¿Sabías que cada 1 de julio, y a partir de 1974, se conmemora el día de las Ingenierías en México? La celebración del Día de las Ingenieras e Ingenieros en México surgió el 29 de octubre de 1973, cuando el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, el Ing. Eugenio Méndez Docurro, egresado distinguido de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), le propuso al Presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, establecer el 1 de julio como Día Nacional del Ingeniero. Se propuso este día debido a que, el 1 de julio de 1776 se expidió la Real Cédula para la creación del Real Tribunal de Minería en México. Este hecho histórico dio origen a la fundación del centro de docencia e investigación llamado Real Seminario de Minería, donde tuvieron lugar los primeros planes de estudio y textos para las primeras escuelas de Ingeniería en América.
Como hemos visto en columnas previas, la palabra ingeniería tiene el significado de "estudio y aplicación de tecnología" pues el sufijo –ería (conjunto) se une con "ingenio", del latín ingenium (engendrar, o producir). Así, en palabras del Dr. Emilio Rosenblueth Deutsch, gran Ingeniero Civil mexicano, las Ingenierías tienen como objetivo “lograr el bienestar presente y futuro de esta generación y de las venideras (desarrollo sostenible)”. Además de que, “el Pueblo desarrollado no es el que tiene grandes recursos; es el que sabe usarlos e invertirlos” [1]. Por lo anterior, es fácil notar que las Ingenierías están presentes en prácticamente todo lo que usamos en el día a día para satisfacer nuestras necesidades como individuos y como sociedad. Así, la acumulación de recursos no necesariamente conduce al bienestar y el desarrollo social.
Pensar sobre el futuro implica lograr una sociedad desarrollada. Para ello, la capacitación de los ciudadanos juega un papel crucial pues la capacitación misma se traduce en desarrollo personal, como primera etapa del desarrollo. “La afinidad entre desarrollo y capacitación evidencia que, así como un maestro no puede aprender por sus alumnos, ningún extraño, ni el gobierno ni nadie puede desarrollar a un pueblo; sólo el pueblo puede desarrollarse así mismo”.1 Concebir erróneamente el desarrollo ha generado consecuencias negativas para nuestro país pues se ha deteriorado la calidad de vida en vez de mejorarla y se ha propiciado el culto al consumo al priorizar la acumulación de recursos. Así, se ha sacrificado el futuro al priorizar necesidades efímeras y ficticias. Paralelamente, asumir que el gobierno tiene la función de desarrollar a la sociedad ha generado conformismo, indiferencia, apatía, pasividad y delincuencia, traicionando con el objetivo verdadero del desarrollo.
Entonces, el autodesarrollo pareciera ser el único tipo viable de desarrollo. Es decir, debe ser la sociedad misma quien diseñe el proceso pues sólo la sociedad sabe lo que anhela, y además rechazará las simulaciones impuestas. Finalmente, en México necesitamos más Ingenieras e Ingenieros tomando decisiones y diseñando mejores políticas públicas. Por su parte, todos los que formamos la sociedad mexicana debemos de ocuparnos de nuestra educación, en valores y capacitación, para que podamos reconocer nuestro valor y dignidad como personas y con ello lograr auto desarrollarnos.
REFERENCIAS
[1] Emilio Rosenblueth: Escritos Selectos, Instituto de Ingeniería, UNAM, 2004. ISBN 968-18-6541-3
Contacto: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.