Los Estados Unidos y México iniciaron el viernes 8 de octubre de 2021 en la Ciudad de México, una nueva etapa de seguridad en México tras el fracaso del “Plan Mérida” de seguridad ocasionado por un decreto de cancelación emitido por el presidente López Obrador. En la visita de los más altos funcionarios del gobierno de Joe Biden, el líder de esa delegación, Antony Blinken – el secretario de estado de E.U.A., ambos países firmaron una carta de buenas intenciones bilaterales con el título oficial: “Marco Bicentenario México-Estados Unidos Para la Seguridad, la Salud Pública y las Comunidades Seguras” – bautizado por AMLO: El Entendimiento Bicentenario. En un día de negociaciones entre nuestro canciller Marcelo Ebrard y su colega de Estados Unidos, Antony Blinken, se finiquitó un plan primordialmente militar en que E.U.A. daba asistencia a México con helicópteros artillados, armas y municiones, así como entrenadores y agentes de la Drug Enforcement Agency, la DEA, y la U.S. Agency for International Development conocida como USAID, y otras agencias de inteligencia estadounidense. Ken Salazar, el nuevo embajador de E.U.A. en México confesó que el tema central para la Casa Blanca es que la DEA y USAID – prohibidas en México por orden de AMLO – vuelvan a ser autorizadas. Contrariamente a lo que expresó López Obrador en muchas ocasiones, Salazar reveló que están trabajando en esto con el gobierno de México para tener la oportunidad de traer un buen número de agentes, especialmente de la DEA que, de alguna manera es la forma en cómo ambos países están asociados y el compromiso fue implementar juntos el Entendimiento Bicentenario.
De tal manera que, la experiencia indica que asuntos tan delicados y de una naturaleza tan compleja no se establecen por decreto y la respuesta de López Obrador solo tardó tres días en llegar – según fuentes en la Casa Blanca – las visas para operaciones en México de 24 agentes de la DEA no han sido aprobadas. Además, según esas fuentes anónimas, la negativa para aprobar esas visas fue que: “Golpea directamente a la relación bilateral en materia de seguridad y está contribuyendo a un declive en la relación de seguridad.”
Ante este nuevo fracaso, ¿exactamente en qué consiste este “Entendimiento Bicentenario” que sustituye al anterior Plan Mérida firmado en 2008 y estancado en el presente sexenio? El nuevo entendimiento, a diferencia del Plan Mérida, no está concentrado en la tesis de capturar de los capos de los cárteles. Según Marcelo Ebrard, la idea principal es atender las causas estructurales de violencia en México y Antony Blinken sostuvo que más allá de apoyar a las fuerzas de seguridad de México es clave generar oportunidades económicas en comunidades y regiones desatendidas, con mejores servicios de salud y más oportunidades para los jóvenes. En el contexto de la lucha contra el consumo de drogas, las delegaciones insistieron en fortalecer la salud pública, por lo que propusieron prevenir y reducir el consumo de sustancias, en paralelo a limitar los daños asociados con la adicción. Esta nueva estrategia entrará en vigor en 2022, al cumplirse 200 años de las relaciones diplomáticas bilaterales entre México y Estados Unidos.
Sin embargo, parece que al presidente López Obrador no le importa atender uno de los más graves problemas de México en materia de seguridad ya que su presencia en el encuentro de alto nivel fue mínima porque tuvo que dejar la reunión para trasladarse a Durango a continuar con su campaña presidencial en vez de quedarse a resolver los problemas del país. No cabe la menor duda que está más enfocado en hacer campaña para el 2024 que ponerse a trabajar.
