capacidad regional para atraer inversiones de alta calidad, impulsar la innovación y fortalecer la resiliencia de las economías de la región, reconociendo los beneficios que aporta el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá.

Para impulsar la competitividad regional, los tres países buscarán forjar cadenas de suministro regionales más fuertes, así como promover la inversión dirigida, en industrias clave del futuro como los semiconductores y las baterías para vehículos eléctricos, que serán fundamentales para avanzar en el desarrollo y la infraestructura de los vehículos eléctricos. Se convocarán diálogos público-privados y se trazarán cadenas de suministro para lograr una mayor integración y desarrollar la función de producción de una manera más eficiente.

Para apoyar la innovación, la creación de empleo y el desarrollo de la mano de obra, los tres gobiernos se comprometen a trabajar con el sector privado, la sociedad civil, el mundo laboral y el mundo académico en toda América del Norte para fomentar el espíritu empresarial de alta tecnología, promover las pequeñas y medianas empresas y reforzar la educación técnica. También se estudiarán enfoques trilaterales para promover empleos sostenibles e inclusivos y desarrollar la mano de obra necesaria para cumplir los compromisos climáticos.

Los pilares dos y tres están estrechamente relacionados para promover el liderazgo de Norteamérica a nivel mundial, sin embargo, para lograrlo se requiere que nuestro país retome el papel protagónico que tenía antes de la llegada de la 4T. La invitación de Estados Unidos para sumarse a dicho liderazgo es una gran oportunidad para retomar el camino y reconstruir el desarrollo y el crecimiento económico. La voluntad política es un factor determinante para sentar las bases de la declaración de Norteamérica y que ésta se convierta en una realidad.