Actualmente en el mundo del trabajo se viven desafíos importantes, se ha visto un notable aumento en los permisos laborales por enfermedad lo que se está convirtiendo en una preocupación para muchos países y organizaciones.
Países europeos como España, Francia y Portugal encabezan la lista de absentismo laboral por incapacidad temporal mostrando una tendencia creciente en la última década y para 2023 con una tasa de absentismo del 4.1%. En Suecia, el número de días por enfermedad aumentó un día por año entre 2021 y 2022 y en Estados Unidos la tasa de absentismo es la más alta en una década, las ausencias no planificadas se han disparado un 50% en el último año.
En México, de acuerdo a un estudio realizado por la empresa Kronos en 2024, la tasa promedio de absentismo es del 7.5% del total de los días laborables del año. En comparación con otros países, México tiene una tasa de absentismo laboral que ha provocado una pérdida de productividad de aproximadamente 40%, incrementa un 7.3% los costos indirectos de nómina, afecta el trabajo de 8 de cada 10 empleados y aumenta el estrés del 48% de los trabajadores que sí asisten (Dataware, 2024).
Si bien una de las causas principales que ha detonado el absentismo en los últimos años han sido las diferentes oleadas de la infección de COVID-19, se evidencia también de manera importante, un aumento de los problemas de salud mental relacionadas con estrés, depresión, ansiedad, agotamiento, burnout, entre otras.
El aumento de los problemas de salud mental en los colaboradores exige una respuesta inmediata por parte de los líderes de las organizaciones, sin embargo, ¿cómo podrían generarse diagnósticos capaces de predecir problemas de salud mental en los colaboradores?
Se retoma en este contexto el concepto de inteligencia de bienestar (Wellbeing Intelligence) acuñado por la empresa Freedom and Flow a finales de 2016 que involucra herramientas tecnológicas de inteligencia artificial y analítica de datos con herramientas de Big Data, para analizar la información recabada en la organización y transformarla en planes de acción orientados de forma profesional y especializada a potenciar el bienestar de las personas, en este sentido, la tecnología aplicada al rendimiento y conjugada con programas de entrenamiento basados en ciencia permite generar beneficios tangibles que repercuten en todos los departamentos y niveles de una organización, así conceptos como gestión del estrés, mejora de competencias o adaptabilidad entre muchos otros, pueden empezar a ser analizados, entrenados y cuantificados en términos absolutos (Freeedom and Flow, sf).
El uso de la inteligencia artificial y la incorporación de técnicas de Big Data posibilita crear modelos predictivos para tener una visión de futuro y con ello las organizaciones puedan adelantarse y preparar planes de acción para los diferentes escenarios que se les puedan estar presentando.
Con la inteligencia de bienestar, las organizaciones pueden mejorar la satisfacción de los colaboradores, fomentar ambientes de trabajo más empáticos, resilientes y solidarios, aumentar la productividad al identificar las causas del absentismo y proponer estrategias de acción para disminuirlo, mejorar la cultura en la organización, aumentar el compromiso de los colaboradores, aumentar el empoderamiento psicológico, así como promover la innovación y la adaptabilidad.
La inteligencia de bienestar se posiciona como una estrategia crucial para prevenir y atender los desafíos relacionados con problemas de salud mental en las organizaciones y con ello crear lugares de trabajo donde los colaboradores puedan sentirse en un ambiente de trabajo saludable y próspero.
Referencias bibliográficas
Dataware. (2024). El ausentismo laboral en las empresas mexicanas. https://conoce.dataware.com.mx/ausentismo-laboral-en-productividad
Freedom and Flow. (sf). El small data de la gestión de las personas. https://freedomandflowcompany.com/wp-content/uploads/2021/06/I-Estudio-Bienestar-y-Salud-Corporativa-El-Small-Data-de-la-Gestion-de-Personas_.pdf