Hace dos semanas, en esta columna, comentábamos sobre los resultados de la visita de la secretaria de energía de E.U.A. a México en virtud de la reforma eléctrica-energética próxima a votarse. Al respecto, el embajador de E.U.A. en México Ken Salazar, emitió una declaración desafortunada en la que apoyaba los cambios a la legislación promovidos por Andrés Manuel López Obrador quién presumió en la mañanera las declaraciones del embajador estadounidense. Días después, el embajador tuvo que enmendar sus declaraciones argumentando que la propuesta de reforma impulsa el uso de tecnologías caras, sucias y anticuadas lo cual no es bueno para la economía ni para los consumidores. Este cambio en sus declaraciones se debió a que fue fuertemente criticado por distintos grupos de interés en su país. Así mismo, el pasado 8 de febrero, el embajador sostuvo una reunión de trabajo con cuatro gobernadores del noreste y centro del país. En dicho encuentro se destacó la importancia que tiene para E.U.A. el trabajo conjunto con Nuevo León, Tamaulipas,
Coahuila y San Luis Potosí en materia de desarrollo económico, migración, seguridad y medio ambiente. De acuerdo con el comunicado de la embajada norteamericana se trataron temas de infraestructura, clima y agua. Se abordó la visión de cada uno para hacer frente a la crisis climática y el futuro energético. Destacaron su determinación de trabajar en estrecha colaboración para proteger el medio ambiente y acelerar el despliegue de energías limpias y renovables, incluida catalizar las finanzas y la tecnología al servicio de las energías renovables. Este último punto junto con la crisis climática cobra mayor importancia debido a la llegada del enviado especial de la Casa Blanca para el cambio climático John Kerry a suelo mexicano para entrevistarse con el presidente López Obrador el 9 de febrero. La agenda de trabajo se basa en la preocupación del gobierno norteamericano sobre la inversión en energías limpias, el compromiso de ambos países en el T-MEC y cambio climático. Previo a la reunión, Kerry manifestó su interés por fortalecer un mercado abierto y competitivo. Quizá esta declaración se da por las tensiones generadas a partir del interés del gobierno federal de fortalecer a la CFE, limitar la participación de las inversiones extranjeras en el sector energético, así como la cancelación de contratos. Dentro de los acuerdos alcanzados se menciona la creación de un grupo de trabajo para impulsar las energías limpias durante los próximos tres años, así como la manifestación del interés del vecino país hacia la transición del uso de autos eléctricos en México.
Por último, la presencia de John Kerry en México no se da por casualidad. Estados Unidos viene a proteger sus intereses económicos, que, a decir verdad, son muy fuertes en el sector energético. Está preocupado porque bajo el amparo del T-MEC, las inversiones de los tres países deben recibir trato nacional y lo trascendido es que la reforma eléctrica violaría el tratado. Es preocupante que desde la máxima tribuna del gobierno se promuevan acciones autoritarias que representan señales equivocadas al mundo como la que recién se envió a España desde la mañanera dónde AMLO declaró este miércoles que quiere pausar las relaciones con España para “echarles una revisadita” ya que, según él, se ha saqueado al país. Aunque no lo dijo expresamente, se refería a empresas que participan en el sector energético y que se han enriquecido a costa de los mexicanos. “Qué pena con los españoles…”